Los pagos sin contacto son aquellos que pueden realizarse a través de un sistema que no requiere contacto directo entre los dispositivos utilizados para ello (como tarjetas de crédito o dispositivos móviles) y los terminales autorizados para recibir el pago (TPV). De ahí el nombre contactless, que se traduce literalmente como “sin contacto”. Basta con acercar la tarjeta o el teléfono móvil al TPV y listo.
Las tarjetas de crédito deben contar con la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia), que permite realizar transacciones sin introducir las tarjetas en el TPV. Si se van a utilizar teléfonos móviles, deben ser compatibles con la tecnología NFC (Near Field Communication) que permite los pagos sin contacto; el teléfono móvil se convierte también en un monedero virtual.
Cómo funcionan las tarjetas inteligentes y los pagos sin contacto por teléfono móvil
– Acerca su tarjeta o smartphone al terminal de punto de venta habilitado para recibir el pago. Con su antena integrada, la tarjeta responderá a la señal. El pago se realiza una vez por transacción.
– Los datos personales de la tarjeta no se transmiten. Esto garantiza que los pagos se realicen siempre de forma segura.
Estamos hablando de un sistema teóricamente seguro; sin embargo, hay que recordar que siempre deben aplicarse algunas medidas básicas de seguridad. En el momento del pago, asegúrese de que nadie ve el código PIN o cualquier información personal relacionada con el pago.
Además, es mejor no aceptar la ayuda de extraños “bienintencionados” y asegurarse de descargar siempre la aplicación de pago por móvil necesaria de las tiendas oficiales (como Play Store o Apple Store).
Por último, es una buena idea hacer uso del servicio de notificaciones que ofrecen prácticamente todos los bancos, para estar siempre informado de cualquier movimiento entrante o saliente y, en caso de detectar una actividad sospechosa, notificárselo inmediatamente.