Qué es el arte digital, cómo se usa y ejemplos

Desde la creación de la computadora que los seres humanos experimentan y comercializan el arte digital. Cómo ha evolucionado esta disciplina, qué son los NFT y qué dispositivos tecnológicos facilitan su desarrollo.

Publicado el 06 Mar 2023

Arte digital.

Los avances tecnológicos de las últimas décadas han calado profundo en la mayoría de las industrias y espacios de entretenimiento. El arte no es la excepción a estos procesos y hace ya tiempo que el arte digital ha generado interés en los amantes de esta disciplina y ha invadido espacios tradicionales como las galerías y las exhibiciones en museos. 

Sin embargo, la denominación arte digital engloba una gran cantidad de vertientes que cada vez es más amplia y basta. El reciente surgimiento de los NFT, basados en la tecnología blockchain, es un ejemplo de esto. De todas formas, este movimiento no inicia con los tokens no fungibles que actualmente gozan de mucha popularidad y poco tienen que ver con las primeras experiencias de cuadros realizados a partir de bits. 

Si bien no es comparable con la extensión del arte tradicional, ese que encontraba a las personas pintando enormes cuadros o edificios durante semanas, la historia del arte digital comienza a ser lo bastante rica como para diferenciar entre estilos y géneros y comprender por qué una determinada producción puede llegar a costar millones de dólares mientras que otras no tienen valor para los coleccionistas. 

Qué significa el arte digital  

Como toda forma de expresión artística, llegar a entender qué significa el arte digital depende de la subjetividad de cada individuo. Para algunos, es toda aquella producción de obras que tengan su punto de partida en un soporte tecnológico y digital. Por lo tanto, las personas nunca podrán tener contacto físico con estas piezas, ya que no existen en el mundo tangible. 

Para otros especialistas en la historia del arte, el arte digital puede tener su correlato en el plano sensible. Es decir, que se lleve a cabo una exhibición del mismo y que, más allá de su costado digital, esté entre mezclado con objetos del mundo físico con los que los individuos pueden interactuar. En esta interpretación, la mirada es más amplia y aunque se requiere de una base tecnológica, no se excluye a otras versiones como en el abordaje anterior. 

Lo que permite ver esto es que el significado del arte digital no es único y es difícil de encasillar. A diferencia de las vertientes anteriores, donde se podía distinguir entre una pintura, una escultura o un dibujo, en este segmento los límites descriptivos se vuelven más borrosos y todo dependerá de la lectura que se elija realizar. 

Qué es el arte digital 

La definición de arte digital puede ser una tarea compleja de finalizar. Mientras que al arte se lo define como una actividad humana que refleja una representación real o ficticia en un determinado soporte, a lo digital se lo describe como aquella información que tiene una base binaria de 0 y 1 como código base. Por lo tanto, el arte digital podría explicarse como el reflejo de algo real o ficticio a partir de herramientas tecnológicas como software que permitan el procesamiento de imágenes y sonidos. 

Sin embargo, esto no quiere decir que todas las escuelas de arte que estudian la historia y características del arte digital coincidan en esto. De hecho, aún en la actualidad existen decenas de debates al respecto a estos asuntos que incluyen términos como desmaterialización, interactividad e hipervínculos. 

Según la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte

Por ejemplo, la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte destaca que “el arte digital se refiere a la disciplina artística caracterizada por la creación de obras a través de diversos métodos tecnológicos como pueden ser cámaras de vídeo, software, la Red, etc”. Aunque también agrega al respecto: “Todavía no encontramos una definición determinante sobre arte digital, problemática, quizás derivada por el debate abierto de cuáles son las expresiones artísticas que conforman el arte digital. En muchos casos, las definiciones se limitan simplemente a realizar una enumeración sobre sus diferentes categorías”. 

Según el Mercado de Diseño

Mientras tanto, los organizadores de Mercado de Diseño, un festival emergente con extensa reputación en España, señalan que “al arte digital lo podemos definir como una tendencia que emana de las artes plásticas, y que comprende a aquellas obras que precisan de una parte digital, imprescindible para su exhibición o para su proceso de producción”. “Es innovador, ya que nos rompe la concepción tradicional de arte e incluso distorsiona la visión clásica que tenemos de los objetos”.

Esto demuestra que la concepción sobre qué es el arte digital es amplia y varía según quiénes la realizan y a qué instituciones estén asociados. De todas formas, esto ocurre también con otras expresiones artísticas recientes, ya que no debe olvidarse que si bien el arte digital tiene varias décadas de existencia, aún es joven en comparación a otros movimientos. 

El nacimiento del arte digital y su historia

Entre quienes estudian la historia del arte, hay cierto consenso sobre el nacimiento del arte digital. El mismo está atado al surgimiento de las computadoras, que para la década de 1950 ya tenían la capacidad de procesar sonidos e imágenes. 

En esa línea, se suele señalar al año 1953 como el nacimiento del arte digital porque fue en ese momento que se llevó a cabo una exhibición en el Sanford Museum de Cherokee, ubicado en Iowa, Estados Unidos, en el que las piezas eran gráficos generados por una máquina electrónica. Ese espacio es considerado como el puntapié del arte digital, que desde entonces se extendió por los Estados Unidos y durante las décadas de 1960 y 1970 empezó a desarrollarse en otros países. 

Charles “Chuck” Csuri, el padre del arte digital

Durante todos esos años, muchos artistas se destacaron por utilizar formatos digitales para llevar a cabo sus obras. Sin embargo, se suele señalar a Charles “Chuck” Csuri como “el padre del arte digital”, ya que no solo experimentó con gráficos de computadora, sino que para mediados de la década del 1960 ya trabajaba con animación. La primera obra que realizó con esta técnica fue Hummingbird y para llevarla a cabo utilizó una IBM 1130. Con esta máquina Csuri pudo dibujar un colibrí luego de realizar 30 mil imágenes que lo llevaron a finalizar con unas 25 secuencias en movimiento. 

Con el paso de las décadas, los avances tecnológicos se volvieron aún más notorios y la interactividad empezó a incluirse en las obras digitales. Ese proceso tuvo su punto más álgido a mediados de la década de 1990 con la aparición del Net Art, un movimiento artístico que creaba piezas exclusivamente para Internet. Su máximo exponente fue el esloveno Vuk Cosic y su trabajo mezcló tanto imágenes como sonidos y textos para explotar todas las capacidades que ofrecía la red. 

El Net Art fue considerado como una de las grandes revoluciones dentro del arte digital y se expandió casi a la misma velocidad que Internet. Quizás hoy seguiría teniendo la misma popularidad si no fuera por el surgimiento de los NFT, o tokens no fungibles, que han vuelto a cambiar la perspectiva sobre esta disciplina gracias a las ventajas y beneficios que ofrece su tecnología de base: blockchain. 

Qué son los NFT y cómo influyen en el arte digital

Los NFT, non fungible tokens por sus siglas en inglés, son representaciones inequívocas únicas, no intercambiables e imposibles de replicar porque tienen una certificación descentralizada que pueden crearse a partir de la tecnología blockchain. En ese sentido, utilizan la misma base que las criptomonedas, pero estas pueden fraccionarse, mientras que los NFT no. Uno de los primeros usos que se encontró para estos activos digitales fue artístico. 

Todas las características mencionadas de los NFT generaron que muchas personas vieran un gran valor en llevar obras, cartas coleccionables y otros objetos populares a blockchain para convertirlos en token no fungibles que al ser únicos y exclusivos pueden tener un gran valor de venta. Fue así como, por ejemplo, en febrero de 2021 el meme de Nyan Cat fue tokenizado y vendido por 600 mil dólares.

Al observar esto, varios artistas intuyeron una posibilidad de comercializar sus obras a través de un nuevo sistema. Fue el caso del artista digital Mike Winklemann, cuya obra NFT “Everydays: The First 5000 Days” fue subastada por 69.3 millones de dólares. La pieza en sí misma es un collage de cinco mil piezas de Beeple, el pseudónimo de Winlemann, y al ser comprada por esa cantidad de dinero llamó la atención de galerías de arte y medios de comunicación por igual. 

Un boom durante 2021

Durante 2021 hubo un boom por las obras digitales NFT y se estima que el valor de este mercado durante ese año fue de 15 mil millones de dólares. El 2022, marcado por la baja de precios de las principales criptomonedas y el colapso de varias compañías del sector, mostró una historia totalmente distinta en la que ya no hubo tanto interés por estas piezas digitales.

De todas formas, esto no desanima a los artistas que siguen experimentando con esta tecnología por varias razones. La primera es la expansión que ofrece a sus ideas y la llegada global que pueden tener. Y la segunda se relaciona con lo comercial porque, a diferencia del sistema tradicional, ya no solo pueden ganar dinero con la primera venta. Como los NFT son trazables y únicos, se puede establecer un porcentaje de ganancia en el mercado secundario a través de un smart contract que se ejecuta automáticamente. Es decir que si el primer comprador le vende su NFT a una segunda persona, un porcentaje, que puede ser 5%, 10% o la cantidad que se haya fijado en la venta inicial, se destina al creador directamente. 

Cómo se usa el arte digital 

El arte digital se utiliza a través de la implementación de técnicas de programación que permiten llevar a cabo acciones en el plano digital que concluyen con obras originales y distintos resultados visuales. Para lograr esto, es necesario contar con una computadora o dispositivo que ejecute tales operaciones y que posteriormente pueda exhibir o enviar la pieza a una determinada plataforma de exposición. 

En general, las computadoras suelen servir tanto para generar como para consumir arte digital, ya que con algunas especificaciones normales, como contar con buena capacidad de memoria y de memoria RAM, ya es posible conseguir los resultados deseados. En la actualidad, la mayoría de los programas informáticos tienen versiones en aplicaciones para ser descargadas y utilizadas en los celulares, por lo que los smartphones también se han convertido en elementos claves para la expansión masiva del arte digital. 

Sin embargo, los aparatos que han logrado imponerse en este sector, sobre todo para los artistas, son las tabletas gráficas. Su facilidad de uso y transporte son beneficios altamente aprovechados por quienes producen arte a través de dispositivos. Además, el desarrollo de lápices ópticos para dibujar y escribir sobre las pantallas facilitó mucho la tarea de los creadores. Los expertos destacan que el software IbisPaint es uno de los mejores para pintar sobre tabletas porque permiten a los creadores e ilustradores digitales una mayor precisión de los detalles en los dibujos digitales y además recrea un mayor rango de formatos y texturas para ser utilizados a la hora de activar la imaginación.  

Escultura, fotografía y pintura digital 

La tecnología y los dispositivos han avanzado a tal punto durante el último siglo que en la actualidad pueden ser aplicados casi a cualquier rubro. En lo que respecta al arte, esto se observa en la variedad de disciplinas que pueden utilizar soportes digitales para experimentar y expandir su trabajo, como es el caso de la escultura, la fotografía y la pintura digital. 

Escultura digital 

En estos momentos existe una categoría de artistas llamada escultores digitales que implementan distintos software, en general para realizar modelos en 3D. Gracias a estos programas, son capaces de diseñar nuevas piezas que van más allá de las figuras tradicionales con el objetivo de exponerlas y distribuirlas a través de distintas plataformas o galerías virtuales. 

A su vez, muchos utilizan dispositivos novedosos como las impresoras 3D para llevar esos modelos digitales a la realidad física y así exponerlos en museos o galerías. Incluso hay ingenieros que desarrollaron máquinas de escultura digital que tienen características particulares para ayudar a los artistas a obtener piezas más acabadas y fieles a su concepción creativa. 

Una de las propuestas más llamativas en relación con esta disciplina es la exposición “What we call art” que consiste en una galería virtual donde no solo están las obras, sino que además puede percibirse su volumen a partir del movimiento del mouse. 

Fotografía digital 

El desarrollo de distintos programas permite la creación de imágenes digitales a través de un ordenador. Además, es posible escanear una fotografía de un papel físico para luego intervenir ese contenido y generar una nueva pieza artística. Por lo tanto, la fotografía digital no solo aplica a la posibilidad de tomar imágenes con dispositivos como los smartphones, sino también a todas las posibilidades creativas que existen gracias a los avances tecnológicos. 

En lo que respecta a las imágenes digitales creadas con ordenadores, hay distintas posibilidades que se inscriben dentro del arte digital. La primera de ellas es el gráfico 2D que permite dibujar sobre la pantalla de un dispositivo y el resultado final puede simular la textura de un lápiz, lapicera, fibrón, etc.

Por otro lado, existen los gráficos 3D por computadora donde la pantalla se convierte en una especie de portal hacia un entorno virtual en el cual se pueden ubicar los objetos que posteriormente serán “fotografiados” por la propia computadora.  

Finalmente, la tercera posibilidad que muchos artistas escogen en la actualidad es la de generar arte, ya sea 2D o 3D, con base en la ejecución de un algoritmo. Esto es llevado a cabo por un programa que se instala en el ordenador y, en cierto punto, es un arte realizado 100% por la computadora y nativo de ella porque sin su existencia no sería posible llegar a la obra final. 

Pintura digital 

La pintura digital difiere de la pintura tradicional en el soporte que se utiliza para llevar a cabo la obra. En la primera de ellas, se implementa un software que recrea formatos y texturas de los distintos materiales. Es decir, los píxeles que se observan en la computadora, la laptop o la tablet equiparan a la perfección a un pincel, una brocha, un óleo y hasta un aerosol. 

Quienes utilizan estas herramientas digitales también pueden ajustar los tamaños y los efectos visuales de la misma forma que lo haría un pintor con su obra física. Estos programas se han hecho tan populares y fáciles de utilizar que hasta niños pequeños los implementan en las escuelas en espacios de esparcimiento y de aprendizaje. En lo que respecta a los artistas, muchos optan por ellos para practicar técnicas antes de llevarlas al mundo sensible y otros directamente traspasaron su trabajo allí y exponen y comercializan estas piezas digitales. 

Qué es el software art y el arte procedural 

Los avances tecnológicos han permitido la diversificación del arte digital. Dentro de esas ramas, una que gana popularidad constantemente es el software art o arte del software. En la misma es el propio software, realizado a base de un código, el que es considerado como la obra de arte y el programador que lo crea, el artista. 

Esta concepción no se limita solo a Internet porque la obra de arte, en este caso el software, puede ser ejecutada en cualquier entorno de hardware. Además, la creación del programa puede ser solo un componente de una obra más extensa que da como resultado un objeto estético existente en un ordenador o en una página web. 

“Sacar el código del contexto usual del software y verlo en un contexto artístico, provoca una forma diferente de pensar acerca de la web, el software y el concepto mismo de la red. Todas estas cosas son ahora un fenómeno cultural”, reflexiona Hernando Barragán, un artista y diseñador colombiano que investiga sobre el arte digital y sus distintas ramas.

Y agrega al respecto: “La curiosidad por revelar los mecanismos por los cuales el computador produce sus ilusiones como parte de una obra de arte o de una nueva tecnología, trajo consigo lo inevitable: revelar el código, revelar las estructuras que hacen posible la magia. Así que, ¿cómo interactuar con todas estas cosas?”. 

El software art: una obra de arte en sí misma

En esa línea, los artistas que indagan y experimentan con el software art entienden al programa no solo como una idea para resolver una determinada situación, sino como una obra de arte en sí misma. Por ese motivo, al momento de escribir el código base se utilizan determinados conceptos de arte digital que sirvan para darle un sentido al panorama y al planeamiento del proceso.

Objetivos del arte procedural

Otra vertiente del arte digital que ha ganado adeptos en las últimas décadas es el arte procedural. Esta rama o metodología tiene como objetivo que todos los pasos y sistemas utilizados para llegar a la obra final sean informáticos. Si bien el artista puede elegir distintos parámetros y variar los dispositivos implementados, la pieza resultando debe ser 100% digital, a diferencia de otras que pueden tener mezclas o fusiones con elementos del mundo físico

En el arte procedural por lo general se suelen utilizar programas o software para ejecutar algoritmos y ecuaciones de forma aleatoria que dan como resultado una imagen o sonido. Esto suele escucharse en la música electrónica por ejemplo, u observarse en la literatura cut-up, un género en el cual se realizan recortes del texto para luego reordenar aleatoriamente. 

Estudios y licenciaturas de arte digital, dónde cursarlos

En la actualidad, el arte digital se ha extendido en todo el mundo y genera el interés de millones de espectadores. Por ese motivo, las principales instituciones artísticas de cada país incluyen esta disciplina en sus programas de estudio. Desde escuelas hasta terciarios, museos y universidades, quienes quieran sumergirse en este tipo de arte, pueden encontrar clases, cursos, carreras y licenciaturas que lo abordan desde distintos ángulos y análisis. 

Por otro lado, como el arte digital hoy es entendido como un todo que incluye también a la fotografía, la moda, el teatro y el cine, existen especializaciones en cada una de esas vertientes artísticas para sumar lo digital a sus obras. Por lo tanto, no importa la ciudad o el país en el que la persona se encuentra, las opciones para conocer e informarse sobre el arte digital afloran de las instituciones de la misma manera que lo hacen las obras ya sea a través de Internet o espacios más tradicionales como las galerías y los museos. 

Artistas destacados en arte digital

Durante los últimos setenta años, cientos de artistas digitales reconocidos han experimentado con el arte digital. La cantidad de obras realizadas a partir de software y algoritmos ha ido en aumento y en la actualidad incluso existen exhibiciones de piezas llevadas a cabo con inteligencia artificial. De todas formas, hay un puñado de creadores que han logrado destacarse por sobre el resto. 

Charles “Chuck” Csuri

El primero de ellos es Charles “Chuck” Csuri, quien a mediados de la década del 1960 ya trabaja con animación. Su obra Hummingbird fue una de las primeras en realizarse con este soporte y requirió la utilización de una IBM 1130. En total, Csuri, quien es considerado por mucho como “el padre del arte digital” consiguió 30 mil imágenes que generaron 25 secuencias en movimiento de un colibrí. 

George Ness

Otro gran exponente del arte digital es George Ness, un alemán nacido en 1926 que no solo realizó trabajos prácticos sobre arte digital, sino que también teorizó sobre el mismo para iniciar una documentación histórica de la disciplina. Entre sus exposiciones más destacadas se encuentra una de 1965 junto a Michael Noll y Friedrich Nake con piezas hechas con gráficos de computadoras. 

Yves Netzhammer

Por otro lado, el suizo Yves Netzhammer, nacido en 1970,  también logró imponer su obra digital y gracias al período histórico en el cual trabajó pudo profundizar su técnica ante avances como la animación 3D. Con un trasfondo surrealista, este artista combinó elementos gráficos con efectos musicales para generar distintas historias que envolvían a los espectadores. 

Manfred Mohr

Nacido en 1938, también en Alemania como Ness, Manfred Mohr es reconocido por llevar el cubismo y los hipercubos al arte digital. Uno de los puntos más altos de su carrera ocurrió en 1971 cuando esas piezas fueron exhibidas en el Museo de Arte Moderno de París. 

Si bien existen más ejemplos de destacados creadores de arte digital, el último para mencionar es el estadounidense Myron Krueger. Nacido en 1942 se destaca por incluir la interactividad con el público en sus obras artísticas y digitales. Esto se observa en “Pequeño planeta”, uno de sus trabajos más populares a nivel global, donde hay un pequeño globo terráqueo que las personas pueden sobrevolar rápidamente. 

Por Agustín Jamele.

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Redactor

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