En este último tiempo hemos observado cómo la Inteligencia Artificial viene creciendo a pasos agigantados, a tal punto de comenzar a ser parte de la conversación de muchas personas que habitualmente no están interesadas en la tecnología. Especialmente, este fenómeno social se dio con la irrupción del chatbot inteligente ChatGTP, que provocó que otros grandes jugadores del sector apuraran la incorporación de IA para no quedarse atrás.
En Innovación Digital 360 hemos hablado mucho de los beneficios que puede aportar a la industria en general una tecnología como la IA y, en esta oportunidad, seremos un poco más “pesimistas” y ahondaremos sobre aquellos trabajos que podrían dejar de existir tal como lo conocemos con su llegada. Según Forbes US, serían:
Empleado de fábrica:
Desde 1962 existen robots en las fábricas, con General Motors siendo ese año el primero en introducir la robótica en sus plantas. Sin embargo, una cosa es utilizar robots para realizar tarea repetitivas o determinadas de una manera específica, una y otra vez, como por ejemplo mover objetos pesados o apretar pernos; y otra cosa es implementarlos para tomar decisiones. Ahí es donde la Inteligencia Artificial se hace más protagonista.
Hoy ya comienzan a verse en el mercado algunos casos de robots humanoides, como el caso de Optimus, de Elon Musk, que combinan ambos mundos – la robótica y la IA – y que pueden ser muy útiles para eliminar la necesidad de que los humanos realicen tareas repetitivas o peligrosas, siendo capaces de tomar decisiones o imitar su comportamiento.
Conductores de entrega
Con el crecimiento del comercio electrónico hemos observado cómo la logística de envíos y última milla ha crecido considerablemente. Desde hace tiempo que muchos trabajadores del sector se apoyan en IA y software de planificación como Google Maps para hacer las entregas. Esto no es una novedad. Sin embargo, la gran aspiración del sector es poder hacer que estos envíos se hagan de manera autónoma. Sin conductores humanos. Por eso las empresas más importantes del mundo como Google o Tesla están invirtiendo miles de millones de dólares para lograrlo. La proyección de acá a varias décadas, especialmente en los países más desarrollados, será que muchos conductores de entrega podrían quedarse sin trabajo.
Analistas de inversión
Al respecto, Forbes US describe que habitualmente en la industria financiera se utiliza una enorme cantidad de trabajo y mano de obra para recopilar, categorizar y analizar datos. Lo que hace que no solo haya posibilidad de errores sino también límites, por una cuestión lógica de la cantidad de información que puede procesar.
“Un simple número mal escrito en una hoja de cálculo puede arrojar un análisis detallado por la ventana. Es por eso que hay aplicaciones de inversión que aprovechan el poder de la inteligencia artificial para analizar más datos, de forma más rápida, y tomar decisiones basadas en cantidades masivas de datos históricos”, añade este medio.
Guardias de seguridad
Antes, para proteger un establecimiento, un edificio o una casa se confiaba en un personal de seguridad para que esté allí, con turnos rotativos, custodiando el lugar. Hoy, con el avance de la IA puede que no haga falta. Con las alarmas, los sistemas de reconocimiento facial o de patrones, se podría prescindir de la figura de un humano.
