La inteligencia artificial (IA) ha sido una palabra de moda en el mundo de los negocios durante varios años, pero parece que hemos alcanzado su punto máximo de interés e investigación en el último año. Esto viene con algunos desafíos, uno de ellos es separar la exageración de la realidad. Cada vez es más difícil determinar qué es realmente factible y qué es pura imaginación. Es por eso que las empresas necesitan una mejor comprensión de este fenómeno tecnológico.
Hace seis años, la Escuela de Negocios de Harvard anunció que, para que las organizaciones exitosas se mantengan en la cima y sus directores ejecutivos mantengan su trabajo, será necesario que encuentren una manera de aplicar la IA en sus negocios. Un avance rápido hasta hoy y parece que tenían razón: todos los jugadores en el campo empresarial están investigando cómo pueden optimizar sus operaciones mediante el uso de IA.
La gran pregunta es: ¿Dónde está el grial dorado? ¿Qué me garantizará el éxito?
La respuesta es: los datos y la forma en que los utiliza para diferentes casos comerciales. Muchas empresas tienen grandes cantidades de datos internos que aún no están en uso y deberían comenzar a actuar en consecuencia al mismo tiempo que consideran y analizan los datos externos. Los datos de afuera hacia adentro representan el 90% de los datos de la empresa. Esto puede parecer un trabajo duro, pero nunca ha sido tan fácil como hoy, gracias a la evolución de la tecnología.
Algunos pueden argumentar que con todos luchando por su “pedazo del pastel” de IA, necesitarías suerte para salir adelante. Y claro, la suerte siempre es un buen toque, pero para lograr el éxito, una buena estrategia integral es clave. No se puede aplicar IA en solo unos pocos casos de negocios y llamarlo transformación. Esto podría definirse como nada más que un incidente.
Para lograr una transformación y un éxito real y sostenible, se debe encontrar una manera de aplicar la IA a todos los aspectos del negocio y sus operaciones diarias.
¿Existe esto?
Por supuesto que sí, pero no existe una píldora mágica para ello. Requiere un enfoque estructurado con un análisis exhaustivo y una comprensión de los segmentos comerciales que pueden verse más afectados por la IA.
Otra cosa importante para recordar es que la IA no funcionará ni traerá resultados por sí sola: debe estar debidamente integrada en los procesos de la empresa, expuesto a través de herramientas apropiadas.
El éxito requiere un proceso constante y continuo de mejora y de pasar por fases que deben aceptarse como una parte necesaria de su cultura corporativa. Al final, tal vez la pregunta principal no debería ser quién lo hará primero, sino quién creará un valor real para su negocio con todo lo que la IA aporta.