Los ciberataques a compañías privadas y organismos estatales para robar información adquieren cada vez mayor protagonismo en Sudamérica y el mundo. De hecho, en América Latina, la mitad de las empresas de la región aseguraron haber sufrido algún tipo de ataque cibernético durante el año pasado.
El último caso que se hizo viral en la Argentina – por su gravedad- fue el ataque perpetrado por el grupo hacker conocido como “Medusa” a la Comisión Nacional de Valores, que exigió US$ 500.000 para no difundir los datos sensibles de los que se habían apoderado.
Hay un informe de IBM que detalla que el costo promedio por violación de información en 2022 fue el más alto de la historia, superando los US$ 4 millones a nivel mundial.
Al respecto, Matías Baíllo, Security Practice Manager para Argentina, Paraguay y Uruguay en Logicalis, subraya que la pandemia “potenció la cantidad de ciberataques realizados porque se abrieron más vectores de ataques”. En esa misma línea señala que “al incrementarse el trabajo híbrido también se sumaron más vulnerabilidades”.
“Hoy en día las empresas tienen el desafío de resguardar su infraestructura local, la de su personal que trabaja remoto y la información que poco a poco van migrando a la nube al digitalizarse”, añade
Cómo hacerle frente a esta problemática
Para lograr hacerle frente a esta problemática, desde Logicalis comparten con Innovación Digital360 que las compañías deben poner en marcha estrategias integrales de seguridad digital, lo que resulta complejo de llevar a cabo porque suman costos a los presupuestos anuales. Sin embargo, afirman que no hacerlo puede desencadenar dificultades dañinas tanto para las operaciones como para las experiencias de los clientes.
Implementar soluciones de seguridad
Que detecten los ciberataques y establezcan defensas que eviten la exposición de los datos resguardados. Este, que es solo el primer paso, resulta eficaz solamente cuando se apuntala con otras acciones y dinámicas laborales.
Ajustar las estrategias de ciberseguridad
El experto en ciberseguridad de Logicalis, Baillo, destaca que, más allá de las soluciones aplicadas, es importante ajustar las estrategias de ciberseguridad periódicamente y de manera proactiva. Esto se debe a que las amenazas evolucionan con rapidez y un abordaje rígido termina siendo poco útil.
“Es importante diseñar una estrategia con aristas a corto, mediano y largo plazo y hacer reservas de presupuesto”, reflexiona Baíllo. Y suma: “Sabemos que para las compañías es un costo, pero hay que verlo como una inversión. La seguridad se mide en todo lo que podés perder y no en todo lo que podés gastar”.
La escasez de recursos no implica el no desarrollo de una estrategia de ciberseguridad.
Los expertos recomiendan realizar una evaluación para determinar cuáles son las prioridades de protección dentro de la compañía. De esa manera se pueden poner en marcha soluciones específicas para esas áreas y luego expandir la planificación al resto de la empresa.
Para concluir sobre este aspecto, Baíllo subraya que eventualmente todas las compañías van a sufrir algún tipo de ciberataque y la diferencia recaerá en cómo se prepararon para mitigarlo rápidamente. “Es algo inevitable hoy en día y parte de nuestra tarea es desarrollar un plan, tanto técnico como comunicacional, para que cuando esto ocurra haya una mayor observabilidad de lo que pasa en la red, reducir al máximo los daños e intentar mantener la operabilidad”, comenta el experto.