En los últimos tiempos, las conversaciones en diversos círculos, sobre todo en el ámbito tecnológico, han estado dominadas por el fenómeno ChatGPT, un chatbot con Inteligencia Artificial desarrollado por OpenAI. Lo que cautiva a muchos es su notable capacidad para generar textos cargados de información en un tono y un formato que se asemejan mucho a la experiencia humana en diversos temas.
Su asombrosa capacidad para parecer realista y creíble ha dado lugar incluso a una carta conjunta de preocupación de Elon Musk y otros mil expertos en tecnología e investigadores, advirtiendo contra la búsqueda desenfrenada de avances en IA. A pesar de las controversias, numerosas empresas están ansiosas por explorar las auténticas posibilidades que ofrecen ChatGPT y otras aplicaciones similares de IA en el mundo corporativo.
Cómo la Inteligencia Artificial transforma a las empresas
Hace tiempo que muchas empresas han adoptado el poder de la IA, integrándola en sus operaciones diarias de diversas formas, desde bots de atención al cliente hasta sofisticadas plataformas de procesamiento de datos que proporcionan información de valor incalculable. Sin embargo, el incesante progreso de la tecnología abre nuevas vías más prometedoras y sofisticadas.
En TOTVS, nuestros equipos de desarrollo han estado experimentando activamente con ChatGPT entre bastidores. El objetivo es optimizar el desarrollo de software automatizando tareas como:
- Generación de código
- Creación de scripts
- Revisión del código
- Simulación de escenarios
- Documentación del código
Además, estamos explorando formas de hacer que ChatGPT sea accesible a los usuarios finales como un asistente, copiloto o guía fácil de usar, que facilite una ejecución más fluida de las tareas y mejore las experiencias generales de los usuarios.
Un enfoque humanista
Aunque sin duda la IA puede agilizar los procesos y aumentar la eficacia, nuestra perspectiva sigue centrada en la toma de decisiones impulsada por el ser humano. La tecnología sirve como herramienta para facilitar las tareas, pero debemos actuar con cautela, especialmente en cuestiones subjetivas que impliquen prejuicios e ideas preconcebidas.
Como sabiamente afirmó Eliezer Yudkowsky, el aclamado escritor y creador del término “inteligencia artificial amistosa”, el mayor peligro de la IA reside en las suposiciones prematuras de comprensión.
La llave para conocer al cliente
Nuestras exploraciones de la IA se extienden al análisis cognitivo del sentimiento, lo que nos permite evaluar el sentimiento en las respuestas de las encuestas NPS (Net Promoter Score) y CSAT (Customer Satisfaction Score). La IA ayuda a analizar los datos, priorizar las respuestas e identificar posibles tendencias, lo que conduce a una toma de decisiones más informada y a una mejor comprensión del cliente.
En el ámbito del marketing, las tecnologías de IA similares a ChatGPT ofrecen un enorme potencial. Analizando grandes volúmenes de datos históricos de campañas, se pueden descubrir valiosas ideas para maximizar la conversión, como los días y horas óptimos para captar segmentos específicos de audiencia. Además, la IA puede evaluar los clientes potenciales y crear un sistema de clasificación automatizado basado en la probabilidad y el valor estimado de las compras para cada público, desbloqueando importantes oportunidades de crecimiento de las ventas.
La IA: una fuerza de cambio continua para las empresas
Como ocurre con cualquier tecnología innovadora, el verdadero alcance y ritmo del impacto de la IA en las empresas siguen siendo inciertos. Sin embargo, no se puede negar que la IA seguirá configurando el panorama empresarial, independientemente de las controversias. Si adoptamos esta evolución en curso y fomentamos los esfuerzos de colaboración, podremos aprovechar todo el potencial de la IA para la mejora de la humanidad, impulsándonos aún más en nuestro viaje colectivo hacia el progreso.