El ecosistema AgroTech en la Argentina es relativamente nuevo: apenas supera los ocho años de antigüedad y cuenta, con suerte, con un centenar de startups; donde el 70% de las compañías facturan menos de US$1.5 millones de acuerdo a una investigación realizada por la Universidad Austral. Además, sólo el 57% del total de las empresas encuestadas vende soluciones a nivel nacional.
Pese a esa realidad, para Endeavor Argentina (red de emprendedores) el nacimiento y crecimiento de empresas AgroTech en el país representa una oportunidad. Lo mismo para el resto de los países de la región que están en vías de desarrollo y son agroexportadores. Entienden que, mediante el uso de la tecnología, Latinoamérica “puede ser competitiva en los mercados internacionales y reducir la brecha entre países desarrollados y en desarrollo”.
En 2019, previo a la pandemia de Coronavirus y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, cuatro de cada diez dólares exportados por Argentina fueron generados por el trigo, la soja y el maíz. Y no hay dudas que el surgimiento de estas startups que llegan al sector para aportar innovación y soluciones distintas, significan “una gran oportunidad para potenciarlo, optimizando procesos y diseñando estrategias innovadoras diferentes a la agricultura tradicional”.
La realidad del sector
Más allá del entusiasmo, hay una realidad que también marca a la industria y tiene que ver con una baja tasa de inversión. De la mano con esto, ARCAP, asociación sin fines de lucro que tiene el objetivo de promover el desarrollo de la Industria de Capital Privado en Argentina, señala que el AgroTech es uno de los receptores de capital más rezagados dentro del ecosistema de inversión de startups, recibiendo solo el 8% de estas (datos de 2021).
A su vez, el Latin American Private Equality & Venture Capital Association, el AgroTech se ubicó entre las industrias que tuvieron la menor cantidad de deals en 2019 – únicamente el 2%-, cuando las Fintech o las HealTech lideraron las inversiones con 22% y 9%.
“Algunas de las razones que lo explican son los largos ciclos de desarrollo, las ventas estacionales de los productos y las tasas de crecimiento más bajas en comparación con startups en otras industrias. A su vez, los capitales suelen ser bajos: el 91% de las compañías que recibieron fondos lo hicieron por menos de 1 millón de dólares”, dice Endeavor.
Hasta aquí, en su gran mayoría, las soluciones desarrolladas por estas startups van orientadas a optimizar la gestión tranqueras adentro y marketplaces para el agro.
Por otro lado, en cuanto a los emprendedores, Endeavor señala que el 80% de los emprendedores tiene experiencia previa en la industria, pero solo el 45% como emprendedor.
“Este hallazgo demuestra que el conocimiento previo que una persona tiene sobre la industria conduce al descubrimiento de oportunidades. Por otra parte, es un sector altamente profesionalizado. El 80% de los emprendedores tiene formación universitaria o de posgrado”, cierra.
Prohibida su reproducción total o parcial.