En las organizaciones, la gestión de recursos tecnológicos es fundamental, y esta responsabilidad recae en el CIO (director/a de sistemas de información -o “Chief Information Officer” en inglés-). Aunque estos expertos en tecnología solían centrarse en la coordinación de centros de datos hace cinco años, la naturaleza cambiante de los mercados y la adopción de tecnología en la nube han transformado su rol.
Otro tipo de quehaceres
Hoy en día, se requiere una visión más corporativa para adaptar el negocio a la transformación tecnológica y destacar en un mercado altamente competitivo. El CIO debe actualizarse constantemente y ampliar sus conocimientos en áreas de negocios y administración, lo que le permitirá asumir grandes desafíos y tener un impacto profundo en el negocio.
Anteriormente, el CIO se ocupaba de tareas técnicas, como la gestión de servidores, electricidad y aire acondicionado en los centros de datos locales. Con el cambio hacia la nube, estas funciones han quedado obsoletas. En cambio, el enfoque se ha desplazado hacia una estrategia que impulsa al negocio hacia sus objetivos mediante la innovación y la creatividad con el respaldo de la tecnología.
Qué esperar hoy en día de un/a CIO
Para tener éxito en esta nueva función, el/la CIO debe poseer habilidades clave:
– Alinear las inversiones tecnológicas con los objetivos de negocio de la organización, trabajando en estrecha colaboración con los jefes de áreas para apoyar la visión corporativa.
– Comunicarse eficazmente hacia arriba, siendo capaz de vender proyectos internamente y establecer relaciones claras con los fabricantes de tecnología.
– Ser selectivo y priorizar proyectos estratégicos que impacten en la utilidad y los objetivos de la compañía, contando con el apoyo de un equipo eficiente y teniendo siempre en cuenta que ningún conjunto de gente tiene capacidades infinitas.
– Delegar el micromanejo y concentrarse en cuestiones macro, confiando en profesionales competentes para gestionar las tareas que resulten más detalladas.
– Identificar los indicadores clave de rendimiento (“Key Performance Indicators” o “KPIs”) para cada proyecto y vincularlos a los objetivos de negocio, garantizando el éxito de las iniciativas.
Los CIO de hoy en día deben comprender ampliamente el negocio de la compañía y proponer proyectos que impulsen el rendimiento y la rentabilidad. Así, se convertirán en tomadores de decisiones y socios de negocio, líderes de la transformación e innovación en la empresa. En este contexto, el CIO se presenta como el superhéroe que preparará a la compañía para enfrentar futuros desafíos, incluida una eventual pandemia, mediante una estrategia tecnológica inteligente.