La Inteligencia Artificial se está convirtiendo rápidamente en una herramienta esencial en diversas industrias. Pero, ¿alguna vez se ha reflexionado sobre su impacto en el ámbito de la construcción? Sea cual sea la naturaleza del negocio, los propietarios siempre buscan métodos para optimizar sus operaciones y aumentar la eficacia. En el sector de la construcción, los posibles usos son sumamente intrigantes.
Un plan de mejora
La IA aporta una dimensión tecnológica a este campo tan arraigado en la práctica y la fuerza. Mediante el análisis de datos históricos, la IA, entrenada con amplios conjuntos de datos previos, puede examinar minuciosamente dichos datos para tomar decisiones bien fundamentadas. Entre los datos que puede categorizar se encuentran el tipo de proyecto, los promedios de tiempo de inactividad, el alcance de la labor, los métodos de entrega y más.
Y la IA no solo se refiere a la toma de decisiones inteligentes, sino que también abarca la planificación estratégica. Puede ayudar a las empresas constructoras a optimizar la asignación de recursos, gestionar plazos y, en definitiva, lograr una mayor eficiencia.
La interpretación de códigos y permisos de construcción puede ser un terreno complicado. Con la IA, el proceso de análisis de códigos de construcción se simplifica en gran medida. Puede identificar de manera ágil los códigos pertinentes, lo que ahorra a las empresas posibles problemas legales y asegura que cada proyecto de construcción cumpla con las regulaciones. De hecho, la IA puede simplificar la obtención de permisos de construcción, haciéndola más eficiente y menos complicada.
Cada proyecto de construcción atraviesa diversas etapas. La Inteligencia Artificial puede ofrecer apoyo en todas ellas, en gran medida gracias a las capacidades de las redes neuronales. La IA puede emplear estas redes para clasificar el progreso de diferentes subproyectos. Es como contar con un gerente de proyectos virtual que supervisa todo. Esto significa que puede identificar posibles problemas desde el principio, en lugar de reaccionar ante ellos.
Quizás la forma más crucial en que la IA puede contribuir en la construcción es mejorando la seguridad. Mediante el reconocimiento de imágenes, la IA puede detectar riesgos de seguridad, como trabajadores que no utilizan equipo de protección adecuado o condiciones peligrosas en el lugar de trabajo. La IA puede entrenarse para reconocer la forma en que deben llevarse a cabo las tareas y señalar desviaciones o peligros potenciales.
Incluso puede analizar el entorno de trabajo y los datos previos para prever los riesgos asociados con un proyecto. Esto puede ayudar a evitar situaciones peligrosas. Con un conjunto abundante de datos de construcción, la IA puede utilizar simulaciones para sugerir mejoras en las estructuras y diseños, con un enfoque en aspectos como la eficiencia energética y la calidad del aire.