Existen ciertos parámetros a la hora de comparar ambas soluciones que podrían llegar a simplificar la decisión de una organización de inclinarse por un servidor en la nube o uno propio. Por supuesto que aquí entrarán en juego las necesidades y objetivos que tenga en mente la compañía, así como también su capacidad económica y financiera.
¿Cuáles son estos parámetros?
Especialistas dedicados a la comercialización de soluciones informáticas orientadas al negocio del cliente, mencionan tres aspectos clave que colaborarán con resolución de este dilema:
Costos:
Al respecto, sostienen que un modelo basado en servidores propios es económicamente más caro que el basado en la nube, “considerando la adquisición del hardware, las licencias de software y demás”.
También apuntan que, si una empresa está en búsqueda de una solución in house, será fundamental “una buena conectividad, routers, switches, cables, sistemas de seguridad, extinción y refrigeración”. Asimismo, mencionan que los servidores locales consumen electricidad durante las 24 horas del día y requieren la presencia de personal especializado para un mantenimiento.
Como contracara, dice que los servidores en la nube son “mucho más económicos, ya que no implican inversiones iniciales de software e infraestructura ni de uso y mantenimiento. Basta con elegir un plan de servicio que se adapte a las necesidades de cada organización y dentro de este abono, estarán incluidas las plataformas, el almacenamiento y el soporte técnico permanente”, describen.
Implementación:
Poner en funcionamiento un servidor propio lleva un tiempo considerable y, además, para hacerlo se necesita de un espacio, que puede ser en un Data Center o en la organización. Al respecto, los expertos describen que los profesionales del área IT deberán prestar mucha atención a la instalación del software y la adecuación del hardware, que variará según la compañía.
Por otro lado, sostienen que la instalación de un servidor de almacenamiento en la nube “es inmediata”, argumentando que no se necesita ocupar espacios físicos y tampoco el involucramiento al cien por ciento de los especialistas de tecnologías de la información de la empresa.
Actualización tecnológica:
Éstos entienden que un modelo basado en servidores físicos correría el riesgo rápidamente de quedarse obsoleto o desfasado. Sobre todo, porque constantemente van surgiendo avances tecnológicos que modifican el panorama de los servicios IT. “Esto podría poner en jaque el crecimiento del negocio”. Como contrapartida, añaden que los servidores en la nube, por su parte, se actualizan de manera permanente, sin gastar dinero, tiempo ni esfuerzo adicionales.