La conectividad segura es tan fundamental para la vida de las personas como el agua y la electricidad. La digitalización de la vida estadounidense ya no es sorprendente, es ordinaria. Todas las industrias dependen de la informática, el almacenamiento en la nube u otro equipo digital para vender bienes y servicios. Los empleadores demandan cada vez más habilidades digitales avanzadas de la fuerza laboral. Mientras tanto, la vida individual de las personas a menudo gira en torno a Internet, ya sea en casa, en el trabajo o en movimiento.
Para abordar las posibilidades y el potencial de la banda ancha, tanto entidades privadas como públicas están construyendo redes en todo el mundo para satisfacer las necesidades de internet. Sin embargo, no tener acceso a redes de banda ancha avanzadas sería como estar sin electricidad.
Para las empresas, un ancho de banda robusto es la base para la innovación y la infraestructura clave necesaria para tener éxito y aprovechar las aplicaciones y beneficios de internet. Como publicó Forbes, las investigaciones demuestra una correlación directa entre el uso de aplicaciones de internet por parte de las empresas y el crecimiento de ingresos y productividad.
La batalla del futuro
A pesar de su importancia, la banda ancha aún está lejos de ser ubicua. Millones de hogares necesitan acceso a servicios de línea fija o inalámbricos de alta velocidad, y muchos más necesitan habilidades digitales o ingresos para utilizar servicios en línea. Los proveedores de servicios de banda ancha están liderando el renacimiento de las comunidades rurales. Al hacerlo, crean oportunidades sin precedentes para que los estudiantes, residentes y pequeñas empresas prosperen al tiempo que administran sus redes y funciones comerciales al menor costo operativo posible.
La implementación de redes de fibra óptica y la tecnología 5G sigue siendo una prioridad principal para los proveedores de servicios en todo el mundo. A medida que la penetración sigue siendo baja en ciertos mercados, incluido Estados Unidos, existen oportunidades para obtener rendimientos en la implementación de 5G.
La necesidad de procesamiento de datos de baja latencia crecerá junto con la adopción de internet de alta velocidad. Las firmas de capital privado y los compradores pueden generar valor invirtiendo en proyectos de infraestructura a gran escala destinados a expandir el acceso a estas tecnologías. La demanda del usuario final de conectividad y dispositivos de última generación sigue siendo alta.
Se dice que el 60% de las empresas en todo el mundo usarán simultáneamente al menos cinco tecnologías inalámbricas para 2025. El nivel significativo de dependencia operativa de la tecnología inalámbrica impulsará la inversión y la competencia continuas en el espacio.
Por su parte, América del Norte y Europa han impulsado históricamente la mayor parte de la actividad global en la industria, una tendencia que continuó hasta la fecha. En Estados Unidos, los esfuerzos recientes para fortalecer la infraestructura incluyen la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleo de 2021. Esta legislación estableció el Programa de Equidad, Acceso e Implementación de Banda Ancha (BEAD), que dirigirá $42.5 mil millones en subvenciones estatales para expandir el acceso a Internet de alta velocidad.
Se están realizando esfuerzos audaces por parte de los gobiernos estatales para mejorar el acceso a la banda ancha, ya que esta está cada vez más entrelazada con las funciones diarias de la vida moderna. Está transformando la agricultura, respaldando iniciativas de desarrollo económico y es una pieza fundamental de los esfuerzos para mejorar la atención médica y modernizar el transporte. Pero la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) estima que 21 millones de estadounidenses aún carecen de acceso a la banda ancha. Otras fuentes colocan esta cifra tan alta como 162 millones.
Las comunidades sin un servicio de Internet de alta velocidad confiable citan una brecha creciente entre los recursos y oportunidades disponibles para sus residentes y los de comunidades que tienen una red robusta. Reconociendo la importancia de la banda ancha y respondiendo a tales frustraciones, los estados buscan cerrar esta brecha. La mayoría ha establecido programas para expandir la banda ancha a comunidades que carecen de ella o que están mal atendidas.