El Open Banking crece en Latinoamérica, pero su desarrollo está ocurriendo de forma desigual dentro de la región. El país más destacado, sin dudas, es México, quien hace un tiempo decidió aprobar un marco regulatorio similar al de Europa. En Colombia la realidad es otra, aunque ya está sentando las bases para lo que viene.
México
Sobre la situación de México, Isabel Cabrero, Head of Marketing & Communications, describe que en marzo de 2020 la Comisión Nacional Bancaria y de Valores publicó las primeras reglas del Open Banking, contempladas en la Ley Fintech. Sin embargo, desliza que “aunque la regulación está avanzada todavía hay incógnitas sobre la implementación y se han producido retrasos en los plazos establecidos”.
Más de 2.200 entidades financieras en México ya deberían haber implementado APIs para intercambiar ‘datos abiertos’ con terceros. “Esta fase se centró únicamente en datos públicos como los de la ubicación de los cajeros automáticos y la información sobre los productos que ofrece cada entidad financiera”, añade Cabrero. Se espera que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores anuncie este segundo conjunto de normas este año.
Colombia
Respecto a la situación de Colombia, dice que la regulación del Open Banking aún se encuentra en una etapa temprana de desarrollo, aunque subraya que a finales de 2021 se publicaron una serie de documentos que asientan las bases preliminares para su funcionamiento. “En el caso de este país se está optando por un modelo de Open Finance que, además de facilitar que se puedan compartir datos bancarios mediante APIs (como plantea el open banking) contempla también incluir datos procedentes de otras entidades financieras”, describe.
En octubre de 2021, la Unidad de Regulación Financiera publicó un documento que describe las reglas generales para implementar el Open Finance en el país y sugiere una intervención regulatoria. ”Paralelamente, este documento sirvió de sustento técnico para la elaboración por parte del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de un proyecto de decreto en torno al Open Finance, que se publicó también en octubre de 2021”, añade Cabrero.
Según la ejecutiva, esta propuesta de decreto supone el primer paso firme por parte de los reguladores en Colombia para hacer oficial la puesta en marcha de estos modelos. “El próximo paso llegaría en marzo de 2022 cuando se espera que se publique la versión final de este decreto tras el periodo abierto de consulta. Una vez publicado, el decreto sería llevado para su votación a la cámara del congreso para convertirse en ley oficialmente. Si bien estos los plazos podrían sufrir retrasos”, cierra.