La lucha contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo está lejos de llegar a su fin. Por el contrario, un contexto en el que las transacciones financieras son cada vez más complejas la convierte en una de las principales preocupaciones para las autoridades. Por esta razón, es esencial avanzar hacia una regulación sólida y una vigilancia sin precedentes.
Según Naciones Unidas, se considera lavado de dinero al delito que consiste en ocultar el origen ilícito de bienes y recursos obtenidos a través de actividades ilegales con el fin de conseguir ganancias para un individuo o grupo criminal. En otras palabras, su objetivo es hacer que los activos parezcan fruto de actividades legítimas cuando no lo son, por lo que representa una amenaza significativa para la integridad del sistema financiero y económico internacional.
Según los datos de la ONU, el monto total de fondos blanqueados a nivel mundial representa entre el 2% y el 5% del PBI global, lo que equivale a una cifra anual que oscila entre los 1,6 y los 4 billones de dólares. En Argentina, la Evaluación Nacional de Riesgos de Lavado de Activos estima que el umbral inferior anual para el delito de lavado de activos supera los mil millones de dólares. No obstante, recientemente se identificaron las tres preocupaciones fundamentales que supone su existencia.
Las principales amenazas del lavado de activos
Según la última Evaluación Nacional de Riesgos de Lavado de Activos y de Financiamiento del Terrorismo y Proliferación de Armas de Destrucción Masiva, realizada por la Unidad de Información Financiera (UIF), las principales amenazas en este campo son:
La falta del Enfoque Basado en Riesgos (EBR)
Esta es la primera recomendación que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) exige como parte de sus estándares internacionales. “Las empresas presentan dificultades a la hora de aplicar el EBR y eso puede llevarlas a tener una serie de problemas que pueden desencadenar en pérdidas financieras y daños graves a la reputación”, explica Martín Piñeiro, Director de Worldsys, firma especializada en el desarrollo de soluciones regtech.
La dificultad de identificar a los Beneficiarios Finales
los Beneficiarios Finales son las personas naturales que poseen el control final de una entidad, y la UIF considera primordial identificarlos para garantizar la transparencia en las operaciones financieras y evitar el uso indebido de estas estructuras con fines ilícitos.
La dificultad de identificar a las cuentas que operan con criptoactivos
En estos casos, la situación es más compleja porque falta un marco normativo que regule el uso de estos activos virtuales, pero también se enfatiza en la necesidad de identificar a las cuentas que operan con cripto.
El rol de la tecnología
Si bien la lucha contra el lavado de dinero se intensifica cada vez más, las nuevas tecnologías pueden ser cruciales para el abordaje de estos desafíos. Tal como indica Martín Piñeiro, “Las soluciones regtech permiten automatizar y mejorar la gestión de riesgos y el cumplimiento regulatorio. Al utilizar herramientas avanzadas como el análisis de datos, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, las empresas pueden monitorear de manera eficiente las transacciones, identificar riesgos potenciales y garantizar el cumplimiento en tiempo real. Esto ayuda a evitar sanciones de los organismos de control y detectar irregularidades con mayor precisión, lo que es fundamental en un contexto de constantes cambios y regulaciones crecientes”.