En una entrevista reciente con InnovaciónDigital360, Alejandro Bianchi, fundador de LIVEWARE, ofreció su visión sobre el notable crecimiento que experimentó la industria del software en Argentina. Con un aumento del 94.5% en ventas locales y un 17.6% en ventas internacionales durante 2022, el sector también vio un incremento del 6.8% en empleo. Bianchi atribuyó estos resultados al carácter omnipresente del software, que se volvió fundamental en prácticamente todos los sectores económicos, aún en medio de dificultades económicas.
No obstante, Bianchi identificó varios desafíos significativos para la industria. Destacó, principalmente, la necesidad de desarrollar un “recurso humano” bien capacitado que pueda responder a las demandas del mercado. A su vez, resaltó la problemática de la retención de talentos, donde las diferencias en el tipo de cambio motivan a los profesionales a buscar oportunidades laborales en el exterior, lo cual complica la gestión de equipos locales. Además señaló que, a pesar de los programas de capacitación impulsados por entidades como la CESSI, la demanda de profesionales especializados sigue superando a la oferta disponible.
La conversación también se centró en la influencia de la inteligencia artificial en el sector del software. Bianchi habló sobre las aplicaciones prometedoras de la IA en distintas industrias y subrayó la necesidad de adaptar las estructuras empresariales y los modelos de negocio para integrar nuevas tecnologías y roles profesionales.
En este contexto, consideró que la colaboración con empresas internacionales y la innovación constante serán cruciales para potenciar el crecimiento y la visibilidad global de la industria del software argentina, a pesar de los desafíos económicos y regulatorios vigentes.
¿Cómo viene evolucionando la industria del software en Argentina en los últimos años y cuáles son los factores clave que impulsaron este cambio?
La industria del software ha sido la única que ha venido creciendo, tanto en facturación como en creación de empleo, durante los últimos años. Según las estadísticas disponibles, este sector creció un 94.5% en ventas locales, un 17.6% en ventas al exterior y un 6.8% en empleo durante 2022 con respecto al 2021. Ahora, cuando salgan los datos de 2023, seguramente serán muy alentadores.
¿Por qué creés que es así?
Nuestro sector, a pesar de los vaivenes económicos, sigue creando empleo de calidad de manera sostenida porque somos una industria joven que atraviesa a todas las industrias (hay que pensar mucho para encontrar un sector de la economía que no necesite del software para sus operaciones). También, la demanda que proviene del exterior nos da una importante oportunidad para insertar empresas en el mercado global y, por último, hay un enorme conjunto de emprendedores que están fundando nuevas empresas para satisfacer la demanda en diferentes áreas.
¿Qué retos considerás que son los más significativos para los desarrolladores de software en Argentina actualmente?
Más allá de la necesidad de una economía estable, sin inflación, el mayor reto es el de consolidar una oferta de recursos humanos bien formados que pueda satisfacer la demanda que tienen las diferentes empresas del sector. Por otro lado, las diferencias en el tipo de cambio alienta a los profesionales a buscar oportunidades en el exterior que, sin moverse de su casa, pueden trabajar para cualquier país ganando salarios en dólares que son imposible pagarlos para las compañías locales, lo que genera problemas al momento de reclutar y sostener equipos de trabajo. Si bien la CESSI articulando programas de formación como el SAAF y algunos convenios con el gobierno, generan recursos formados, no llegan a satisfacer toda la demanda; pero vamos camino a lograrlo.
¿Cómo influye la economía local en el crecimiento y la sostenibilidad de las empresas de software argentinas?
Si bien la industria continúa creciendo a pesar de los problemas económicos, creo que la inflación es uno de los mayores problemas que enfrentamos las empresas locales. En un contexto inflacionario resulta complejo planificar y, además, aparece un conflicto difícil de resolver entre salarios y precios de los servicios de las empresas. Si estuviésemos en un contexto de estabilidad económica, la industria del software podría incrementar la generación de riqueza con productos y servicios sustentables.
¿Qué papel juega el talento argentino en el desarrollo de software a nivel global y cómo podemos potenciarlo?
Como en muchas otras disciplinas, el talento argentino es muy valorado en el exterior. Es interesante cómo se pueden encontrar argentinos trabajando en las grandes tecnológicas globales. También, las empresas argentinas desarrollan productos y servicios de alto valor agregado gracias a este talento, pero el desafío es crecer y tener mayor presencia global. Para eso – y atentos a que más del 80% de las empresas argentinas son Pymes – se hace necesario encontrar mecanismos innovadores para aumentar las capacidades de las compañías. La asociatividad es una gran posibilidad de integrar empresas para poder ser más competitivas en el mercado mundial.
¿De qué manera las políticas gubernamentales afectan al sector del software en Argentina y qué cambios sugeriría para fomentar su crecimiento?
Durante los últimos años, los gobiernos identificaron a nuestra industria como algo relevante para la generación de riqueza. En ese sentido, la primera ley de promoción de software y la actual Ley de Economía del Conocimiento, son activos que contribuyen a consolidar y hacer crecer al sector, pero al igual que otras industrias, se hace necesario modernizar las leyes laborales para adecuarlas a un mundo en donde la tecnología está cambiando paradigmas.
Por otro lado, es necesario definir estrategias de financiamiento para empresas de software. Es otro desafío, dado que nuestros activos son intangibles.
¿Cuál es su visión sobre la colaboración entre empresas de software argentinas y actores internacionales?
La colaboración entre empresas argentinas y empresas globales se da en varias formas: a través de un parternship para productos o proyectos de I+D a través de convenios específicos. Pero lo que también se está dando es la adquisición de empresas argentinas por parte de compañías con presencia global, que buscan estar en la región para aprovechar sus ventajas económicas. Y en el caso de Argentina, el valor de nuestro talento. En general, y es una opinión personal, si la Argentina no logra estabilizar su economía con una visión consensuada de largo plazo, cada vez más empresas pasarán a manos de empresas extranjeras.
En el contexto de la inteligencia artificial, ¿qué aplicaciones específicas ve más prometedoras para la industria del software en Argentina?
La IA está hoy en el punto más alto de la atención y su aplicación cubre todas las industrias y sectores sociales. Estamos frente a un cambio disruptivo a través de esta tecnología. Hoy está siendo aplicada en finanzas, seguros, retail y muchos más, dando grandes oportunidades para nuestras empresas. También, hay grandes oportunidades para mejorar y optimizar sistemas tradicionales aplicando IA. Las empresas deberán incorporar nuevos roles (científicos de datos, ingenieros en IA, Arquitectos de datos y otros) para poder satisfacer la demanda que se vendrá en un futuro cercano.
¿Cómo puede la industria del software en Argentina adaptarse y aprovechar las oportunidades que presenta la IA para mantenerse competitiva a nivel internacional?
El foco del 17 Encuentro Empresarial de la CESSI fue “reinventando la industria en la era de la IA”, y se debatieron los cambios que las empresas deberán incorporar, tanto en sus equipos de desarrollo como en sus modelos operativos de negocios. Estos cambios serán inevitables y le darán a las empresas mayor capacidad para generar valor en productos y servicios. Pero no hay que olvidarse que la IA, en algún momento, será regulada en alguna forma, a través de una ley (tal como la aprobada en la UE) o a través de estándares y recomendaciones. y esto impactará también en lo que se podrá o no hacer con IA y cómo lo ofrecemos al mercado global. Son tiempos interesantes de cambio en donde no podemos tener certezas firmes de cómo evolucionará esta tecnología y los cambios que producirá en nuestra sociedad en su conjunto.