En la investigación y construcción de una estrategia tanto nacional como europea para la seguridad energética, el hidrógeno verde está llamado a desempeñar un rol cada vez más relevante. En particular, su producción requiere una importante capacidad de generación a partir de fuentes renovables, y en este sentido, la agrivoltaica juega un papel fundamental.
El hidrógeno verde, obtenido a través de la electrólisis del agua utilizando energías renovables como la agrivoltaica, no emite gases de efecto invernadero durante su combustión. Esto lo convierte en una solución clave para diversificar las fuentes de energía y crear condiciones favorables para una producción con bajas emisiones de CO2.
La agrivoltaica y el mundo agrícola
Desde la perspectiva del sector agrícola, la agrivoltaica ofrece una oportunidad de desarrollo económico, ya que permite combinar la producción agrícola tradicional con la generación de energía fotovoltaica. Este enfoque no solo contribuye a la eficiencia y sostenibilidad del sector, sino que además favorece un nuevo equilibrio económico para las empresas.
Ventajas del hidrógeno verde en la transición energética
El hidrógeno verde aporta una serie de beneficios clave en el marco de la transición energética. Se destacan cuatro áreas principales:
- Descarbonización: Es una herramienta eficaz para reducir emisiones en sectores industriales complejos y altamente demandantes de energía.
- Versatilidad: Su uso es amplio, desde la movilidad sostenible, particularmente en el transporte pesado, hasta su aplicación en la producción industrial y eléctrica.
- Diversificación energética: Ayuda a diversificar las fuentes de energía, mejorando la seguridad energética.
- Sostenibilidad a largo plazo: Contribuye a alcanzar los objetivos climáticos y abre nuevas vías de innovación dentro de la economía baja en carbono.
Uno de los principales beneficios del hidrógeno verde es su capacidad de almacenamiento y transporte, lo que lo convierte en una solución para uno de los mayores desafíos de las energías renovables: la variabilidad de la producción. Además, promueve el desarrollo de la economía verde, creando empleo y fomentando el avance tecnológico en energías limpias.
Agrivoltaica: clave para la producción de hidrógeno verde
La sinergia entre la producción agrivoltaica y el hidrógeno verde es prometedora. La energía limpia generada por sistemas fotovoltaicos en entornos agrícolas no solo puede alimentar electrolizadores para producir hidrógeno verde, sino que también protege los cultivos y optimiza el uso del suelo, favoreciendo la sostenibilidad energética y agrícola.
En lugar de competir por la tierra, la agrivoltaica busca coexistir con los cultivos. Desde viñedos hasta plantaciones de frutas y hortalizas, los paneles solares no solo generan electricidad, sino que también protegen los cultivos del clima adverso y reducen la necesidad de riego, al limitar la evaporación del agua.
La Unión Europea ya lanzó medidas específicas para apoyar la energía fotovoltaica en la agricultura, con subsidios disponibles hasta 2026. Este impulso a la agroenergía está en el centro de una intensa investigación que busca formas de compatibilizar la producción agrícola y la energía renovable.
La agrivoltaica en la agricultura sostenible
La integración de la energía agrivoltaica en los sistemas agrícolas trae una serie de beneficios para las nuevas formas de agricultura y el desarrollo sostenible. Los ejemplos de sistemas agrivoltaicos, diseñados para coexistir con la producción agrícola, no solo permiten generar ingresos a través de las energías renovables, sino que también brindan protección a los cultivos mediante las estructuras que sostienen los paneles fotovoltaicos.
Desde una perspectiva empresarial, la diversificación de las fuentes de ingresos, al sumar los provenientes de la energía a los de la producción agrícola tradicional, les permite a las empresas lograr mayor estabilidad. Además, les da herramientas más eficaces para enfrentar los riesgos asociados al cambio climático.
Hidrógeno verde y energías renovables: una relación simbiótica
La agrivoltaica no solo es una fuente de energía renovable, sino que es crucial para la producción de hidrógeno verde. La energía solar generada por estos sistemas alimenta electrolizadores que producen hidrógeno verde con bajas emisiones de carbono. Este proceso evita la necesidad de costosas infraestructuras de transporte y almacenamiento, reduciendo aún más los costos y las emisiones asociadas.
Experimentos en diversas partes del mundo ya demostraron que es posible producir hidrógeno verde para alimentar maquinaria agrícola, disminuyendo la dependencia de combustibles fósiles. Además, el hidrógeno verde producido en plantas agrivoltaicas puede ser utilizado para la fabricación de amoníaco verde, un componente clave para fertilizantes sostenibles.
Fuente: Agrifood.tech, Network Digital360
