Con la llegada del verano y en medio de una emergencia energética, el gobierno argentino anunció recientemente un programa de cortes programados de electricidad para evitar el colapso del sistema. Esta medida resalta la necesidad de mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos energéticos en el país y algunas provincias están dando pasos hacia soluciones más avanzadas. Ejemplo de esto Santa Fe y Córdoba, que ya implementan medidores inteligentes o smart metering para monitorear en tiempo real el consumo de energía de los usuarios.
“La mediación actual de servicios como luz, agua y gas es conocida por todos. Hay un medidor, ya sea en el hogar o en una empresa, que toma registros del consumo y una vez por mes una persona de la compañía la envía a los sistemas para hacer la facturación”, explica Esteban Almirón, Technical Account Manager de Logicalis Argentina.
“Hoy se intenta mejorar la eficiencia energética de las compañías a partir de la identificación de patrones de consumo que permitan llevar a cabo planificaciones de inversiones y detección de fraudes más certeras. Para todo esto, las mediciones actuales son limitadas y por eso aparecen los medidores inteligentes”, continúa el especialista.
Qué son los medidores inteligentes o smart meters
Los medidores inteligentes permiten transmitir en tiempo real el consumo de un servicio como electricidad, agua o gas. Para las empresas de estos sectores, es una tecnología que representa ventajas significativas, ya que genera mayor eficiencia y sostenibilidad al optimizar sus operaciones gracias a la información constante que reciben, en lugar de esperar a una lectura mensual.
“En Europa o países como Brasil esta tecnología está mucho más desarrollada. Argentina viene más rezagada, pero hay experiencias en Santa Fe y Córdoba que han avanzado. Actualmente, el total de los grandes clientes en Santa Fe está monitoreado con medidores inteligentes. Son aproximadamente unos 4.000 clientes que representan el 50% del consumo de energía eléctrica de la provincia. Contra 1.400.000 de usuarios residenciales que consumen el otro 50%”, destaca Almirón.
Además, según los datos oficiales de la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe (EPE), cerca de 20.000 hogares ya cuentan con su medidor inteligente instalado y se evalúa adquirir 50.000 unidades más. “En el plano nacional, el Ministerio de Energía lanzó una resolución donde solicitó la creación de una comisión conformada por las empresas de Buenos Aires para realizar un análisis situacional y hacer propuestas. Se anunció a principios de mayo, pero luego no hubo mayores avances”, comenta el experto de Logicalis.
Medidores: beneficios de la medición inteligente en Argentina
En un contexto de creciente demanda energética y un sistema con déficit estructural, la medición inteligente adquiere especial relevancia, sobre todo en América Latina. Según la consultora Marknteladvisors, el mercado de medidores inteligentes en la región alcanzará US$ 10,88 millones para 2024, con un crecimiento proyectado del 8,16% anual hasta 2028. Argentina, junto con Brasil, Chile y Uruguay, está comenzando a implementar esta tecnología, lo que está impulsando la demanda de smart meters.
Entre los principales beneficios de los medidores inteligentes se encuentran:
- Inversiones basadas en información actualizada: Las empresas pueden planificar mejor la generación y distribución de energía.
- Detección de patrones de consumo: Facilita la planificación energética a largo plazo.
- Prevención de fraudes y robos de energía: Al monitorear el consumo de forma constante, se detectan irregularidades rápidamente.
“Por otro lado, cada vez más hogares generarán su propia energía en los próximos años. Por lo tanto, no solo se deberá medir el consumo sino también la entrega de energía. Esto provoca que los medidores inteligentes sean fundamentales para equilibrar eficientemente la oferta y la demanda en tiempo real”, agrega Almirón.
Desafíos para la expansión de la medición inteligente en Argentina
El despliegue de sistemas de medición inteligente en un país extenso como Argentina presenta desafíos. Por un lado, la inversión en medidores debido a la cantidad de unidades necesarias, que depende del tamaño de las localidades y del número de usuarios.
En el caso de Córdoba, donde ya se instalaron casi 300 mil medidores inteligentes, el objetivo es llegar a los 800 mil y para eso se invertirán US$ 50 millones en los próximos cinco años. A modo de referencia, el valor de los medidores inteligentes en Argentina para uso residencial se encuentra en el rango de USD50/70, dependiendo de si son monofásicos o trifásicos; y alcanzan los USD 400/600 para el caso usuarios más grandes como empresas.
“Después, hay desafíos tecnológicos como la cobertura para la transmisión de los datos. Si hay un medidor en cada hogar, debe haber buena conectividad y esto implica una gran cobertura con un ancho de banda que permita transmitir la información en tiempo real”, resalta Almirón. Y agrega para concluir: “De todas formas, el plan de Santa Fe para la implementación plena es a siete años. No estamos hablando de décadas sino del futuro cercano”.