La cultura organizacional tomó relevancia entre las prioridades de los directorios. En especial, tras algunos fracasos empresariales recientes que se atribuyeron a problemáticas culturales internas.
Según la “Encuesta Anual 2024 de Directores de Empresas“, de PwC, los líderes optan por métodos de evaluación que equilibran el análisis de datos y la percepción intuitiva para comprender mejor el espacio laboral y el clima organizacional.
En este contexto, los datos se transforman en herramientas indispensables para identificar y resolver problemas con precisión.
Cultura organizacional: los indicadores clave que guían el cambio
La encuesta de PwC muestra que los directorios comenzaron a utilizar una serie de métricas para medir la cultura organizacional, con especial énfasis en el uso de indicadores que aporten claridad sobre el compromiso y la satisfacción de los empleados. Entre los métodos más destacados están:
- Estadísticas de rotación de empleados (76%): una alta rotación puede indicar problemas culturales de fondo.
- Encuestas de satisfacción de colaboradores (75%): estos estudios miden el grado de compromiso de los empleados con el entorno laboral.
- Intuición al interactuar con la gerencia (59%): aunque es una evaluación subjetiva, la percepción directa de los líderes puede ofrecer una visión complementaria.
- Tasa de rotación de colaboradores de alto desempeño en relación con la rotación total (55%): ayuda a entender si el talento clave está abandonando la empresa más rápidamente que otros grupos.
- Encuestas de satisfacción del cliente (39%): la experiencia del cliente puede reflejar aspectos de la cultura interna de una organización.
- Entrevistas de salida (37%): las opiniones de los empleados que se retiran ofrecen información que puede no ser visible para los equipos actuales.
- Evaluaciones de 360° para ejecutivos (30%): este recurso permite obtener una visión integral sobre el desempeño y el estilo de liderazgo de los altos cargos.
- Número de quejas de clientes (29%): un volumen alto de quejas puede ser señal de problemas subyacentes en la cultura.
- Resultados de capacitación en el código de conducta (25%): demuestran cuán alineados están los empleados con los valores éticos de la empresa.
- Resumen de prensa externa (11%) y comentarios en redes sociales (6%): la percepción pública también contribuye a reflejar la cultura de una compañía.
Alejandro J. Rosa, socio de PwC Argentina en la práctica de Gobierno de las Organizaciones, explica que “una cultura organizacional sólida impulsa el compromiso de los empleados, la satisfacción del cliente y el rendimiento general. En cambio, una cultura débil o tóxica puede derivar en alta rotación y problemas reputacionales”.
El enfoque de datos en la cultura organizacional
El cambio hacia evaluaciones basadas en datos refleja la necesidad de los directorios de contar con métodos objetivos para entender a fondo la cultura empresarial, especialmente en organizaciones de gran tamaño, donde el contacto directo con los empleados es más limitado.
La encuesta resalta que, si bien las percepciones intuitivas de los directores siguen siendo valiosas para aportar contexto, apoyarse exclusivamente en ellas resulta insuficiente para un análisis integral.
Los datos, por otro lado, brindan una precisión clave para identificar problemas específicos y tomar decisiones informadas que promuevan una cultura organizacional saludable.
Además, la combinación de intuición y datos resulta fundamental. La encuesta indica que los directores consideran que la intuición aún es relevante para el contexto y las decisiones, pero los datos cuantitativos actúan como un contrapeso necesario para asegurar un diagnóstico completo y preciso.
Diferencias de género en la evaluación cultural
Otro hallazgo relevante de la encuesta es la diferencia de enfoques en la evaluación cultural según el género de los directores. Aunque tanto hombres como mujeres tienden menos a depender de la intuición que en años anteriores, el 61% de los hombres todavía utiliza esta percepción, en comparación con el 53% de las mujeres.
Esto apunta a que, a pesar de la preferencia por los datos en general, los hombres aún muestran una inclinación mayor hacia la evaluación intuitiva.
