Las labores de un/a CTO (Chief Technology Officer, o director/a de tecnología) y un/a CIO (Chief Information Officer, o director/a de sistemas de información) pueden mezclarse entre ellas, ya que ambos puestos implican un vínculo estrecho con la tecnología. Sin embargo, lo que los distingue es el porqué de su trabajo: un/a CIO controla las infraestructuras tecnológicas internas y calcula su valor estratégico en los procesos corporativos presentes, mientras que el/la CTO tantea las novedades tecnológicas del exterior que le puedan servir a la empresa a futuro para ofrecer algo de mayor calidad.
Hilando más fino, hay más diferencias:
– El CIO identifica el impacto de la tecnología en el negocio. El CTO arma escenarios potenciales venideros de innovación.
– El CIO busca eficiencia. El CTO sugiere nueva tecnología para aplicar.
– El CIO tiene una visión interna de la empresa. El CTO, una externa.
– El CIO tiene un perfil más operativo. El CTO, uno técnico.
– El CIO se vincula con los directores de operaciones. El CTO, con todos los sectores.
– El CIO marca la meta y se asocia con el CTO para llevarla a la práctica.
– El CIO sabe mucho de cómo trabaja la planta y sus divisiones. El CTO sabe más sobre informática.
En cuanto a sus responsabilidades, un/a CIO define el impacto de la TI (tecnología de la información) dentro de su empresa. Estudia qué tecnologías puede adoptar para mejorar la productividad y cómo sacarles provecho, ya que se aboca a mantener alta la imagen de la organización en torno a los servicios de TI que brinda.
Por su parte, un/a CTO busca tendencias en el mercado e implementa nuevas tecnologías para incorporarlas y así desarrollar la empresa. Adecúa estas novedades para una mejora de lo ofrecido a los clientes, lo que lleva a uniones con proveedores y otros CTO, y a trabajar en vínculo con los departamentos de desarrollo de producto, ventas y mercadotecnia.
Trabajo en conjunto
Sin embargo, ambos puestos tienen puntos en común. Si la empresa no prueba primero internamente las tecnologías nuevas, no podrá adoptarlas para añadir valor. Colaboran mutuamente para aprovechar la tecnología: los CTO elaboran prototipos, y los CIO miden el impacto de dichas propuestas.
Hoy en día, tener un/a CIO implica a veces el complemento técnico de un/a CTO. Pero si solo hay un/a CTO, puede ocupar el puesto del/de la CIO, aunque debe saber mucho de los aspectos operativos de la organización. Uno representa “lo que se es” y el otro “lo que debería ser”, ya que el/la CIO aprueba lo que propone el/la CTO (conceptos que a veces se le escapan al/a la CIO). A fin de cuentas, se tiende a que trabajen juntos y a la par. Entender el objetivo del otro implica una sinergia que propulsa las mejoras requeridas.
Son roles algo diferentes, pero muy complementarios. El/La CIO mira la realidad de la empresa, y el/la CTO proyecta futuros en los cuales la organización sale ganando entre su público. Y, con el tiempo, se unirán más aún.
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