El estado actual del agua potable en Colombia ha despertado el interés de muchos investigadores, científicos y medioambientalistas del país. La situación, si bien no es alarmante, amerita un llamado de atención a la sociedad: según estudios, al menos 6.2 millones de residentes reciben en sus hogares agua que puede poner en riesgo su salud. Y en algunos casos, hasta con concentraciones de sustancias químicas, minerales, parásitos, elementos no biológicos o virus.
Por eso, desde la Universidad Nacional de Colombia vienen trabajando desde hace un tiempo en la elaboración de dispositivos para el monitoreo de la calidad del agua. Y en ese contexto, fueron desarrollaron prototipos artesanales capaces de medir su contaminación.
El académico Jaime Andrés Pérez Taborda, de la UNAL Sede de La Paz, recuerda que “uno de los primeros prototipos se elaboró con una botella plástica para agua. En ese primer momento solo teníamos dos sensores, para medir temperatura y conductividad eléctrica, pero ya hemos llegado a sondas de seis variables”.
Más tecnología, más salud
Luego, crearon otro prototipo capaz de determinar los usos del suelo y su impacto en las aguas subterráneas. Tal como explica, el dispositivo consiste en una totuma que en su interior cuenta con una placa o circuito electrónico y hace las veces de caja electrónica, conectada a una sonda. “Tiene una serie de sensores que se introducen en la tierra para realizar la medición. Los valores y ubicaciones se envían a una aplicación móvil, que luego se encarga de nutrir la plataforma de datos en la red”, profundiza el docente Pérez.
Los prototipos diseñados hasta el momento pueden detectar la temperatura, la turbidez (si es transparente o no); la presencia de algunos metales pesados como cadmio, mercurio, plomo, cobre o hierro; el oxígeno disuelto, el pH, el color aparente; etc. Además, otro punto interesante de su desarrollo es que lo hicieron a partir de totumas, botellas plásticas y otros materiales reciclables.
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