Si bien la pandemia ha sido un baldazo de agua fría para todas las economías del mundo, en aquellos países que ya se encontraban en una situación vulnerable el impacto fue doble. Y claramente la Argentina estaba dentro de ese listado. Hoy este país afronta una profunda crisis a nivel social y monetaria, donde muchos de sus ciudadanos perdieron sus empleos formales y se encuentran ante la necesidad de reinventarse para volver a obtener ingresos.
En tiempo de crisis, emprender puede ser sinónimo de una nueva oportunidad, además de una salida laboral posible. Y dentro de las opciones, la creación de nuevos productos a través de impresión 3D se convirtió, en este último tiempo, en una de las alternativas más sencillas y económicas, aunque un poco desconocida por el grueso de la gente.
Según Emiliano Carreira, especialista de esta industria, hoy una persona puede empezar a crear su propia línea de juguetes, mates o macetas con cualquier notebook y una impresora 3D que no valga más de US$ 250. “Sin moverte de tu casa, hoy podés abastecer de repuestos a las industrias y crear objetos que aún no existen en el mercado”, destaca.
Para Carreira, la impresión 3D es una tecnología “sin límites”. Y profundiza esta afirmación contando todo lo que hizo su comunidad en el último tiempo: desde máscaras de protección para personal médico y prototipos de cohetes, hasta réplicas de dinosaurios y maquetas de estadios de fútbol.
A nivel Latinoamérica, los países más desarrollados en el área son México y Brasil. Sin embargo, Argentina ha ganado protagonismo. De hecho, según las palabras del experto, el mercado nacional de este país duplicó su tamaño en pandemia. “Probablemente, la crisis y la necesidad de la sociedad respaldan estos números”, dice.
La recomendación a emprendedores
Ya para finalizar, Carreira les deja un consejo a los emprendedores: “Busquen algo que los apasione, que les interese y en lo que generalmente uno conozca el mercado. Eso facilita mucho las cosas para detectar oportunidades y productos que podrían ser generados con una impresora 3D a bajo costo”.
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