Antes de la pandemia, que para muchas personas y empresas significó un antes y un después, el programa de telemedicina más utilizado en la Argentina había registrado en una década alrededor de 50 mil consultas. Los pacientes, hasta ese entonces, no estaban acostumbrados a esta modalidad que muchos consideraban rara y solo era elegida por una minoría (quizás, los más jóvenes).
Sin embargo, esta realidad cambió con la llegada del coronavirus en 2020, cuando durante meses no pudimos ni siquiera salir de nuestras casas para hacer las compras y las personas no tuvieron otra alternativa que acudir a las teleconsultas para tratar sus temas de salud.
Hay un dato que aporta una consultora que evidencia este cambio de comportamiento: una sola empresa de salud privada atendió durante el primer año de la pandemia más de 10.000 consultas a distancia a través de videollamadas.
Además, a partir del 2020 el 72% de los pacientes del país accedió al sistema de salud a través de su computadora o smartphone. Algo que antes también era impensado y que, claramente, muestra un cambio de paradigma.
El experto en negocios y tecnología Manuel Allegue sostuvo que los prestadores de salud, con el objetivo de seguir atendiendo a sus pacientes y evitar el contacto físico entre las personas, han decidido invertir tiempo, desarrollo y dinero en generar soluciones más agiles, eficientes y por supuesto (porque no hay que olvidarse que también es un negocio) rentables.
El Covid lo hizo necesario
Con la explosión de casos en la Argentina, los síntomas y los contagiados empezaron aumentar exponencialmente en distintas partes del país y, como consecuencia, las consultas médicas. Allegue recuerda que la gran sobrecarga de llamados obligó a las empresas de Salud a incluir la videoconsulta como otro canal de atención. En muchos casos, volviéndose la vía de contacto principal.
“Mantener la cercanía con los pacientes fue el primer desafío de esta transformación digital. Claramente, el objetivo primordial de este nuevo paradigma de Estrategia Sanitaria es ofrecer una experiencia rápida, cómoda, segura, eficiente y rentable”, expuso Allegue en una columna de opinión en Forbes.
Hacia dónde vamos
Allegue remarca que algunos prestadores evolucionaron hacia un concepto centrado en las personas, que integra a los principales actores: prestadores, médicos, pacientes y financiadores; convirtiendo de este modo a la telemedicina en una Estrategia de Atención Primaria.
¿En qué se traduce esto? Según sus palabras, en una “tecnología que permite interrelacionar todos los aspectos, no solo la videollamada, sino la historia clínica, su seguimiento, simplificando la generación de turnos, contando con la posibilidad de visualizar imágenes de estudios médicos de alta complejidad, otorgando la posibilidad de generar recetas digitales certificadas, alimentando toda la información del paciente y del médico, en cada paso”.