Análisis en profundidad

Movilidad sostenible: qué es, proyectos e incentivos

La movilidad sostenible reduce la contaminación y ahorra energía. El papel clave de los vehículos compartidos y eléctricos. Aquí una guía

Publicado el 21 Oct 2022

movilidad sostenible

Desplazarse en bicicleta o patinete (y, si es posible, a pie), preferir los coches híbridos o eléctricos a los de gasolina, utilizar el transporte público, compartir vehículos (bicicletas, patinetes, coches), pero también poder utilizar varios medios de transporte de forma integrada para los desplazamientos diarios de forma fluida, cómoda y sin obstáculos: estos son algunos de los comportamientos que caracterizan la movilidad sostenible en las ciudades, un concepto del que se empezó a hablar en los años 90 y que ha cobrado gran actualidad en los últimos años. Entre otras cosas, porque los centros urbanos están cada vez más congestionados y contaminados. Y en países como Italia el sector del transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones que alteran el clima.

Movilidad sostenible: una urgencia en la era post Covid

Con el nuevo escenario creado por la pandemia, la política y la sociedad vuelven a destacar la urgencia de aplicar medidas eficaces para una movilidad cada vez más sostenible.

Si, por un lado, los cierres de 2020 -que han provocado un importante descenso de la contaminación atmosférica- han puesto de manifiesto la importancia de un entorno más respetuoso con el ser humano, por otro lado, las medidas de higiene y distanciamiento social necesarias para contener el contagio han tenido un fuerte impacto en diversos sectores del mundo de la movilidad.

Se ha producido, por ejemplo, un retorno de la propiedad del coche, hasta hace poco considerada “en agonía”, una ralentización del uso compartido del coche, pero al mismo tiempo un aumento de la micromovilidad en los grandes centros urbanos. También se penalizó el uso compartido de bicicletas, que cayó tanto por la emergencia de la pandemia como por la creciente competencia de los patinetes eléctricos para compartir.

La emergencia de la pandemia aún no ha terminado, pero la aspiración a una movilidad menos contaminante y más sostenible se mantiene y se fortalece. ¿Cómo conseguirlo? Mientras tanto, veamos más de cerca el concepto, analicemos algunos proyectos, examinemos los incentivos disponibles y entendamos qué nos depara el futuro.

Qué es la movilidad sostenible: el significado

La movilidad sostenible representa una forma de desplazarse inextricablemente ligada al concepto de sostenibilidad territorial y, por tanto, orientada a reducir los riesgos de contaminación y el poder contaminante, a salvaguardar la salud y el espacio público como bien común y a ahorrar energía.

La movilidad sostenible también implica el uso de tecnologías para carreteras y autopistas conectadas (carreteras inteligentes) que garanticen un viaje fluido, eficiente y seguro. Y engloba el concepto de movilidad integrada: el usuario debe poder utilizar varios medios de transporte (público, compartido, privado) sin problemas para completar su viaje diario de forma fácil y cómoda. El tema no solo afecta a los grandes centros, sino a todas las estructuras e infraestructuras relacionadas con la movilidad en nuestro país.

El objetivo de la movilidad sostenible es garantizar que los sistemas de transporte satisfagan las necesidades económicas, sociales y medioambientales de la sociedad, minimizando su impacto negativo en la economía, la sociedad y el medio ambiente.

Principales formas de movilidad sostenible

Como ya se ha dicho, hay varias formas de moverse de forma sostenible, es decir, evitando comportamientos contaminantes y limitando, o eliminando por completo, las emisiones de CO2. He aquí algunas de las principales:

  • Caminar (también llamado “movilidad suave”)
  • Montar a caballo (también conocido como “movilidad suave”)
  • Uso de la bicicleta (estándar, eléctrica, de pedaleo asistido, etc.)
  • Uso de medios de micromovilidad (patinetes eléctricos, segways, hoverboards)
  • Transporte público
  • Compartir coche
  • Compartir el coche

Cómo aplicar la movilidad sostenible

Hay varias maneras de poner en práctica una forma de moverse más sostenible para el planeta: favorecer la movilidad suave y compartida, pero también elegir cuidadosamente los coches y las motos para que sean poco contaminantes. 

Elegir la movilidad suave y compartida

Se recomienda favorecer el uso de la bicicleta y del transporte público, especialmente para los desplazamientos cortos y en los centros históricos. Es aconsejable utilizar el coche compartido y la bicicleta compartida, incluso en formas autoorganizadas, para reducir el número de vehículos en la carretera y aumentar el número de pasajeros que utilizan el mismo medio. Es preferible utilizar el transporte público disponible en lugar del coche privado y compartir el coche con otras personas que hagan el mismo viaje que tú (car pooling).

Coches: respetar las normas sobre velocidad y controles

Se debe mantener una velocidad moderada en la autopista a 110 km, ya que esto reduce el consumo hasta un 30%. Se debe evitar frenar y acelerar bruscamente en la ciudad. Al arrancar el coche, no pise el acelerador para “calentar” el motor. En caso de colas o estacionamiento prolongado, apague el motor. Revise su coche con regularidad y opte por los neumáticos de bajo consumo, que reducen el consumo de combustible hasta un 3% en la ciudad y hasta un 5% en los desplazamientos fuera de ella.

Comprar vehículos y motos: elegir los menos contaminantes

A la hora de comprar un coche nuevo o usado, elija los menos contaminantes. Para los vehículos comerciales más antiguos, si no es posible sustituirlos, instale filtros de partículas homologados que reduzcan las emisiones de partículas. A la hora de comprar una moto o un ciclomotor, nuevo o de segunda mano, da preferencia a los que tienen motores de cuatro tiempos (más potentes y menos contaminantes) frente a los de dos tiempos, y a los de la clase más reciente disponible en el mercado.

Movilidad sostenible en el futuro: ¿cómo nos moveremos en 2035?

La situación actual de la movilidad urbana se considera ampliamente insostenible, según el informe “El futuro de la movilidad urbana sostenible. ¿Cómo nos moveremos en 2035?”. Las innovaciones y acciones estratégicas que permitirán un sistema de movilidad urbana más sostenible en 2035 -continúa la investigación- se orientarán en dos direcciones principales:

– la primera, caracterizada por el paso de la propiedad del coche a los servicios compartidos

-la segunda, de la implantación de un sistema de transporte público más inteligente y multimodal.

En este marco, el estudio también identificó el conjunto de tecnologías, políticas y estrategias clave que acompañarán a estos desarrollos.

La velocidad de la transición hacia una movilidad más sostenible depende en gran medida, para cada contexto, de diferentes combinaciones de opciones políticas y estratégicas, apoyadas por el desarrollo de tecnologías y acciones que mejor se adapten y se integren en las realidades urbanas existentes y establecidas. Los requisitos previos para la movilidad sostenible en 2035 ya son visibles hoy en día, donde los hábitos de viaje están cambiando gradualmente:

-tener un coche ya no es un símbolo de estatus

-Caminar o ir en bicicleta no se considera una necesidad por falta de otros medios, sino también por sus beneficios para la salud

-la elección del transporte también viene determinada por la creciente conciencia de la contribución al impacto medioambiental

Habrá que prestar más atención a la adopción de medios de transporte y políticas capaces de satisfacer, por un lado, la creciente demanda de movilidad de una sociedad que envejece y, por otro, las necesidades de desplazamiento de los ciudadanos que, debido al aumento previsto de los flujos migratorios, vivirán en la periferia de los centros urbanos. El futuro de la movilidad está fuertemente influenciado por la evolución de las opciones relacionadas con la energía y la consiguiente renovación y mejora de las infraestructuras. Su aplicación podría ser más larga que el horizonte temporal considerado. Por lo tanto, en 2035 “es razonable suponer que nos encontramos en una fase de transición intermedia, con la coexistencia de diferentes alternativas tecnológicas sobre el tipo de soporte energético de los medios de transporte y la conducción autónoma”.

Por qué la intermodalidad es importante para la movilidad sostenible

“El nuevo reto para los responsables políticos del sector“, escribe el experto Fabio Pressi en un artículo para EconomyUp, “es la creación de una intermodalidad accesible para todos, adaptando los Planes Urbanos a las necesidades emergentes y repensando, también con la ayuda del Big Data, la ciudad como un conjunto de redes de transporte diferentes pero interconectadas (…) En el ámbito de la administración pública, tanto central como local”, prosigue, “será necesario dictar normas que favorezcan la integración e interconexión de los distintos sistemas de transporte, a través de determinadas herramientas, como compartir datos (infomovilidad) y la apertura a terceros de los sistemas de reserva y pago (software abierto con interfaces API).

Solo a través de la integración inteligente de los sistemas será posible pasar de un medio de transporte a otro, de forma sencilla, según las necesidades del momento y favoreciendo los medios no contaminantes o menos contaminantes: del transporte público a la bicicleta compartida, del metro al patinete, y para hacer un paralelismo telefónico… “movilidad en itinerancia”.

Movilidad sostenible para ciudades inteligentes

Una ciudad en la que las personas pueden desplazarse con facilidad, comodidad y seguridad es una ciudad mejor, tanto para los ciudadanos como para las actividades económicas que se desarrollan en ella. Por eso es importante que la movilidad en las llamadas ciudades inteligentes sea sostenible.

El propio concepto de ciudad inteligente encierra el de movilidad inteligente, término que hace referencia a la tecnología, la infraestructura de movilidad (aparcamientos, redes de recarga, señalización, vehículos) y las soluciones de movilidad (incluidos los nuevos modelos de movilidad). Y el objetivo final de la introducción de la movilidad inteligente en nuestras ciudades es reducir el tráfico, reducir la contaminación, crear flujos inteligentes y sin fisuras, y reforzar las economías de escala para promover una movilidad accesible para todos.

Movilidad sostenible: ejemplos

¿Un ejemplo práctico de ciudad donde la movilidad es sostenible? Estocolmo, seguido de Singapur y Ámsterdam. Así lo indica el Índice de Movilidad Urbana de Deloitte (DCMI 2020), que examina la calidad de la movilidad urbana en 36 centros urbanos de todo el mundo. Los criterios utilizados para la investigación (interesantes para entender mejor en qué consiste la nueva forma sostenible de desplazarse) fueron

  • Rendimiento y resistencia. Aspectos como la movilidad integrada y la diversidad modal
  • Visión y liderazgo. Inversión, innovación, normativa, etc.
  • Servicio e inclusión. Accesibilidad y más.

Para cada criterio, las ciudades se clasificaron de “emergentes” a “aspirantes”, pasando por “aspirantes”, “mejores resultados” y “líderes mundiales”. Ámsterdam, por ejemplo, es un “líder mundial” tanto en diversidad modal como en visión y estrategia, y un “alto rendimiento” en lo que respecta a la congestión y la densidad del transporte público, pero solo una ciudad “aspirante” en cuanto a la accesibilidad del transporte. El 30% de los desplazamientos en la capital holandesa se hacen en bicicleta y el 19% en transporte público, mientras que los coches privados siguen siendo la mayoría (42%).

Tokio es un “líder mundial” en lo que respecta a la seguridad del transporte, pero solo “aspira” en lo que se refiere a la congestión y la calidad del aire. Los ciudadanos de Tokio viajan mucho más en transporte público (47%) y mucho menos en coche (12%). Sorprendentemente, el 24% de los habitantes de la metrópoli van a pie, frente a solo el 4% de los que viven en Ámsterdam.

Transporte sostenible

Transporte sostenible

El término “transporte sostenible” se refiere a todos los medios de transporte que tienen un bajo impacto en el medio ambiente y que, por lo tanto, permiten alcanzar el equilibrio adecuado entre las necesidades de movilidad y de sostenibilidad. Un ejemplo de medio de transporte sostenible es la bicicleta, pero también pueden considerarse como tales los trenes, autobuses y tranvías, los coches eléctricos o híbridos, así como el uso compartido de vehículos.

Ventajas del transporte sostenible

Elegir medios de transporte sostenibles y dejar el coche en casa ofrece numerosas ventajas:

  • mejora la calidad de la salud y de la vida
  • reduce los costes de transporte
  • reduce la contaminación del aire
  • reduce el tráfico rodado y los accidentes
  • mejora las zonas verdes
  • permite la libertad de movimiento y una mayor interacción social

Movilidad sostenible

Ejemplos de movilidad sostenible

  • La start-up portuguesa AddVolt ha desarrollado el sistema Plug-in Electric, una tecnología que electrifica las unidades de refrigeración de los vehículos, lo que permite un transporte y una entrega con menos derroche, más limpios y silenciosos.
  • Autofleet, una startup fundada en Israel en 2018, ha creado la primera plataforma de Vehículo como Servicio, capaz de proporcionar una oferta de vehículos totalmente adaptable a la demanda.
  • La empresa alemana Chargery es un proveedor de servicios completos para flotas eléctricas urbanas compartidas.
  • Fairtiq ofrece una aplicación para comprar los pasajes de viaje más baratos disponibles para los viajeros y los operadores de transporte público.
  • La start-up Humanising Autonomy, con sede en Londres, pretende establecer un estándar mundial para la interacción entre máquinas y humanos, centrándose en la inteligencia artificial para los sistemas de seguridad de los vehículos.
  • La empresa alemana MotionTag proporciona información a partir de sensores de teléfonos inteligentes sobre cuándo, dónde, cómo y por qué la gente utiliza los servicios de transporte.
  • Pony es un operador de movilidad francés creado en 2017 que se centra en la micromovilidad ofreciendo e-bikes y scooters eléctricos para compartir.
  • Skipr es una solución de Mobily as a Service para el mundo del trabajo que ofrece a las empresas soluciones de movilidad inteligente a medida para sus empleados, combinando el transporte público con servicios de movilidad local e internacional.
  • Fundada en Luxemburgo en 2016, UFT ofrece software para el ajuste de la demanda de servicios de transporte a las autoridades de transporte estatales europeas y a los operadores privados.

Por Luciana Maci.

Prohibida su reproducción total o parcial.

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