La integración de aplicaciones empresariales es importante para integrar datos y aplicaciones, una actividad que, si no se realiza correctamente, es una de las principales causas del fracaso de los proyectos de transformación digital.
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¿Qué es la integración de aplicaciones?
Cuando hablamos de integración de aplicaciones, término también conocido por sus siglas en inglés EAI, nos referimos al proceso por el cual se conectan aplicaciones para que funcionen de manera conjunta mediante la utilización de un software y principios de arquitectura de sistemas.
Por lo general, el proceso de integración de aplicaciones empresariales consiste en la conexión de aplicaciones que son independientes para intercambiar algún tipo de información de índole operativa o financiera.
Asimismo, para las empresas es muy importante la integración de aplicaciones en la medida en la que les permite tener una mayor eficacia en sus proyectos, avanzar en materia de automatización y perfeccionar el trabajo conjunto entre distintos departamentos de la empresa.
Es así como mediante el intercambio de datos, las compañías tienen la posibilidad de coordinar varias aplicaciones al mismo tiempo y sin tener que usar, en la mayoría de los casos, más de una sola interfaz de servicio.
Sin duda, la integración de aplicaciones empresariales es una vía para mejorar la conectividad y poner en valor los sistemas de información de las empresas.
En el mismo sentido, además de proveer eficiencia, para las empresas representa también una reducción en los costos de inversión en materia de IT.
La evolución hacia el iPaaS y el uso de la API
La respuesta para simplificar esta complejidad viene de la mano de nuevos entornos de integración de consumidores como iPaaS (Integration Platform as a Service) y la difusión de las API, que son un conjunto de funcionalidades expuestas por una aplicación, en la práctica una forma estándar de consultar y acceder a los datos.
Las APIs son, por un lado, un tecnicismo que permite hacer más rápidamente lo que siempre se ha hecho, pero por otro lado, subraya Mainetti, “abren un potencial muy potente para cambiar los modelos de negocio porque al exponer las APIs habilitamos procesos propios de la transformación digital: podemos integrarnos fácilmente en una cadena ampliada con proveedores y socios comerciales; podemos realizar modelos basados en la multicanalidad al hacer que los servicios de las aplicaciones estén disponibles en todos los dispositivos; o, de nuevo, podemos permitir la aparición de nuevas entidades económicas porque hacemos posible el desarrollo de nuevos servicios para terceros”.
Pero para no volver a caer en la confusión de la “integración espagueti” (las APIs evolucionan a su vez, por lo que se hace imprescindible, por ejemplo, gestionar sus versiones), las plataformas de gestión de APIs son indispensables.
Beneficios de la integración de aplicaciones
Ahora que sabemos de qué se trata la integración de aplicaciones empresariales, analizaremos de qué manera ayuda a las empresas a desarrollarse.
En primer lugar, se trata de un proceso que permite optimizar y automatizar los procesos de negocio. Un ejemplo de esta optimización es la personalización que se le da a cada cliente ofreciéndole una gran variedad de puntos de contacto en formato digital.
En el mismo sentido, podemos decir que la integración de aplicaciones empresariales potencia en gran medida el E-Commerce. Facilita la posibilidad de tener una visión integral de todas las interacciones de los clientes en cada punto de contacto.
De esa manera, las empresas pueden trabajar con esos datos que generan los clientes con sus interacciones y mejorar su atención en base a las necesidades específicas de sus compradores.
Por lo cual podemos inferir que el uso de la integración de aplicaciones empresariales constituye una ventaja competitiva para las empresas.
Asimismo, también es un beneficio en lo que refiere a la colaboración empresarial. Esto se debe a que permite que las empresas se conecten fácilmente.
Por otro lado, la integración de aplicaciones empresariales también agiliza la búsqueda de información en todos los puntos de la empresa mediante la creación de un único puto de acceso. Por lo tanto, quienes trabajan en los distintos departamentos acceden en forma simultánea a datos que están actualizados.
Otro beneficio no menor de la integración de aplicaciones empresariales es que facilita el trabajo de los empleados de la organización. Al ofrecer una única interfaz de acceso, no existe la necesidad de que el personal deba capacitarse en diferentes aplicaciones de software.
¿Cuáles son las aplicaciones empresariales?
A la hora de hablar de aplicaciones empresariales podemos destacar muchos tipos según la función que cumplan. En este apartado mencionaremos algunas para entender con mayor precisión el rol de la integración de aplicaciones empresariales.
Lo cierto es que las aplicaciones empresariales son todas aquellas que facilitan la gestión empresarial y el trabajo de administración. Hoy en día, una gran parte de las tareas que se necesitan en una empresa se realizan a través de un software.
En primer lugar, tenemos a las aplicaciones de contabilidad y facturación desde las cuales se maneja íntegramente el flujo de efectivo de una empresa. Esto incluye la recepción de pagos de clientes y los pagos salientes hechos a proveedores.
Algunos ejemplos de aplicaciones de facturación son Facturas Cloud, Anfix y Factusol.
En segundo lugar, podemos destacar a las aplicaciones relacionadas a la inteligencia de negocios.
Estas aplicaciones consisten en el procesamiento de grandes volúmenes de datos que arrojan resultados orientados a la mejora en la toma de las decisiones, la creación de modelos predictivos y el desarrollo de conocimientos que puedan ser llevados a la práctica.
En el ámbito de las aplicaciones de inteligencia de negocios podemos mencionar algunos ejemplos como Power BI, Tableau, QlikView, SAP BI, MicroStrategy y Pentaho.
Por otra parte, una necesidad empresarial que ha surgido en los últimos tiempos es la de generar contenido para las distintas redes y páginas web de la organización. Para esta tarea también existen variadas aplicaciones.
Estas últimas se conocen como aplicaciones de gestión de contenidos y tienen el rol de almacenar y administrar el contenido digital de una empresa.
Vemos entonces que las aplicaciones empresariales son programas de software que organizan una operación específica que requiere la empresa. Se trata de un medio para agilizar las actividades dentro de la organización.
Ahora bien, aquí es donde juega un rol clave la integración de aplicaciones empresariales.
Imaginemos que cada sector de la empresa tiene una tarea diferente. Por ejemplo, utilizando los ejemplos dados previamente, sabemos que una parte del personal se encarga de manejar el flujo de dinero y otra de administrar el contenido digital.
Lo novedoso de la integración es que todas esas actividades son desarrolladas dentro de una misma interfaz ya que las aplicaciones se conectan todas entre sí. De esa manera, claramente se logra una optimización de las operaciones.
¿Qué tipos de aplicaciones empresariales usan las empresas?
En la misma línea del apartado anterior, podemos decir que las empresas utilizan aplicaciones empresariales que les ayudan a agilizar y optimizar todas las tareas que necesitan llevar a cabo para el correcto desarrollo de la compañía.
Hemos analizado por ejemplo las aplicaciones de facturación y contabilidad, de gestión de contenidos y de inteligencia empresarial. Pero existen otros tipos que describiremos a continuación.
Un tipo de aplicaciones muy novedoso que normalmente incluyen las empresas dentro de sus sistemas es el de gestión de relaciones con los clientes.
Estas aplicaciones consisten en ofrecer a las organizaciones contar con la posibilidad de recopilar y administrar la información de los clientes nuevos con dos objetivos.
El primero de ellos tiene que ver con la retención de los nuevos clientes, es decir que lo que se quiere lograr es que aquellos que ya compraron lo vuelvan a hacer en el futuro. Por otro lado, también se utiliza esa información para desarrollar un perfil de cliente que permita definir cuáles son los potenciales nuevos compradores del servicio o bien del cual se trate.
Otro tipo de aplicación empresarial clásico y necesario es el software de punto de venta. Estas aplicaciones sencillamente registran y almacenan la información de las transacciones realizadas por los clientes en los distintos puntos de venta disponibles ya sea físicos u online.
Por lo general, permiten registrar transacciones y diferenciar aquellas hechas con efectivo, tarjeta y otros medios de pago. En su mayoría, son software que además arrojan estadísticas acerca de la facturación, los horarios de mayor venta, los productos más vendidos, entre otras.
Podemos observar entonces la cantidad de tareas que deben realizar las empresas y como es muy útil para ellas la integración de aplicaciones empresariales.
En otro sentido, quienes manejan flujos de mercaderías en una organización empresarial conocen la problemática de la gestión de stock. Pero claro, también existe una aplicación de software que facilita esta tarea.
Son los denominados software de gestión de inventario, los cuales tienen el rol de supervisar todo lo que entra y sale de un establecimiento determinado. Así es como se logra tener un control estricto sobre la cantidad de mercadería con la que se cuenta.
Asimismo, en algunas soluciones avanzadas de este tipo de aplicaciones empresariales, los sistemas envían una alerta si detecta que existe un aumento en la demanda y una escasez de mercaderías. Se trata de una señal que optimiza y facilita la toma de decisiones.
Hemos descrito hasta aquí una gran variedad de aplicaciones empresariales. El uso de cada uno de ellas depende de las necesidades y de los bienes y servicios que comercia cada empresa.
Sin embargo, aquellas que utilizan varias soluciones de este estilo tienen que considerar seriamente la integración de aplicaciones empresariales. El hecho de tener una gran cantidad de aplicaciones separadas, no es solo una ineficiencia, sino que también deja espacio para la aparición de problemas como los datos incoherentes.
La optimización de este intercambio de información permite obtener datos certeros y efectivos que se encuentren todos en una única interfaz.
¿Qué es aplicación en gestión empresarial?
Una aplicación de gestión empresarial es un software que integra una variedad de herramientas que facilitan la realización de tareas administrativas, operativas y productivas de una compañía.
Podemos decir en este sentido que un software de gestión completo es aquel que incluye todas las actividades imprescindibles que necesita una organización para su correcto funcionamiento. Debe llevar a cabo la administración periódica de la empresa.
En esencia, es una buena manera de orientarse hacia la integración de aplicaciones empresariales debido a que suele incluir varias actividades dentro de un mismo programa.
Es así como a través de una aplicación de gestión empresarial podemos administrar las acciones referidas tanto a clientes como a proveedores y distribuidores.
iSaas emerge: qué es
Además, estamos asistiendo a la aparición de iSaaS, plataformas en la nube que permiten lo que Gartner ha definido como “integración ciudadana”, es decir, la posibilidad de que algunos usuarios empresariales (o consumidores) se encarguen ellos mismos de la integración de algunas aplicaciones ya utilizadas en la nube (por ejemplo, MailChimp, un sistema de marketing por correo electrónico, y Salesforce CRM). Se trata de integraciones que la propia Gartner define como “básicas”, no complejas y empaquetadas, pero que pueden permitir el rápido desarrollo de nuevos servicios: exactamente lo que el negocio requiere hoy, una realidad que para hacerse realidad debe ver también una transversalidad de las competencias digitales en toda la empresa.
La evolución de los diferentes enfoques de la integración está conduciendo a la definición de soluciones de integración de aplicaciones empresariales que son plataformas híbridas que combinan plataformas de integración de datos y aplicaciones in situ con iPaaS, iSaaS y plataformas de gestión de API.
Un papel crucial en todo esto lo desempeña el gobierno de los datos, ya que éstos son la célula vital de toda aplicación, y es imposible desarrollar una estrategia de integración de aplicaciones si no se parte de datos que no sean manipulados (integridad de los datos), que tengan sentido y sean utilizables en las aplicaciones (coherencia de los datos).
Qué es una solución iPaaS y por qué utilizarla
Respondamos de inmediato a la primera parte de la pregunta proporcionando una definición básica de iPaaS (plataforma de integración como servicio): un servicio en la nube que proporciona a las TI una plataforma para integrar datos, aplicaciones, servicios y procesos.
Es un segmento que se está desarrollando muy rápidamente, y si bien no hace mucho tiempo era cierto que el iPaaS priorizaba la usabilidad sobre la funcionalidad, hoy en día la brecha de funcionalidad se está cerrando rápidamente y estas plataformas están cubriendo cada vez más necesidades (por ejemplo, están integrando la gestión de APIs). Pero la principal característica que los hace formidables en términos de usabilidad es que proporcionan herramientas de desarrollo basadas en plantillas y una cartera de integraciones pre-empaquetadas.
Massimo Pezzini, vicepresidente y miembro de Gartner, señala las dos razones principales por las que las iPaaS son un ingrediente importante de una estrategia de integración: “En primer lugar, son las plataformas ideales para soportar la integración nube-nube [crucial si, como hemos visto en los últimos dos años, el enfoque multicloud es una de las tendencias distintivas en la evolución de la nube híbrida – ed] y móvil-nube; en segundo lugar, estas plataformas al proporcionar entornos de desarrollo más sencillos que los on premise, facilitan lo que llamamos integración ad hoc, es decir, la integración de proyectos específicos.”
¿Qué es una solución de gestión de API y por qué la utilizamos?
Antes de hablar de la gestión de las API, recordemos brevemente qué es una API (Application Programming Interface): un conjunto de funcionalidades que, a través de una forma estándar de consulta y acceso a los datos, expone las funcionalidades de la aplicación, permitiéndole comunicarse con otras aplicaciones y posibilitando la reutilización de los servicios puestos a su disposición, que pueden así componerse y desglosarse según las necesidades. Las APIs son, por tanto, herramientas indispensables para la prestación rápida de servicios y para hacer posible modelos de negocio basados en la capacidad de responder en tiempo real a las necesidades del mercado: es gracias a las APIs, por ejemplo, que una aplicación empresarial está fácilmente disponible en los teléfonos móviles, o que uno puede integrarse en una cadena ampliada “abriendo” sus aplicaciones a proveedores y socios, etc.
Todo ello ha dado lugar a una proliferación de APIs que, sin embargo, si no se gestionan y gobiernan, corren el riesgo de hacer inmanejables las aplicaciones de cada empresa. Esto ha propiciado la aparición de plataformas de gestión de API que permiten crear, gestionar y distribuir las API, administrar su versionado, su disponibilidad y definir los límites de su uso: “El objetivo de una solución de gestión de API -continúa Mainetti- es, por tanto, supervisar, optimizar y asegurar el uso de las API mediante el control de accesos, la aplicación de políticas de seguridad, el enrutamiento, el almacenamiento en caché y las herramientas de análisis y seguimiento. Estas soluciones también apoyan la monetización de los datos y servicios expuestos, permitiendo la gestión de las transacciones, la fijación de precios, la medición del consumo, la facturación y el suministro de claves de acceso o tokens”.
Las plataformas de gestión de API más completas, de hecho, gestionan el acceso de pago a las API, proporcionando a los desarrolladores la información que necesitan para crear aplicaciones basadas en ellas; el pago puede ser directo o con reparto de ingresos (por ejemplo: utilizando la API de PayPal, los desarrolladores permiten a sus clientes pagar fácilmente por un artículo, mientras que PayPal recibe un porcentaje directo de cada venta).
Escenarios de uso de las soluciones de gestión de APIs
Los escenarios de uso de una solución de gestión de APIs pueden ser muy diversos, por lo que Forrester recomienda realizar una evaluación precisa de sus necesidades antes de elegir qué plataforma implementar. Para ayudarle a entender y clasificar sus necesidades, la empresa de análisis ha identificado cinco:
- Construir una gran comunidad de usuarios a través de APIs Rest (es decir, APIs que utilizan la tecnología REpresentational State Transfer para gestionar/transferir datos a través de Internet): grandes actores como Google, Twitter, Facebook, etc. ponen a disposición una amplia gama de APIs gratuitas y fáciles de implementar para atraer a un gran número de desarrolladores independientes. En este caso, es muy importante contar con una solución de gestión de APIs que disponga de herramientas analíticas muy potentes para entender cuántas personas están utilizando la API y cómo, para qué, etc;
- apoyar el desarrollo de aplicaciones móviles a través de Rest API – En este caso la solución de gestión de APIs se convierte en el lugar donde se coordinan todas las actividades de desarrollo y distribución de APIs que permiten el uso de servicios de aplicaciones en movilidad. Es posible que necesite una solución que haga especial hincapié en este aspecto: algunas ofrecen funcionalidades adicionales específicas, como la notificación push, la geolocalización, etc;
- Facilitar el uso de diferentes tipos de API – Las grandes empresas han utilizado, y siguen utilizando, tanto la tecnología Soap (Simple Object Access Protocol) como la Rest durante la última década, junto con WebSockets (tecnología web que proporciona canales de comunicación full-duplex a través de una única conexión TCP) y aplicaciones de comunicación como Amqp- Advanced Message Queuing Protocol o JMS- Java Message Service. En estos casos, se necesita una solución de gestión de API que pueda gobernar esta heterogeneidad y combinar las API con la arquitectura orientada a servicios (SOA);
- Construir una sólida comunidad B2B en torno a las APIs de misión crítica – Aunque el mercado de las APIs abiertas está creciendo, los usuarios contactados por Forrester para definir la Ola de Forrester para las soluciones de gestión de APIs dijeron que utilizan las APIs B2B casi el doble de veces que las APIs abiertas. Si se encuentra en esta situación, debe priorizar la elección de una solución de gestión de APIs que le permita gestionar una amplia gama de APIs y que cumpla con los estrictos requisitos de seguridad de los datos, tanto en términos de privacidad como de integridad.
- Actuar como un proveedor de API que quiere obtener un valor directo del acceso a las aplicaciones – Algunas empresas pretenden utilizar las API como una nueva fuente de ingresos. Hasta ahora, pocas empresas, dice Forrester, han tomado este camino, pero algunos proveedores de servicios tradicionales, como Verisign o Dun & Bradstreet, están ampliando sus ofertas tradicionales a este ámbito. En este caso, la solución de gestión de la API debe integrar las funciones de facturación y gestión de pagos.
¿Qué es una solución MDM-Master Data Management y por qué la utilizamos?
Digamos que no estamos hablando de una tecnología y para aclarar lo que entendemos por MDM-Master Data Management nos atenemos a la definición de Gartner: es una disciplina habilitada por la tecnología, un programa en el que el negocio y las TI trabajan juntos para asegurar la calidad, la precisión, la consistencia y la responsabilidad de los datos maestros presentes en la organización; un dato maestro es cualquier activo que define el negocio de la empresa (pueden ser datos relativos a productos, clientes, plantas, etc.). Gartner subraya que, aunque disponer de una visión coherente, integrada y consistente de los datos maestros no garantiza por sí mismo la competitividad de una empresa, su ausencia hace ciertamente muy difícil, si no imposible, lograr una integración eficaz de las aplicaciones.
El título de un estudio de Forrester de hace unos meses explica por sí mismo la cuestión que nos ocupa: La gestión del rendimiento de los datos es algo que hay que tener, no un bien que hay que tener. La gestión del rendimiento de los datos, explica la empresa de análisis, tiene que “contar una historia para el apilador” (es decir, dar una visión coherente del rendimiento de los datos) y para ello es necesario tener en cuenta tres niveles (figura 2):
- Físico. Los arquitectos de empresa (EA) necesitan cuadros de mando que permitan conocer los aspectos físicos de los datos (como patrones, integridad, redundancia, etc.) y los indicadores de rendimiento (volumen, errores de procesamiento, seguridad, etc.). Estos cuadros de mando ayudan a optimizar los recursos, los sistemas, los datos y las respuestas a los problemas y a las infracciones, de modo que las EA puedan validar la integridad y la coherencia de los datos.
- Política. Los equipos de gobernanza de datos necesitan visualizaciones que indiquen que los datos y su consumo cumplen con las políticas de calidad, seguridad, privacidad y uso. Los cuadros de mando de rendimiento de datos ayudan a los CDO y apoyan los programas de gobernanza de datos que abordan políticas de datos nuevas y cambiantes, mantienen los datos actualizados, mantienen los datos seguros y priorizan los recursos y proyectos basados en datos.
- Impacto. Los gestores de datos maestros necesitan análisis de rendimiento que se vinculen a las métricas empresariales y a los indicadores clave de rendimiento (KPI). A partir de estos análisis pueden entender si los servicios de gestión de datos están permitiendo o dificultando los procesos empresariales y las experiencias de los clientes. Al vincular las visualizaciones físicas y estratégicas de las condiciones de los datos con los resultados empresariales en los que los datos y la información impulsan las decisiones y las acciones, los CDO pueden validar las inversiones y proponer o ampliar las estrategias demostrando un ROI tangible.
Automatizar los flujos de trabajo para mejorar la integración de las aplicaciones empresariales
Todos los procesos empresariales pueden subdividirse en una secuencia de pasos repetibles que deben ser ejecutados en el orden correcto, por las personas adecuadas y en el momento oportuno, por lo que su automatización permite, por un lado, una mejor orquestación de las diferentes actividades y recursos implicados, y por otro, controlar en tiempo real el progreso de cada proceso (y de varios procesos al mismo tiempo). Las notificaciones instantáneas, las alertas, etc., permiten prevenir los conflictos, de modo que los jefes de proyecto o los altos directivos puedan intervenir sólo cuando sea absolutamente necesario y, por tanto, centrarse en actividades más valiosas que el mero control. La automatización de los flujos de trabajo también permite el importante concepto de “mejora continua”, que se ha vuelto tan crucial en un contexto de cambio constante y en el que entran en juego un gran número de variables.
Las plataformas modernas de automatización del flujo de trabajo pueden considerarse una extensión de las plataformas de integración de aplicaciones y pueden integrarse en un iPaaS o estar disponibles como plataformas independientes. Se caracterizan por su extrema facilidad de uso gracias a las herramientas de arrastrar y soltar que permiten diseñar procesos automatizados (gracias también al uso de plantillas preestablecidas) mucho más rápidamente que las soluciones tradicionales, y los analistas señalan que el 20% de las organizaciones que utilizan estas soluciones registran un 15% de ahorro en los costes empresariales.
Cómo implementar una estrategia eficaz de integración de aplicaciones empresariales y definir la arquitectura EAI necesaria
Cuando hablamos de integración de aplicaciones hoy en día, no podemos referirnos únicamente al aspecto tecnológico, ya que en un mundo digital, disponer de un activo de aplicaciones que pueda responder (si no anticiparse) a las demandas del mercado es el corazón mismo de la empresa. Por ello, aportando algunas indicaciones rápidas derivadas de un estudio muy reciente de Forrester (Integration Strategy And Delivery Service Providers, March 2018), recordamos que la definición de una estrategia de integración de aplicaciones empresariales debe incluir la revisión e integración de los procesos y las personas.
Estrategia EAI – Paso 1
Forrester se apresura a advertir contra la tentadora vía de los atajos (enfoques simples de la integración, sin una estrategia global) que pueden resolver el problema específico muy rápidamente, pero son opciones tácticas que pueden contribuir a una mayor agilidad técnica, pero ciertamente no a la agilidad del negocio en su conjunto. He aquí, pues, tres consejos de la empresa de investigación:
- Definir una arquitectura de integración de aplicaciones empresariales para la transformación digital: las tecnologías digitales innovadoras (por ejemplo, el aprendizaje automático o la gestión del flujo de datos en los sistemas de IoT) crean retos específicos, pero también oportunidades, que luego deben integrarse con las aplicaciones heredadas de la manera adecuada. Por lo tanto, a la hora de elegir un proveedor de servicios y herramientas EAI, es importante dirigirse en primer lugar a los que tienen modelos predefinidos de plataformas de integración para su sector, pero luego, para utilizar también la integración como elemento de diferenciación competitiva, la habilidad reside en combinar las prácticas del sector con la propia situación particular (en la práctica, no perder funciones estratégicas en favor de una facilidad de integración resultante de una estandarización anónima).
- Establecer la mejor organización y los mejores procesos para la integración: una mala integración de los procesos sólo puede conducir a una mala integración de las aplicaciones y las tecnologías, por lo que es esencial contar con equipos de colaboración que gobiernen los flujos de actividad; este punto, aunque lógicamente separado, está estrechamente relacionado con el siguiente.
- Definir una organización ágil que esté preparada para futuras evoluciones que actualmente son imprevisibles: los equipos separados, la escasa colaboración y la organización jerárquica son los enemigos jurados de la transformación digital, que en cambio se basa en metodologías ágiles donde la colaboración y la agilidad no se limitan a los equipos de TI (DevOps clásico) sino que se extienden a toda la empresa y más allá: también hay que ser capaz de integrar grandes ecosistemas y nuevas plataformas tecnológicas. Una vez más, la organización puede adoptar diferentes formas, no hay una receta única que sirva para todos, y la habilidad reside en dar forma a los conceptos de agilidad en la propia realidad específica.
Estrategia EAI – Paso 2
El siguiente paso de Forrester es ofrecer algunas orientaciones para elegir un proveedor de soluciones y servicios de integración de aplicaciones empresariales:
- Empezar con una visión amplia de la integración, restringiéndola sólo a la fase de implementación del paso inicial. Antes de empezar a seleccionar la plataforma, es necesario comparar las propias necesidades de integración (desde las más urgentes que deben implementarse inmediatamente hasta las menos apremiantes, aplazadas a fases posteriores, pero igualmente importantes) con las distintas funcionalidades de integración disponibles (una lista no exhaustiva incluye: integración de aplicaciones, integración de datos, calidad de datos, gestión de datos maestros, gestión de procesos de negocio, gestión de datos en memoria, integración en la nube, IoT, etc.).
- Busque una coincidencia entre la amplitud de su visión y la del proveedor. Algunos proveedores cubren la mayoría de las funcionalidades, otros proporcionan servicios individuales sin ofrecer una visión cohesionada; en cualquier caso, la cobertura de las funcionalidades de integración de datos es importante.
- Asegúrese de que su proveedor de servicios tiene una experiencia profunda en la plataforma de integración elegida. Esto parece trivial, pero no es tan obvio porque las empresas suelen tener relaciones establecidas con los proveedores de servicios y tienden a mantenerlas independientemente de la tecnología elegida.
- Las APIs y los microservicios deben considerarse siempre como parte de una visión más amplia de la integración (aunque no encajen en los requisitos específicos del momento).
Artículo publicado originalmente en 03 Ene 2022