Se conoce como Dark Web al lado más oscuro de la Internet. Por lo general, todo lo que se muestra o vende allí es ilegal y adquirirlo es un delito. Por ejemplo, es muy utilizado por hackers que roban información o data sensible de empresas con ingresos anuales importantes, y que venden todo lo recolectado allí.
De hecho, sin ir más lejos, según una investigación de Kaspersky, un ciberdelincuente puede conseguir acceso a una compañía por una suma que oscila los 1.900 euros o 3.800 euros en la Dark Web. Que, si bien para Latinoamérica son cifras importantes, a nivel europeo y, sobre todo, por lo grandes que son las empresas vulneradas, termina resultando realmente económico.
La posibilidad de poder infiltrarse en una red corporativa es algo que tienta mucho a los operadores de ransomware, que son conscientes del dinero que potencialmente pueden ganar a través de un ataque utilizando los datos comprados. Especialistas en ciberseguridad afirman que están dispuestos a pagar incluso decenas de miles de euros o dólares por la información.
La Dark Web y una gran demanda
Sin dudas, la investigación deja al descubierto la profunda demanda que existe en el lado oscuro de la Internet. Hay una gran demanda de los datos que permitirían un ataque, y también de los servicios y de la información necesaria para realizar uno.
El hecho de que hackers sean los únicos que pueden venderles a ciberdelincuentes especializados el acceso a la infraestructura de una organización los coloca en una situación de “privilegio” para hacer el mal.
Hay que pensar que un robo de información o un ataque de este tipo puede representarle a una organización pérdidas de millones de dólares. Y no solo eso, porque también pone en juego su reputación o credibilidad.
Prohibida su reproducción total o parcial.