Tres maneras de proteger los datos de los clientes

Las recientes historias de piratería de compañías de alto perfil, sumado a la creencia de que algunas empresas trafican los datos de sus clientes para obtener ganancias, llevaron a que muchos consumidores o usuarios en línea piensen varias veces antes de dejar información personal.

Por eso, es fundamental que las empresas generen confianza y seguridad en sus clientes. Una forma de hacerlo es que compartan sus políticas de seguridad de datos de manera pública, de manera que quienes naveguen por su web o por su app puedan acceder a ellas fácilmente.

Hoy los datos se han vuelto fundamentales para las compañías. Y es que, apoyándose en ellos, pueden ser mucho más precisas y certeras a la hora de lanzar un producto, o mismo para comunicar ciertos mensajes. 

A continuación, tres pasos que deberían tomar todas las compañías que recopilan datos de sus consumidores:

Negociar cuidadosamente las disposiciones de seguridad con los proveedores

En diálogo con Forbes, los expertos señalan que la subcontratación de funciones empresariales aumenta los riesgos financieros y de reputación de una compañía en caso de incumplimiento. Recomiendan que, al negociar las disposiciones de seguridad en sus contratos, “se tenga en cuenta la sensibilidad de la información, se revise las capacidades del proveedor de servicios y las políticas y procedimientos internos de ambas partes”.

Centrar la selección de candidatos en la transparencia de los datos y la confianza

Siempre que haya datos sensibles en juego, crear un clima de confianza debe ser una de las principales consideraciones. Y esto es fundamental para la contratación de personal. Los especialistas entienden que, más allá de su experiencia previa, es importante contratar talento que se destaque, además de su conocimiento, por su transparencia y confianza a la hora de manejar datos que son considerados como sensibles.

Crear una función organizativa centrada en la ética tecnológica

Convertir la ética tecnológica en una función organizativa central, explican los expertos, construirá una cultura nueva e instalará herramientas y procesos superadores. Deslizan en diálogo con el medio norteamericano que la ética tecnológica es una cuestión amplia y compleja que puede variar mucho a nivel mundial, y de una región a otra.

“Hasta que nosotros, como líderes, no hagamos operativa la forma de recopilar y manejar los datos de los consumidores con cuidado, no ofreceremos una promesa de calidad a nuestros consumidores”, argumentan.