Luego de encuestar a empresas importantes de América y Europa, la consultora LLYC llegó a la conclusión de que apenas el 10% alcanzó un grado de desarrollo alto en cuanto a su transformación digital. De hecho, el 56.2% de las relevadas aún se encuentra en las etapas iniciales.
Los especialistas subrayan que hay tres aspectos fundamentales para llevar a cabo en una empresa una profunda transformación digital de la mano de las nuevas tecnologías: el desarrollo intelectual, la comunicación y, por supuesto, las capacidades individuales.
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La situación en la Argentina
Con el fin de impulsar la digitalización en las compañías del país, el estado asiste a las organizaciones más pequeñas a través del “Plan de Desarrollo Productivo 4.0”. La idea, relatan las fuentes cercanas al programa, es facilitar la adopción de estas nuevas herramientas y que su inserción en este nuevo mundo sea lo más amigable posible.
Posiblemente, aquellas empresas que no den ese salto se volverán obsoletas con el tiempo, perdiendo rentabilidad y lugar en el mercado en el que se desempeñan.
El experto Germán Torres explica al respecto que implementar la transformación digital no solo facilita el crecimiento del negocio, sino que además “permite ofrecer una mejor calidad de servicio y producto a los clientes, optimizar la velocidad y adaptabilidad de los diferentes segmentos, también una mayor productividad en la ejecución de tareas y el desarrollo de soluciones personalizadas”.
Cuatro puntos que puede detener la transformación digital
No reclutar el talento adecuado
Es fundamental que las empresas recluten a los perfiles que se amolden exactamente a lo que buscan, que sean capaces de adaptarse y liderar los cambios, y también afrontar los distintos desafíos que se pueden llegar a presentar.
Resistencia al cambio
A veces los cambios no son bien recibidos internamente. Y esto es precisamente lo que ocurre con la innovación digital. Por eso es vital que tanto los directivos como el personal acepten y se adapten a los nuevos entornos, generando así una cultura de colaboración donde se integren todos los equipos del trabajo.
La falta de un modelo de trabajo
Tener un plan a seguir es clave para que un proceso de transformación digital en una empresa resulte fructífero. Los especialistas señalan al respecto que contar con un modelo permite conocer en qué áreas se debe empezar la transformación digital, cuáles se deben priorizar en base a las necesidades y cuáles son los objetivos individuales de cada sector.
Falta de monitoreo
Es primordial medir el progreso del proceso no después de haberlo implementado, sino mientras se realiza. Muchas veces esto no ocurre. Hay indicadores que pueden advertirnos de posibles problemas a futuro y que pueden resolverse antes de que sea demasiado tarde.
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