Aumentá la productividad y la creatividad poniendo a las personas en el centro. De la Visión Tecnológica 2024 de Accenture se desprende una lectura de “diseño humano” de la innovación en Inteligencia Artificial.
Se trata de tecnologías capaces de mejorar la productividad y la creatividad con una forma de humanización de la tecnología que podría dar lugar a importantes oportunidades en diversos sectores (en 900 profesiones diferentes) y la posibilidad de generar un valor económico mundial de entre 6 y 8 billones de dólares.
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La humanización de la tecnología conduce a una mayor productividad
La investigación de Accenture explica cómo la inteligencia artificial, junto con muchas otras tecnologías nuevas, está evolucionando hacia un modelo “diseño humano”, con un enfoque que aborda los temas de la industria 5.0. Es decir, más cerca de los humanos y de uso más accesible e intuitivo.
Technology Vision 2024 lleva el título “Human by Design: Artificial Intelligence as a Catalyst for Human Potential” y examina cómo la tecnología avanza hacia una mayor centralidad del hombre, volviéndose más humana en su esencia y permitiendo a las personas ampliar sus habilidades y reinventar los negocios.
La investigación y los datos fueron recopilados por un comité asesor externo compuesto por más de dos docenas de expertos del mundo académico, empresarial y público. El estudio global consiste en una encuesta realizada entre 3450 ejecutivos de alto nivel de 21 sectores industriales y más de 20 000 consumidores, entre octubre y noviembre de 2023 en 20 países.
En este contexto, la IA generativa tiene el potencial de influir en el 44% del total de horas de trabajo, estimulando la adquisición de nuevas habilidades y una mejor integración en la vida diaria de las personas. De esta forma, las tecnologías centradas en las personas no solo se generalizarán sino también serán más productivas. En los próximos años, las empresas tendrán acceso a una gama de tecnologías cada vez más potente y relevante, de la que surgirán nuevos desafíos y oportunidades en todos los sectores.
Piero Zanchi, director de tecnología de Accenture para Italia, Europa Central y Grecia, destacó que “la humanización de la tecnología generará importantes oportunidades en varios sectores: desde el comercio minorista hasta el entretenimiento, desde la medicina hasta la producción, y generará un cambio sistémico en la forma en que las personas trabajan, viven y aprenden”.
En particular, los beneficios para las empresas no se limitarán a un aumento de la productividad y la creatividad. Sin embargo, el diseño de tecnologías “humanas por diseño” también permitirá llegar a un público más amplio, incluidos aquellos que aún no se han beneficiado de la revolución digital, tanto en términos de nuevos clientes como de nuevos talentos.
El camino hacia una tecnología basada en el diseño humano
Pero para que todo esto suceda, las organizaciones deben poder actuar con rapidez para reinventar sus negocios y sus modelos de trabajo, integrando y aprovechando al máximo las nuevas tecnologías.
El estudio revela cuatro tendencias que determinan la transición a tecnologías “diseñadas por el ser humano”:
Caminos innovadores hacia el conocimiento. Es decir, en lugar de tener que examinar enormes cantidades de resultados proporcionados por los motores de búsqueda, las personas pueden recurrir a la IA generativa para encontrar respuestas sintéticas, precisas y personalizadas. Los gerentes de negocios podrán replantearse la gestión de la información dentro de su organización y proporcionar al personal herramientas de conocimiento empresarial basadas en la IA para obtener resultados superiores en términos de rendimiento y ventajas competitivas.
Se crearán ecosistemas de asistentes de inteligencia artificial para ayudar a las personas en un entorno interconectado con agentes automatizados que, además de asesorar, puedan tomar medidas decisivas en nuestro nombre tanto en el mundo físico como en el digital. De esta forma, nacen nuevas formas de colaboración que multiplican la productividad colectiva de los trabajadores, generando un valor significativo para las empresas que opten por participar en el ecosistema.
El espacio que necesitamos, es decir, una verdadera mejora de los diferentes espacios, creando nuevos mundos para las interacciones y expandiendo nuestro mundo físico a nuevos entornos 3D mediante tecnologías de computación espacial, metaverso, gemelos digitales y realidad aumentada o virtual.
Estas nuevas experiencias permitirán una mayor integración entre nuestros mundos digital y físico, creando nuevas formas de interactuar y mejorando la forma en que trabajamos, vivimos y aprendemos. En el sector minorista, en particular, el 33% de los consumidores dijeron que ya utilizan o están interesados en utilizar tecnologías o dispositivos de computación espacial para realizar compras.
Y, por último, las interfaces más humanas, gracias al uso de tecnologías innovadoras e integradas, como dispositivos portátiles equipados con inteligencia artificial, a las neurotecnologías que detectan el funcionamiento de nuestro cerebro, a los sensores para el seguimiento ocular o del movimiento, las interfaces se humanizarán y podrán comprender a las personas de una manera más profunda de lo que ha sido posible y utilizar este conocimiento para mejorar nuestra forma de trabajar y vivir. El 94% de los ejecutivos está de acuerdo en que las tecnologías de interfaz humana permitirán una mejor comprensión de comportamientos e intenciones, con cambios radicales en la interacción «hombre-máquina».
“La inteligencia artificial generativa representa un ejemplo de tecnología que se vuelve más intuitiva y accesible para un público más amplio”, observa Zanchi. En muchos casos, los empleados comienzan a utilizar herramientas de IA generativa en el lugar de trabajo incluso antes de que las organizaciones creen programas formales de adopción”.
Muchas oportunidades, pero también nuevos riesgos
Sin embargo, los riesgos no faltan y, como señala Zanchi, “las innovaciones también conllevan nuevos riesgos de fraude, desinformación y posibles brechas de seguridad, además de nuevas cuestiones ético-sociales y medioambientales”.
Pero el “diseño humano” también es un llamamiento a la responsabilidad a la hora de guiar el futuro de la relación entre el hombre y la tecnología, dando prioridad al bienestar, la privacidad y la seguridad de las personas.
Desde esta perspectiva, las empresas deben sopesar cuidadosamente entre la necesidad de actuar con rapidez y la de hacerlo de manera responsable, teniendo en cuenta que es posible que los competidores y otros países no compartan las mismas preocupaciones o normativas.
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