Si bien en muchos aspectos Latinoamérica no puede ni acercarse a la realidad de Europa, es cierto que nuestra región goza de ciertas cualidades, virtudes y características que pueden invitarnos a soñar a que desarrolle y potencie un enfoque de innovación que sea bien visto en el mundo.
Al respecto, Ronaldo Mello, ejecutivo y experto en innovación, cree que los latinoamericanos somos lo suficientemente ágiles para realizar experimentos audaces y, por otro lado, tenemos el tamaño para escalar nuestra innovación y hacer avanzar la industria a un ritmo mucho más rápido. “Nuestra ambición y capacidad nos ha convertido en una frontera de crecimiento para muchas industrias”, dice en una columna de opinión.
Mello insiste con que la fortaleza en esta región es la agilidad: “Hemos tenido que ser adaptables y conformes con múltiples variables desconocidas para hacer frente a una geografía tan exigente y un clima político en constante cambio”, profundiza, marcando la diferencia de que, mientras muchas otras regiones lidian con el miedo a lo nuevo, “nuestra cultura se formó sobre la base de aceptar obstáculos para tener éxito”.
Innovación localizada
Por otro lado, enfatiza en la necesidad de un enfoque de innovación localizado, sosteniendo que es importante reconocer el papel que debe desempeñar el sesgo geográfico. Describe que cuando el mundo ofrece soluciones para los mercados más grandes, a menudo están dirigidas al hemisferio norte. No obstante, remarca que las necesidades del hemisferio sur son diferentes: “Nuestra infraestructura, nuestro clima, geografía. Todo exige un enfoque específico con la necesidad, si se quiere, de tropicalizar las soluciones”.
En ese sentido, añade: “Algo que funciona para el mercado suizo, holandés o alemán, no necesariamente se traduce a México, Brasil o Argentina. Brasil, como el país más grande de la región con 230 millones de habitantes, tiene la masa crítica por sí sola para justificar tal enfoque”.
Asimismo, Mello subraya que, con nuestros homólogos del hemisferio norte también existen diferencia en términos económicos. Al respecto, profundiza que en América Latina se busca la paridad de precios, y eso no quiere decir que aquí no importe el medio ambiente, sino que se carece de poder adquisitivo y colectivo; por lo cual, siempre se termina buscando la asequibilidad para aumentar el acceso a todos.
“Son estas complejidades las que debemos comprender cuando abordamos soluciones innovadoras”, cierra.
Prohibida su reproducción total o parcial.