Dentro de los objetivos, misiones y metas de un departamento de TI está la necesidad de crear un canal claro que le permita escalar las aplicaciones que desarrollan, los repositorios de datos, los servicios de TI y todo tipo de mecanismos y funciones de su sistema interno. Sin embargo, la pregunta surge de manera inevitable: ¿Cómo se consigue realmente una escalabilidad de TI? Veamos qué opinan los expertos.
Nelson Petracek, CTO de una compañía de plataformas de datos, dice en diálogo con Forbes que la mayoría de la gente piensa en la escalabilidad como la posibilidad de que un sistema aumente su capacidad y pueda satisfacer la demanda cuando esta sube. Sin embargo, sostiene que “es mucho más que este aspecto”.
Señala que la escalabilidad implica que los sistemas (de hardware o de software) “funcionen con el tamaño adecuado” para los contextos actuales o previstos, “sin pausa y sin la necesidad de una acción repentina de refactorización o rearquitectura, que puede introducir riesgos o complejidad adicionales”.
Para Petracek, los sistemas escalables pueden satisfacer las demandas que se les piden, en cualquier momento. Y pueden hacerlo de forma transparente. Por otro lado, remarca que, así como los elementos técnicos son importantes cuando se trata de escalabilidad, también lo son los elementos no técnicos, incluidas las personas y los procesos. “Ambas partes deben coexistir para lograr el máximo valor de una empresa”, desliza.
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Enfoque de seguridad
El enfoque de la seguridad, a medida que se amplía la infraestructura, los datos y las aplicaciones, también será de extrema importancia para lograr la escalabilidad deseada. Las herramientas de seguridad y de soporte deben acompañar ese proceso de crecimiento.
Esto no es sencillo. De hecho, seguramente al hacerlo deberán cuestionarse si realmente son capaces de proteger su tecnología en las instalaciones y si a futuro podrán cubrir todos los tipos de modelos y proveedores de la nube.
Flexibilidad
Paul Baird, director de seguridad, también expuso en Forbes que “ser escalable significa estar seguro de que su estrategia de ciberseguridad es flexible y puede hacer frente a los cambios. Y eso significa examinar varias áreas y ver si, por ejemplo, los desarrollares pueden hacer uso de las capacidades de seguridad pre-construidas y aprobadas dentro de la organización.
“En lugar de desarrollar nuevos métodos cada vez, proporcionar un marco de autenticación al que el I+D pueda conectarse ayudaría a obtener un software seguro de forma más rápida. Esto sería útil, además, para eliminar problemas de seguridad comunes en su código, como medidas de control de acceso rotas, intentos de inyección de código o diseños inseguros”, cierra.
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