La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es la más grande de Iberoamérica. En 2021 colaboró con la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México para realizar procesos de selección de maestros de Educación Básica y Educación Media Superior. Para esto, proveyó servicios de supervisión virtual basados en la tecnología de Amazon Web Services (AWS), que abarcaron el diseño, el desarrollo, la aplicación y el análisis de resultados, además de la seguridad de los instrumentos de valoración.
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Obstáculos a sortear
La UNAM necesitaba hacer una evaluación de los docentes y de los postulantes a serlo de forma más rápida y barata, y de manera virtual (dado el contexto de pandemia de Covid-19). Para esto, se valió de una tecnología integral, accesible y novedosa para descubrir y anular irregularidades que pudieran existir al hacerse los distintos exámenes de selección para los distintos niveles evaluados.
Además, todo debía poder realizarse aún con una internet débil (situación que puede darse en algunos casos de maestros de zonas remotas o rezagadas). Tampoco hay que ignorar el uso de servidores físicos, expuestos a inclemencias naturales o la sobrecarga de datos. Por ende, se precisaba un sistema funcional y con buena disponibilidad.
Solución
Para abordar el desafío, se optó por AWS, que era capaz de supervisar virtualmente al más de millón de evaluados en todo México. Y, al dejar la plataforma en manos de una empresa que ofreció una infraestructura “serverless”, la UNAM pudo trabajar en un diseño más eficiente de los instrumentos de valoración. Además, la universidad pagó a Amazon de modo flexible (solamente por lo que usara), por lo que pudo destinar más recursos al examen.
De esta forma, se pudo acompañar al trabajo de la Facultad de Psicología, que ya venía pretendiendo hacer evaluaciones que cumplan con estándares psicométricos actuales y alimentando la igualdad educativa mediante la tecnología. Se logró estar a la altura de las expectativas del proyecto y de sus evaluados, hacerlo de modo rápido y sincrónico para 150.000 usuarios, y mantener protegidos los datos privados.
Fue posible supervisar de manera remota e individual cada aplicación, con pocas incidencias y una participación casi plena. Se pudo monitorear la actividad de todos los participantes, teniendo hasta 400.000 aplicaciones abiertas al mismo tiempo.
En cuanto a las postrimerías, la información de los resultados se procesó casi instantáneamente, lo que implicó un proceso evaluador transparente y eficaz.
Respecto a los planes a futuro, se pretende continuar con la arquitectura “serverless”, así como otras herramientas digitales que coadyuven a la velocidad, la automatización y la disponibilidad plena.
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