Ya sea por miedo, creer que les va a funcionar más lento o simplemente porque es una molestia cambiar la vieja versión, muchas personas deciden (o se olvidan de) postergar las actualizaciones de software de sus dispositivos. No hacerlo puede traer grandes complicaciones. Los dispositivos electrónicos se vuelven altamente vulnerables a los ciberataques, que se introducen en las brechas que se generan en la seguridad y acceden a la información privada.
Un primer punto para comprender esto es entender que modificar la versión por una más nueva, no quiere decir solamente que sea para corregir los errores del sistema operativo o para habilitar la interfaz más nueva. La seguridad, es uno de los componentes principales a la hora de pensar una versión más moderna.
Especialistas en Ciberseguridad informan, por ejemplo, que muchos de los peores ataques de malware “se aprovechan de las vulnerabilidades de software en sistemas operativos y navegadores”. Por ello, es que recomiendan no postergar las actualizaciones de software, ya que son un paso esencial para proteger la información de los usuarios.
Ejemplos como Microsoft han incentivado a sus usuarios a renovar las versiones de sus aparatos ante un fallo en la seguridad de Windows 7 y Windows 10. “Recomendamos que se instalen estas actualizaciones inmediatamente“, sentencian.
Esta temática también se refleja en los antivirus. Expertos mexicanos en servicios de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones afirman que “de nada sirve tener instalado un antivirus, sino se actualiza”. Por otro lado, resaltan que, actualmente, los equipos “muestran recordatorios y son capaces de actualizarse en el horario que se nos haga más conveniente y que no estemos usando el dispositivo para no causar molestias”.
Para poder utilizar de forma segura los dispositivos y mantenerlos actualizados, los expertos mexicanos aconsejan tomar algunas de estas recomendaciones:
- Vigilar el estado de actualización de todos nuestros dispositivos y aplicaciones.
- Elegir la opción de actualizaciones automáticas siempre que esté disponible.
- Instalar las actualizaciones tan pronto como se publiquen, especialmente las de los sistemas operativos, navegadores y programas antivirus.
- Ser cuidadosos con las aplicaciones que instalamos, huyendo de fuentes no confiables y vigilando los privilegios que les concedemos.
- Evitar hacer uso de aplicaciones y sistemas operativos antiguos que ya no dispongan de actualizaciones de seguridad.