Se conoce como una URL (Uniform Resource Locator) a la dirección única y específica de cada página o recurso que existe en la web. De otra manera, señalan los especialistas, los navegadores no podrían localizar la información demandada por el usuario.
Internet se mueve a través de estas URL. Sin embargo, hay que remarcar que no todas son confiables, seguras o verdaderas. En el último tiempo, los ciberdelincuentes encontraron en muchas de ellas una nueva manera de atacar y estafar a los usuarios. Especialmente, a través de las URL acortadas.
Con las URL extensas, darnos cuenta si es una trampa o no es más sencillo. Ya que contienen más información. Teniendo en cuenta esto es que los especialistas aconsejan verificar, antes de hacer click, cómo está escrita.
Por ejemplo, a los estafadores les tienta mucho suplantar las direcciones de compañías reconocidas. Por lo tanto, “comparar una y otra es un paso importante para no caer en una estafa encaminada a robar credenciales de acceso a alguna cuenta o dinero”, señalan en diálogo con Europa Press.
No obstante, analizar las URL acortadas se torna más complejo. Poder comprobar a ojo si se trata de una trampa o no es casi imposible para con este tipo de URL (las acortadas), ya que la cantidad de caracteres es mucho menor y difícilmente encontremos indicios que ayuden a darnos cuenta de su veracidad. Por lo general, se utilizan mucho en las redes sociales. Por ejemplo, Twitter, donde la cantidad de caracteres al publicar es limitada.
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Ventajas de las URL acotadas
Todas las URL se pueden personalizar a través de distintos programas que ofrecen este servicio. Podemos nombrar los más conocidos como Buffer, TinyURL, Bitly, Ow.ly, que convierten la URL original en una versión acotada que al hacer click llevará al usuario hacia el mismo lugar. Por lo que, además de ser más práctica, también resulta agradable de leer.
Desventajas de las URL breves
El hecho de que sean más estéticas puede ser algo positivo, pero también son menos informativas. Por lo general, ocultan la página web de destino. Esto es algo que hacen mucho los ciberdelincuentes y fue advertido por la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI). Los estafadores y hackers encontraron aquí un método para compartir un enlace y engañar a los usuarios.
Desde OSI advierten que esta práctica maliciosa “puede usarse para descargar malware, para lanzar un ataque de phishing, que suplanta la identidad de una fuente fiable para robar credenciales, o redirigir a páginas de spam, con anuncios fraudulentos que pueden acabar robando dinero a las víctimas”.
Para cerrar, añaden que, aunque no todas las URL acortadas son peligrosas, siempre es conveniente ante una duda apelar a una ayuda adicional. Por ejemplo, el usuario puede recurrir a la extensión Unshorten.link para Chrome (o Link Unshorten para Firefox) para conocer la dirección original.
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