En el cierre del Fintech Day del TechWeek, el panel “Desafiando las Fronteras de Edad y Género en Tech” reunió a Carli Arias, líder en formación y desarrollo en Chicas en Tecnología, y a Cecilia López Mendieta, program manager en SilverTech, para debatir sobre los desafíos y avances en la inclusión de mujeres y personas mayores en el sector tecnológico. Moderado también por la periodista Martina Rúa, el panel tocó temas vinculados a los estereotipos y los sesgos que, muchas, obstaculizan la diversidad en tech.
Cecilia López Mendieta coordinó en SilverTech un programa impulsado por Be The Lab y AI2 Global, con apoyo de grandes empresas IT, donde buscaron potenciar al talento “silver”. Formaron en tecnología a personas que quisieron reinventarse o reinsertarse en el mercado laboral, y generaron una comunidad de organizaciones comprometidas con la transformación sistémica.
Por su parte, Carli Arias, compartió que lideró el equipo de formación y desarrollo en Chicas en Tecnología, donde implementaron programas para jóvenes de 13 a 23 años. Su objetivo fue acercarlas al mundo tech y reducir la brecha de género. También realizaron investigaciones y colaboraron con sectores públicos y privados.
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Brecha de género y edad
Martina Rúa destacó la persistencia de la brecha de género en tecnología, y preguntó sobre los factores que contribuyeron a esta desigualdad.
Cecilia López Mendieta señaló la discriminación por edad, o “edadismo”, explicando que fue y es central en esta problemática. Según la especialista, los estereotipos de edad limitan las oportunidades. Además, indicó que si bien vivimos más años y con mejor calidad de vida, en el mercado laboral la trayectoria de una persona tiende a decaer a partir de los 50 años.
Esto – continuó Mendieta- está relacionado tanto con cuestiones culturales como con cómo históricamente se entendió el trabajo.
Por otro lado, Carli Arias agregó que desde una edad temprana las niñas enfrentan barreras que impiden desarrollar su interés en la tecnología, perpetuando estereotipos de género. Las niñas no tienen modelos a seguir en tecnología, y esto se refleja en que solo el 34% de los estudiantes en carreras STEM son mujeres. En programación, esta cifra cayó al 17%.
Las responsabilidades de cuidado y las desigualdades salariales también contribuyeron a esta brecha. Incluso aquellas que lograron ingresar al sector IT enfrentaron dificultades para permanecer debido a la falta de reconocimiento y los techos de cristal.
El rol de las empresas en la inclusión
Al abordar el papel de las empresas tecnológicas en la inclusión, Cecilia subrayó la importancia de revisar los procesos de selección para eliminar sesgos.
Los sesgos atravesaron los procesos de selección, desde la redacción de la búsqueda hasta en qué canales se publicó. Fue esencial adaptar estos procesos para llegar a una población diversa. En SilverTech vieron a más de 1.500 personas mayores aprender intensamente nuevas tecnologías. Las empresas debieron centrarse en las competencias y no en estereotipos de edad o género.
Carli Arias añadió que la inclusión requirió un cambio sistémico. Las empresas debieron promover un espacio inclusivo y adaptable. Currículums ciegos, donde no se conoció el sexo ni la edad de la persona, pudieron ayudar a reducir los sesgos. También fue clave apoyar a los empleados en su crecimiento profesional y permitirles reinventarse dentro de la organización.
Reflexiones finales
El panel concluyó con una reflexión sobre la necesidad de un visión multifacética para abordar la brecha de edad y género en la tecnología. Las experiencias compartidas por las panelistas evidenciaron que, aunque se lograron avances, aún queda un largo camino por recorrer. La responsabilidad recayó tanto en las organizaciones como en la sociedad para construir un futuro más inclusivo y equitativo en la industria tecnológica.
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