Hay algo que si observamos un poco de historia nos daremos cuenta de que no es novedad: cada vez que fueron apareciendo en el camino distintos avances tecnológicos que reemplazan (parcial o totalmente) una actividad humana, no solo se generó incertidumbre sino también desconfianza. Y es lógico que haya sido así. Porque el hombre es un ser de costumbre, y los cambios, justamente, vienen a romper con esas estructuras.
Al respecto, expertos en tecnología sostienen que es normal que las personas sientan temor de que las máquinas “se queden con su trabajo” y se vuelvan obsoletas para el mercado laboral. Y aquí, mencionan una tecnología que ha adquirido mucho protagonismo. Especialmente los últimos dos meses de 2022: la Inteligencia Artificial, definida como la capacidad de una computadora de realizar tareas propias de la IA.
El factor humano en las máquinas
El especialista Nahuel Alberti, Head de Engineering, deja en claro que, en contrapartida a lo que la mayoría piensa, el factor humano en las tareas de las máquinas sigue siendo clave. Y brinda como ejemplo las tareas de un desarrollador, afirman que “van a continuar siendo necesarias, dado que son ellos los que general un código de programación, que no es más ni menos que darle instrucciones a la máquina para que ejecute una acción”.
Con esto, lo que el experto quiere decir es que continúa siendo imperiosa la intervención de las personas aunque se brinda un valor agregado, que es la velocidad, ya que permite reducir los tiempos de búsqueda y compilación de material.
“En un futuro, con el avance de PNL (procesamiento de lenguaje natural, por sus siglas en inglés) es posible que se reemplacen los lenguajes de programación y que tengamos la capacidad de dar instrucciones a la máquina de forma directa. Como sea, alguien deberá escribirlas y ejecutarlas, con lo cual estamos a décadas que un avance de tal magnitud pueda ocurrir”, añade Alberti.
Dónde puede aplicar la IA en entornos laborables
Gestión de los recursos humanos
Alberti explica que es aplicable en los procesos de contratación, para evaluar las entrevistas con menos sesgos o prejuicios. Además, profundiza que permite evaluar información sobre el rendimiento, salarios y costos de la fuerza de trabajo en relación con la estrategia de negocio.
Cobotización: cobots y chatbots:
“Los cobots o robots colaborativos son robots con inteligencia artificial integrada que son seguros para trabajar”, describe.
Tecnologías wearables:
Según Alberti, se pueden aplicar en entornos de trabajo en fábricas a través de GPS y sensores de radiofrecuencia, así como lentes con pantallas y funciones de realidad virtual aumentada que ayudan a impartir capacitaciones y asistir a los empleados en tareas más dinámicas.