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Agricultura de precisión: Qué es y qué puede resolver



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En los próximos años, la agricultura tendrá que satisfacer una enorme demanda de alimentos. Una hazaña que sólo será posible gracias al uso de nuevas tecnologías, como las trampas robóticas para plagas. Todo lo que tenés que saber sobre la agricutura de precisión.

Actualizado el 1 de abr de 2025

Nicolás Della Vecchia

Jefe de redacción



Agricultura de precisión

Argentina se afirmó como uno de los principales productores agrícolas del mundo, con protagonismo en el cultivo de soja, trigo y maíz. Su extensa geografía y diversidad climática permitieron el desarrollo de una producción agrícola competitiva, donde el uso de la tecnología tiene un rol clave. En este contexto, la agricultura de precisión (AGP) es una herramienta fundamental.

La agricultura de precisión aplica tecnologías como sensores, GPS y datos satelitales para tomar decisiones exactas en cada etapa del cultivo. Busca aumentar los rindes y reducir el uso innecesario de insumos.

Desde CREA detallan que la Argentina cuenta con más del 47% de su superficie agrícola documentada mediante herramientas avanzadas de monitoreo y gestión de datos.

Argentina cuenta con más del 47% de su superficie agrícola documentada mediante herramientas avanzadas de monitoreo y gestión de datos.

Según una estimación de la FAO, para cubrir la demanda global, la agricultura tendrá que producir casi un 50% más de alimentos, forrajes y biocombustibles en 2050 respecto a lo generado en 2012. El cálculo parte de proyecciones de la ONU que prevén una población mundial de 9.730 millones de personas para ese año.

En el África subsahariana y el sur de Asia, la producción agrícola debería más que duplicarse hacia 2050 para acompañar el crecimiento de la demanda. En el resto del mundo, el incremento necesario sería de alrededor de un 33% respecto a los niveles actuales.

Índice de temas

Qué es la agricultura de precisión

  • ​La agricultura de precisión “es una estrategia de gestión agrícola que utiliza tecnologías avanzadas para recopilar, procesar y analizar datos espaciales y temporales sobre los cultivos y el suelo. El objetivo es optimizar la aplicación de insumos y mejorar la eficiencia, productividad y sostenibilidad de la producción agrícola”.​ Definición del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola.
  • La International Society of Precision Agriculture (ISPA) la define como: “Una estrategia de gestión que recoge, procesa y analiza datos temporales, espaciales e individuales de plantas y animales y los combina con otras informaciones para respaldar las decisiones de manejo de acuerdo con la variabilidad estimada, y así mejorar la eficiencia en el uso de recursos, la productividad, la calidad, la rentabilidad y la sostenibilidad de la producción agrícola”.
  • La Universidad de Palermo habla de ella como “el uso de la tecnología de la información para adecuar el manejo de suelos y cultivos a la variabilidad presente dentro de un lote”.

Qué beneficios económicos y ambientales se pueden obtener a partir de la agricultura de precisión (PPA)

Gracias al uso del PPA (Agricultura de Precisión), se pueden obtener beneficios económicos y ambientales concretos, entre los que se destacan:

  • Optimización en el uso de insumos como plaguicidas y fertilizantes. Esto mejora la calidad del agua y del aire.
  • Reducción en los volúmenes de agua utilizados para riego.
  • Uso racional de los factores de decisión. Permite a los operarios trabajar con menos esfuerzo físico, menos tiempo de ejecución, menos tareas repetitivas y menor intensidad. También elimina errores y mejora el rendimiento. Un ejemplo es la conducción automática.
  • Distribución controlada de agua, fertilizantes y productos fitosanitarios, según las necesidades reales del cultivo.
  • Uso de sensores para monitorear en tiempo real la salud de los cultivos, detectar la presencia de fitopatógenos y conocer las condiciones ambientales.
  • Menor presión de los sistemas agrícolas sobre el medio ambiente.
  • Mayor eficiencia: menos operaciones de cultivo por unidad de tiempo y superficie, y aumento de los rendimientos por hectárea.
  • Trazabilidad avanzada (Infotracking), desde la producción hasta la venta o el consumo.
  • Registro histórico y creación de bases de datos online (almacenamiento en la nube), que permiten desarrollar Sistemas de Apoyo a la Decisión (DSS) fáciles de usar.
  • Reducción en la infiltración de químicos en aguas subterráneas. La pérdida de nitrógeno por lixiviación puede bajar hasta un 75 %.
  • Optimización del consumo energético.
  • Mejora en la logística de las operaciones previas y posteriores a la cosecha, con una organización más racional de los datos por unidad de superficie.

Qué dicen los expertos sobre la agricultura de precisión

Fernando Scaramuzza, agrónomo y referente en agricultura de precisión del INTA Manfredi, sostiene que:

“Lo fundamental es procesar, ordenar y analizar los datos para convertirlos en información. Así, podemos entender cómo es nuestro proceso productivo, hacer un uso más eficiente de los recursos, y mejorar la rentabilidad y sostenibilidad,”

Agricultura de precisión y robótica

Robots en el agro: más datos, menos insumos

Como detalla Oficina de Responsabilidad del Gobierno de los Estados Unidos (GAO), la robótica agrícola brinda la posibilidad de mejorar la recolección de datos y el análisis sobre las condiciones de los cultivos. A diferencia de las imágenes satelitales, los nuevos sensores instalados en drones o en plataformas robóticas terrestres logran mayor resolución, mayor frecuencia de captura y un tiempo de entrega de datos mucho más corto. Esto permite diagnósticos más ajustados y decisiones más rápidas para optimizar la producción.

Estos desarrollos avanzan también gracias a la inversión en investigación y desarrollo. GAO plantea que las plataformas de teledetección transforman la forma de medir la salud y necesidades de las plantas. Mediante cámaras multiespectrales y térmicas, los productores pueden evaluar cuestiones clave como el contenido de clorofila o la temperatura de los cultivos. La precisión en estos datos cambia la escala de intervención y da lugar a acciones más puntuales.

Por su parte, desde IBM sostienen que la automatización y la robótica ya forman parte del esquema cotidiano de muchas explotaciones agrícolas. Según la compañía, además de los tractores autónomos, se incorporan robots para tareas específicas como la siembra, la cosecha o la poda.

También se extiende el uso de vehículos aéreos no tripulados (UAV) para aplicar fertilizantes, pesticidas u otros insumos, con mayor precisión que los métodos tradicionales. Este uso controlado tiene impacto directo en el medioambiente: el uso medido de fertilizantes, en particular, reduce una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero.

Pero la precisión no es solo un recurso de eficiencia económica. La combinación de robótica y monitoreo también permite identificar problemas antes de que afecten la productividad general. Las fallas en el riego o la aparición de enfermedades, por ejemplo, pueden detectarse con mayor anticipación.

IA, visión artificial y control de malezas

Uno de los puntos más estudiados en la actualidad es el uso de robótica e inteligencia artificial (IA) para el control selectivo de malezas. Según la Universidad Estatal de Carolina del Norte, los sistemas que combinan visión artificial y aprendizaje automático ofrecen resultados prometedores, sobre todo para pequeñas explotaciones que no acceden a maquinaria costosa.

Las desmalezadoras robóticas identifican el punto de crecimiento de las malezas y actúan directamente sobre ellas. Gracias a sensores, cámaras y procesamiento de imágenes en tiempo real, diferencian entre los cultivos y las plantas no deseadas. La precisión de esta tecnología evita el uso indiscriminado de herbicidas y disminuye la alteración del suelo.

Según la entidad académica, estos equipos integran cuatro tecnologías clave:

  • Observación: mediante visión artificial basada en IA, logran identificar malezas a nivel de píxel. Los sistemas captan colores, formas y patrones para distinguir entre plantas deseadas y no deseadas.
  • Acción: el robot actúa con herramientas especializadas –conocidas como efectores finales– que pueden eliminar malezas de manera mecánica, térmica, química o eléctrica. Estas herramientas se ajustan según la especie y la etapa de crecimiento de la planta.
  • Guía: estos sistemas operan con autonavegación, adaptándose a condiciones variables de terreno, perfil del suelo o clima. Así garantizan una cobertura completa sin intervención humana constante.
  • Mapeo: mediante GPS y visión artificial, se elaboran mapas de distribución de malezas, fundamentales para planificar tratamientos y reducir el uso de productos químicos.
  • La Universidad Estatal de Carolina del Norte remarca que muchos equipos de desmalezado son pequeños, portátiles y accesibles para productores que trabajan en superficies más reducidas. Al no requerir grandes inversiones ni combustibles, democratizan el acceso a tecnología que antes solo estaba al alcance de los grandes jugadores del agro.
  • La combinación entre automatización, inteligencia artificial y sensores remotos marca una transformación profunda en la forma de producir alimentos. La robótica, lejos de reemplazar a los trabajadores rurales, redefine su rol: menos tiempo en tareas repetitivas, más tiempo en análisis, control y planificación. Y aunque los desarrollos todavía enfrentan desafíos técnicos y económicos, el rumbo ya está trazado.

Desafíos de la agricultura de precisión en la Argentina

Scaramuzza señaló que el muestreo y análisis de suelo y el monitoreo de rendimiento avanzan a un ritmo dispar dentro del agro argentino. Sin embargo, enfatiza que, aunque estas herramientas prometen mejoras concretas en la eficiencia productiva, su adopción se mantiene baja entre los pequeños y medianos productores.

En muchos casos, ni siquiera las consideran una oportunidad real. Esta distancia tecnológica plantea un freno para una parte clave del sector, que aún se maneja con métodos más tradicionales.

En esa misma línea, un relevamiento realizado por la Universidad Austral evidenció esa brecha: mientras que el 90% de los grandes productores ya trabaja con monitores de rendimiento, entre los productores más chicos apenas la mitad los utiliza, a pesar de que todas las máquinas agrícolas actuales incluyen este equipamiento.

“Para los productores de menor escala, la incorporación de estas herramientas parece no estar dentro del espectro de posibilidades, cuando en realidad representan una mejora en la eficiencia a largo plazo, con réditos interesantes”, expresó Scaramuzza.

Los problemas del sector agrícola mundial

Cambio climático

  • Las variaciones en los patrones del clima, los eventos meteorológicos extremos y las sequías provocadas por el cambio climático son factores que aumentan la inseguridad alimentaria.
  • Como señala Earth.org, estos fenómenos afectan la producción agrícola porque limitan la calidad, disponibilidad y acceso a los recursos. Así, ponen en riesgo la estabilidad de los sistemas alimentarios en todo el mundo.
  • Proyecciones actuales indican que los rendimientos globales de cultivos como el maíz podrían caer de manera considerable en las próximas décadas debido a estas condiciones adversas.

Disminución de tierras agrícolas disponibles

  • La FAO señala que el crecimiento de la población y la urbanización achicaron la superficie destinada a la agricultura. La expansión de ciudades y la transformación de campos en zonas residenciales o industriales redujeron el espacio útil para producir alimentos. Esto complica la posibilidad de abastecer una demanda alimentaria mundial que no para de crecer.

Degradación del suelo y erosión

  • El uso intensivo de la tierra provocó degradación y erosión del suelo, con consecuencias directas en la capacidad de producción. La EPA (United State Environmental Protection Agencty), afirma que la pérdida de suelo fértil limita el rendimiento de los cultivos y puede generar caídas sostenidas en la productividad.

Acceso limitado a tecnología y capital

  • La incorporación de tecnologías como la agricultura de precisión no avanza por los altos costos iniciales y la falta de acceso a financiamiento. Muchos productores, sobre todo en países con menos recursos, no logran invertir en herramientas que podrían mejorar la eficiencia y el rendimiento de sus cultivo.

Seguridad alimentaria bajo presión

  • Alimentar a una población mundial cada vez más numerosa se volvió una tarea compleja. Sin embargo, obstáculos como el cambio climático y la reducción de tierras cultivables dificultan ese objetivo.

Problemas de bioseguridad

  • El campo convive con amenazas permanentes de plagas y enfermedades que pueden arrasar tanto cultivos como ganado. Casos como la gripe aviar o la fiebre aftosa representan riesgos fuertes para la actividad y exigen controles estrictos de bioseguridad.

FAQs: Preguntas frecuentes sobre agricultura de precisión en 2025

Argentina se afirmó como uno de los principales productores agrícolas del mundo, con protagonismo en el cultivo de soja, trigo y maíz. Su extensa geografía y diversidad climática permitieron el desarrollo de una producción agrícola competitiva, donde el uso de la tecnología tiene un rol clave. En este contexto, la agricultura de precisión (AGP) es una herramienta fundamental de la que se dispone hoy para satisfacer estas demandas.

La agricultura de precisión aplica tecnologías como sensores, GPS y datos satelitales para tomar decisiones exactas en cada etapa del cultivo. Busca aumentar los rindes y reducir el uso innecesario de insumos.

Según una estimación de la FAO, para cubrir la demanda global, la agricultura tendrá que producir casi un 50% más de alimentos, forrajes y biocombustibles en 2050 respecto a lo generado en 2012. El cálculo parte de proyecciones de la ONU que prevén una población mundial de 9.730 millones de personas para ese año.

En el África subsahariana y el sur de Asia, la producción agrícola debería más que duplicarse hacia 2050 para acompañar el crecimiento de la demanda. En el resto del mundo, el incremento necesario sería de alrededor de un 33% respecto a los niveles actuales.

Desde CREA detalla que la Argentina cuenta con más del 47% de su superficie agrícola documentada mediante herramientas avanzadas de monitoreo y gestión de datos.

Argentina cuenta con más del 47% de su superficie agrícola documentada mediante herramientas avanzadas de monitoreo y gestión de datos.

Qué es la agricultura de precisión

  • ​La agricultura de precisión “es una estrategia de gestión agrícola que utiliza tecnologías avanzadas para recopilar, procesar y analizar datos espaciales y temporales sobre los cultivos y el suelo. El objetivo es optimizar la aplicación de insumos y mejorar la eficiencia, productividad y sostenibilidad de la producción agrícola”.​ Definición del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola.
  • La International Society of Precision Agriculture (ISPA) la define como: “Una estrategia de gestión que recoge, procesa y analiza datos temporales, espaciales e individuales de plantas y animales y los combina con otras informaciones para respaldar las decisiones de manejo de acuerdo con la variabilidad estimada, y así mejorar la eficiencia en el uso de recursos, la productividad, la calidad, la rentabilidad y la sostenibilidad de la producción agrícola”.
  • La Universidad de Palermo habla de ella como “el uso de la tecnología de la información para adecuar el manejo de suelos y cultivos a la variabilidad presente dentro de un lote”.

Qué beneficios económicos y ambientales se pueden obtener a partir de la agricultura de precisión (PPA)

Gracias al uso del PPA (Agricultura de Precisión), se pueden obtener beneficios económicos y ambientales concretos, entre los que se destacan:

  • Optimización en el uso de insumos como plaguicidas y fertilizantes. Esto mejora la calidad del agua y del aire.
  • Reducción en los volúmenes de agua utilizados para riego.
  • Uso racional de los factores de decisión. Permite a los operarios trabajar con menos esfuerzo físico, menos tiempo de ejecución, menos tareas repetitivas y menor intensidad. También elimina errores y mejora el rendimiento. Un ejemplo es la conducción automática.
  • Distribución controlada de agua, fertilizantes y productos fitosanitarios, según las necesidades reales del cultivo.
  • Uso de sensores para monitorear en tiempo real la salud de los cultivos, detectar la presencia de fitopatógenos y conocer las condiciones ambientales.
  • Menor presión de los sistemas agrícolas sobre el medio ambiente.
  • Mayor eficiencia: menos operaciones de cultivo por unidad de tiempo y superficie, y aumento de los rendimientos por hectárea.
  • Trazabilidad avanzada (Infotracking), desde la producción hasta la venta o el consumo.
  • Registro histórico y creación de bases de datos online (almacenamiento en la nube), que permiten desarrollar Sistemas de Apoyo a la Decisión (DSS) fáciles de usar.
  • Reducción en la infiltración de químicos en aguas subterráneas. La pérdida de nitrógeno por lixiviación puede bajar hasta un 75 %.
  • Optimización del consumo energético.
  • Mejora en la logística de las operaciones previas y posteriores a la cosecha, con una organización más racional de los datos por unidad de superficie.

Qué dicen los expertos sobre la agricultura de precisión

Fernando Scaramuzza, agrónomo y referente en agricultura de precisión del INTA Manfredi, sostiene que:

“Lo fundamental es procesar, ordenar y analizar los datos para convertirlos en información. Así, podemos entender cómo es nuestro proceso productivo, hacer un uso más eficiente de los recursos, y mejorar la rentabilidad y sostenibilidad,”

Agricultura de precisión y robótica

Robots en el agro: más datos, menos insumos

Como detalla Oficina de Responsabilidad del Gobierno de los Estados Unidos (GAO), la robótica agrícola brinda la posibilidad de mejorar la recolección de datos y el análisis sobre las condiciones de los cultivos. A diferencia de las imágenes satelitales, los nuevos sensores instalados en drones o en plataformas robóticas terrestres logran mayor resolución, mayor frecuencia de captura y un tiempo de entrega de datos mucho más corto. Esto permite diagnósticos más ajustados y decisiones más rápidas para optimizar la producción.

Estos desarrollos avanzan también gracias a la inversión en investigación y desarrollo. GAO plantea que las plataformas de teledetección transforman la forma de medir la salud y necesidades de las plantas. Mediante cámaras multiespectrales y térmicas, los productores pueden evaluar cuestiones clave como el contenido de clorofila o la temperatura de los cultivos. La precisión en estos datos cambia la escala de intervención y da lugar a acciones más puntuales.

Por su parte, desde IBM sostienen que la automatización y la robótica ya forman parte del esquema cotidiano de muchas explotaciones agrícolas. Según la compañía, además de los tractores autónomos, se incorporan robots para tareas específicas como la siembra, la cosecha o la poda.

También se extiende el uso de vehículos aéreos no tripulados (UAV) para aplicar fertilizantes, pesticidas u otros insumos, con mayor precisión que los métodos tradicionales. Este uso controlado tiene impacto directo en el medioambiente: el uso medido de fertilizantes, en particular, reduce una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero.

Pero la precisión no es solo un recurso de eficiencia económica. La combinación de robótica y monitoreo también permite identificar problemas antes de que afecten la productividad general. Las fallas en el riego o la aparición de enfermedades, por ejemplo, pueden detectarse con mayor anticipación.

IA, visión artificial y control de malezas

Uno de los puntos más estudiados en la actualidad es el uso de robótica e inteligencia artificial (IA) para el control selectivo de malezas. Según la Universidad Estatal de Carolina del Norte, los sistemas que combinan visión artificial y aprendizaje automático ofrecen resultados prometedores, sobre todo para pequeñas explotaciones que no acceden a maquinaria costosa.

Las desmalezadoras robóticas identifican el punto de crecimiento de las malezas y actúan directamente sobre ellas. Gracias a sensores, cámaras y procesamiento de imágenes en tiempo real, diferencian entre los cultivos y las plantas no deseadas. La precisión de esta tecnología evita el uso indiscriminado de herbicidas y disminuye la alteración del suelo.

Según la entidad académica, estos equipos integran cuatro tecnologías clave:

  • Observación: mediante visión artificial basada en IA, logran identificar malezas a nivel de píxel. Los sistemas captan colores, formas y patrones para distinguir entre plantas deseadas y no deseadas.
  • Acción: el robot actúa con herramientas especializadas –conocidas como efectores finales– que pueden eliminar malezas de manera mecánica, térmica, química o eléctrica. Estas herramientas se ajustan según la especie y la etapa de crecimiento de la planta.
  • Guía: estos sistemas operan con autonavegación, adaptándose a condiciones variables de terreno, perfil del suelo o clima. Así garantizan una cobertura completa sin intervención humana constante.
  • Mapeo: mediante GPS y visión artificial, se elaboran mapas de distribución de malezas, fundamentales para planificar tratamientos y reducir el uso de productos químicos.
  • La Universidad Estatal de Carolina del Norte remarca que muchos equipos de desmalezado son pequeños, portátiles y accesibles para productores que trabajan en superficies más reducidas. Al no requerir grandes inversiones ni combustibles, democratizan el acceso a tecnología que antes solo estaba al alcance de los grandes jugadores del agro.
  • La combinación entre automatización, inteligencia artificial y sensores remotos marca una transformación profunda en la forma de producir alimentos. La robótica, lejos de reemplazar a los trabajadores rurales, redefine su rol: menos tiempo en tareas repetitivas, más tiempo en análisis, control y planificación. Y aunque los desarrollos todavía enfrentan desafíos técnicos y económicos, el rumbo ya está trazado.

Desafíos de la agricultura de precisión en la Argentina

Scaramuzza señaló que el muestreo y análisis de suelo y el monitoreo de rendimiento avanzan a un ritmo dispar dentro del agro argentino. Sin embargo, enfatiza que, aunque estas herramientas prometen mejoras concretas en la eficiencia productiva, su adopción se mantiene baja entre los pequeños y medianos productores.

En muchos casos, ni siquiera las consideran una oportunidad real. Esta distancia tecnológica plantea un freno para una parte clave del sector, que aún se maneja con métodos más tradicionales.

En esa misma línea, un relevamiento realizado por la Universidad Austral evidenció esa brecha: mientras que el 90% de los grandes productores ya trabaja con monitores de rendimiento, entre los productores más chicos apenas la mitad los utiliza, a pesar de que todas las máquinas agrícolas actuales incluyen este equipamiento.

“Para los productores de menor escala, la incorporación de estas herramientas parece no estar dentro del espectro de posibilidades, cuando en realidad representan una mejora en la eficiencia a largo plazo, con réditos interesantes”, expresó Scaramuzza.

Los problemas del sector agrícola mundial

Cambio climático

  • Las variaciones en los patrones del clima, los eventos meteorológicos extremos y las sequías provocadas por el cambio climático son factores que aumentan la inseguridad alimentaria.
  • Como señala Earth.org, estos fenómenos afectan la producción agrícola porque limitan la calidad, disponibilidad y acceso a los recursos. Así, ponen en riesgo la estabilidad de los sistemas alimentarios en todo el mundo.
  • Proyecciones actuales indican que los rendimientos globales de cultivos como el maíz podrían caer de manera considerable en las próximas décadas debido a estas condiciones adversas.

Disminución de tierras agrícolas disponibles

  • La FAO señala que el crecimiento de la población y la urbanización achicaron la superficie destinada a la agricultura. La expansión de ciudades y la transformación de campos en zonas residenciales o industriales redujeron el espacio útil para producir alimentos. Esto complica la posibilidad de abastecer una demanda alimentaria mundial que no para de crecer.

Degradación del suelo y erosión

  • El uso intensivo de la tierra provocó degradación y erosión del suelo, con consecuencias directas en la capacidad de producción. La EPA (United State Environmental Protection Agencty), afirma que la pérdida de suelo fértil limita el rendimiento de los cultivos y puede generar caídas sostenidas en la productividad.

Acceso limitado a tecnología y capital

  • La incorporación de tecnologías como la agricultura de precisión no avanza por los altos costos iniciales y la falta de acceso a financiamiento. Muchos productores, sobre todo en países con menos recursos, no logran invertir en herramientas que podrían mejorar la eficiencia y el rendimiento de sus cultivo.

Seguridad alimentaria bajo presión

  • Alimentar a una población mundial cada vez más numerosa se volvió una tarea compleja. Sin embargo, obstáculos como el cambio climático y la reducción de tierras cultivables dificultan ese objetivo.

Problemas de bioseguridad

  • El campo convive con amenazas permanentes de plagas y enfermedades que pueden arrasar tanto cultivos como ganado. Casos como la gripe aviar o la fiebre aftosa representan riesgos fuertes para la actividad y exigen controles estrictos de bioseguridad.

Los problemas del sector agrícola mundial

ProblemaDescripción
Cambio climáticoLas variaciones del clima, eventos extremos y sequías reducen la calidad y disponibilidad de recursos, afectando la producción agrícola y poniendo en riesgo los sistemas alimentarios. Se proyecta una caída en los rendimientos de cultivos clave como el maíz.
Disminución de tierras agrícolas disponiblesEl crecimiento poblacional y la urbanización reducen el espacio destinado a la agricultura, dificultando el abastecimiento de una demanda alimentaria en aumento.
Degradación del suelo y erosiónEl uso intensivo de la tierra genera pérdida de suelo fértil, lo que limita el rendimiento de los cultivos y reduce la productividad a largo plazo.
Acceso limitado a tecnología y capitalLos altos costos y la falta de financiamiento frenan la adopción de tecnologías que podrían mejorar la eficiencia y el rendimiento agrícola, especialmente en países con menos recursos.
Seguridad alimentaria bajo presiónA medida que crece la población mundial, alimentar a todos se vuelve más complejo, sobre todo ante la reducción de tierras cultivables y el impacto del cambio climático.
Problemas de bioseguridadPlagas y enfermedades como la gripe aviar o la fiebre aftosa representan amenazas constantes para cultivos y ganado, y requieren controles estrictos.

FAQs: preguntas frecuentes sobre la agricultura de precisión en 2025

¿Qué estrategias pueden facilitar la adopción de agricultura de precisión entre pequeños y medianos productores?

Es clave promover modelos de financiamiento accesibles, cooperativas tecnológicas y servicios tercerizados de AGTech. La democratización del acceso permite escalar el uso de sensores, drones y sistemas de gestión en explotaciones menores.

¿Cómo puede integrarse la agricultura de precisión con plataformas de IoT para maximizar su impacto?

La interoperabilidad entre sensores, redes IoT agrícolas y plataformas en la nube permite automatizar decisiones y responder en tiempo real. Esta sinergia optimiza el monitoreo del suelo, clima y cultivos, mejorando productividad y sostenibilidad.

¿Qué ROI pueden esperar los agronegocios al implementar tecnologías de visión artificial para el control de malezas?

El uso de visión artificial reduce hasta un 90% el uso de herbicidas, disminuye costos operativos y mejora la salud del suelo. Este retorno de inversión se manifiesta en menores insumos y mayor rentabilidad por hectárea en el mediano plazo.

Qué papel juega la inteligencia artificial en los sistemas de soporte a decisiones (DSS) agrícolas?

a IA potencia los DSS al analizar grandes volúmenes de datos agronómicos, climáticos y económicos para ofrecer recomendaciones personalizadas. Esto permite anticipar escenarios, ajustar estrategias y reducir la incertidumbre en la toma de decisiones.

Los problemas del sector agrícola mundial

ProblemaDescripción
Cambio climáticoLas variaciones del clima, eventos extremos y sequías reducen la calidad y disponibilidad de recursos, afectando la producción agrícola y poniendo en riesgo los sistemas alimentarios. Se proyecta una caída en los rendimientos de cultivos clave como el maíz.
Disminución de tierras agrícolas disponiblesEl crecimiento poblacional y la urbanización reducen el espacio destinado a la agricultura, dificultando el abastecimiento de una demanda alimentaria en aumento.
Degradación del suelo y erosiónEl uso intensivo de la tierra genera pérdida de suelo fértil, lo que limita el rendimiento de los cultivos y reduce la productividad a largo plazo.
Acceso limitado a tecnología y capitalLos altos costos y la falta de financiamiento frenan la adopción de tecnologías que podrían mejorar la eficiencia y el rendimiento agrícola, especialmente en países con menos recursos.
Seguridad alimentaria bajo presiónA medida que crece la población mundial, alimentar a todos se vuelve más complejo, sobre todo ante la reducción de tierras cultivables y el impacto del cambio climático.
Problemas de bioseguridadPlagas y enfermedades como la gripe aviar o la fiebre aftosa representan amenazas constantes para cultivos y ganado, y requieren controles estrictos.

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