Los almacenes automáticos son aquellos en los cuales las tareas en mayor o menor medida son realizadas por máquinas que reemplazan la actividad humana. Mediante sistemas de gestión logística automatizados, estos almacenes se vuelven más productivos y funcionales optimizando sus operaciones.
Son varias las tareas realizadas en un almacén que es posible automatizar. Entre ellas se encuentran la recepción de mercaderías, el almacenaje de estas, la distribución dentro del almacén y por último las salidas.
Iremos viendo a lo largo del artículo como las ventajas que ofrece esta nueva forma de guardar y organizar la mercadería hace que el proceso logístico sea mucho más efectivo. Tanto es así, que en el futuro, aquellas empresas que no cuenten con esta tecnología se verán en una clara desventaja de competencia en el mercado.
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Tipos de almacenes automáticos
Bien, como expresamos más arriba, hay distintos tipos de almacenes automáticos que se clasifican según distintos criterios.
El primer criterio que abordaremos es según como está construido el almacén. El mismo puede estar construido dentro de una nave tradicional en la cual se instala toda la infraestructura necesaria para poder colocar las máquinas que automatizan el proceso.
Por otro lado, existen los almacenes autoportantes, que constituyen por sí mismos el depósito automático. Esto quiere decir que las estanterías donde van almacenadas las existencias, son también parte de la infraestructura.
Naves tradicionales
En una nave tradicional se puede instalar un almacén automatizado. Es una edificación que generalmente supera los 10 m de altura, y se colocan en su interior las estanterías que albergaran la mercadería que se necesite almacenar.
La construcción de las estanterías está calculada de manera tal que sean capaces de soportar el peso de toda la maquinaria propia de un depósito cuyas tareas se realizan de forma automática. Por ejemplo, debe ser posible que las estanterías soporten la carga de un transelevador, elemento clave del sistema.
Almacenes autoportantes
La característica que distingue a este tipo de almacenes de las naves tradicionales es que las estanterías son también parte de la estructura del depósito. Por otro lado, también suelen ser considerablemente más altos que las naves, alcanzando aproximadamente los cuarenta metros de altura.
De esta manera, los estantes dentro de los almacenes autoportantes tienen diferentes cometidos. Pues no solo sirven para guardar los productos que posea la empresa, sino que también hacen a la estabilidad y al armazón de la estructura.
Esto se ve claramente graficado con los racks industriales, los cuales muchas veces son los que sostienen las paredes y los techos. En otras palabras, el almacén se construye pensando en las estanterías como aquello que soportará todo el depósito.
Los racks industriales son las estructuras de metal cuya función es soportar la mercadería dentro de un determinado espacio. Juegan un rol esencial en el proceso logístico, y como hemos marcado, en la forma de los almacenes autoportantes.
Es por esto, que al construir este estilo de sistema de almacenaje se deben tener en cuenta numerosos factores como el peso de las existencias que ocuparan la edificación, así como también todos los factores urbanos que hacen a la naturaleza del lugar donde será construida.
Este tipo de almacenes es ideal para aquellas empresas que trabajan con un gran caudal de mercadería y necesitan hacer un uso efectivo del espacio. Es que de eso se trata el almacenaje en sí. Tanto el lugar elegido para almacenar las existencias, como la forma de distribuirlas, hacen a la utilización ventajosa del depósito.
Con este tipo de sistema de almacenaje es posible hacer crecer el volumen de mercadería almacenada sin tener que construir un edificio de mayor tamaño. Entonces, se puede lograr un óptimo uso del espacio.
Esto también sucede porque los almacenes autoportantes están construidos con ese fin, lo que naturalmente logra que el espacio sea maximizado, y, por otra parte, en términos generales el proceso de construcción es de relativa sencillez.
Otra de las ventajas más significativas que aporta este estilo de acopiar la mercancía es la altura. Algo que ya hemos marcado, pero que vale la pena recordar. Debido a su propia estructura, y a que las estanterías forman parte de ella, es posible que se expanda el volumen de almacenaje y que sea mayor al de otro tipo de almacenes.
Almacenes automatizados por tipo de mercancía
Hemos analizado en el apartado anterior las diferencias entre los tipos de almacenes con un criterio de clasificación que tenía que ver con la forma de construirlos. En este caso, el criterio que usaremos para distinguir un estilo de depósito de otro será el tipo de mercadería.
En un depósito es posible almacenar todo tipo de mercaderías que comprenden distintas formas y tamaños. La clave está en elegir el mejor tipo para las mercaderías con las que contamos y siempre teniendo en cuenta el mismo objetivo: maximizar el espacio.
Almacenaje de Pallets
Una manera de almacenar automáticamente la mercadería en un depósito es a través de pallets. Los pallets son uno de los elementos más utilizados en los almacenes para acopiar la mercadería y para transportarla.
Casi cualquier tipo de producto puede ser transportado arriba de los pallets y ofrecen una solución muy competente para el manejo de mercaderías pesadas.
En los almacenes tradicionales, los pallets suelen ser trasladados con un montacargas que es conducido por un operario y permite operar con eficacia en las entradas y salidas de la mercadería.
En el caso de los almacenes automáticos, la herramienta ideal para el sistema de automatización de pallets son los transelevadores. Estas máquinas están específicamente diseñadas para transportar cargas dentro del depósito.
Tienen la particularidad de moverse en pasillos donde los espacios son muy estrechos y pueden alcanzar grandes alturas.
Estas dos características hacen que el almacenamiento en pallets sea mucho más eficiente porque se puede utilizar todo el espacio al no tener que dejar espacios muy anchos entre las estanterías, y que sea posible sacar ventaja de la altura de la estructura en la que estemos acopiando mercancías.
A través de este tipo de almacenaje es posible mover de manera rápida y efectiva cargas de gran peso.
Almacenaje de Cajas
Hemos descrito el sistema de almacenaje que suponen los pallets, por lo que es hora de mencionar a las cajas. Este tipo de acopio es para cargas más livianas y pequeñas, aunque tiene elementos muy similares al de los pallets. Los pasillos de los depósitos donde se encuentran son también muy estrechos, con el objetivo de aumentar la cantidad de mercadería que será posible almacenar.
Es importante para describir con exactitud este tipo de almacenaje para mercaderías más livianas y pequeñas mencionar el sistema Mini Load.
En este sistema encontramos varios elementos esenciales que son los transelevadores que ingresan en los estantes para ingresar y retirar la mercadería, las estanterías propiamente dichas y un programa de gestión de almacenes.
Este último es esencial en el proceso porque coordina, regula y gestiona todas las acciones de las máquinas. Además, con el uso de la radiofrecuencia o la lectura de los códigos de barras permite hacer tener el stock al día.
Gracias al sistema Mini load, las cargas más livianas del almacén pueden llegar a manos de los operarios facilitando un proceso denominado Picking. El Picking es un proceso esencial de la logística. Tiene lugar, en general, en empresas que se dedican a la distribución de unidades y productos.
Se trata de un proceso por el cual se realizan los pedidos y se retiran las mercaderías del almacén. Aquí es donde el sistema mini load juega un rol esencial, colaborando con la salida de las mercancías.
Es a través de los transelevadores, que se trasladan los productos hacia un transportador que luego los deposita en la zona de Picking donde los operarios están armando los pedidos y preparándose para su salida. Los transportadores son sistemas de transporte que se utilizan en los almacenes para movilizar los artículos internamente.
Ventajas Sistema Mini Load
Algunas de las ventajas que podemos destacar de este tipo de sistema de almacenaje es la velocidad con la que permite movilizar los productos, logrando que el proceso por el cual se preparan los pedidos sea mucho más rápido y efectivo.
Además, un aspecto que hemos mencionado es el de la optimización del espacio. No es necesario que los operarios entren en medio de las estanterías, y los transelevadores necesitan un espacio ínfimo para operar por lo que se puede utilizar todo el ancho del lugar.
Por otro lado, alcanzan grandes alturas, lo que también contribuye a utilizar mejor el lugar.
El hecho de que los operarios no se tengan que desplazar a las estanterías en busca de los productos, sino que los deben esperar, hace que también sea un proceso mucho más seguro.
Esto es debido a que se evita que transiten por zonas peligrosas donde suele estar acopiada la mercadería.
Automatización y compactación
Los almacenes automáticos guardan algunas diferencias que radican en la cantidad de productos que sea necesario almacenar y su relación con el espacio con el que se cuente.
De estas diferencias surgen dos tipos de almacenamiento que podemos denominar: almacenes automatizados con sistemas de compactación y almacenes automáticos con acceso directo.
Depósito automatizado por acceso directo
En primer lugar, los depósitos automáticos con acceso directo son aquellos a los cuales es posible acceder a las estanterías desde los pasillos.
A su vez, esta forma de acopiar la mercadería se subdivide en dos grupos. Por un lado, las estanterías de simple profundidad, y por el otro las de doble profundidad.
Esta diferencia radica en un concepto muy sencillo. En las estanterías de simple profundidad, los transelevadores pueden sacar los pallets de forma directa desde el pasillo en el que se encuentren.
Mientras que en los de doble profundidad, al tener un pallet atrás de otro al querer remover el que está detrás del primero, se debe remover y reubicar ese primero.
El depósito automatizado por acceso directo es para compañías que tengan muchos productos y pocos pallets. Por lo que necesitaran este sistema para mover los productos con más frecuencia.
Depósitos automáticos por compactación
Por otro lado, tenemos a los depósitos automáticos por compactación cuyo diseño está pensado para almacenar la mayor cantidad de pallets posible. De hecho, este sistema es recomendable para empresa que necesitan acopiar una gran cantidad de pallets y cuenten con una cantidad menos variada de productos.
El número de pasillos se trata de reducir lo máximo posible, y se utiliza una gran profundidad, por lo que mover los pallets no es tan rápido y directo como en el caso anterior.
Pallet Shuttle automático
Al hablar de almacenes automáticos y modernización en los procesos logísticos, no podemos dejar de mencionar a un sistema de almacenaje muy eficiente. Nos referimos al Pallet Shuttle.
La función del Pallet Shuttle automático es ubicar las mercaderías que ingresan al depósito y sacarlas en el momento necesario. Gracias a dos de las máquinas usadas en este sistema, los transelevadores y las lanzaderas, este proceso se logra realizar mucho más rápido y de forma más sencilla.
Pallet Shuttle automático con transelevadores
Los transelevadores son máquinas de automatización esenciales en el almacenamiento. Reemplazando el trabajo de los montacargas, transportan la mercadería entrante a cualquier parte del depósito y facilitan también el retiro de la misma.
Algo que hemos mencionado con anterioridad es que al moverse en pasillos pequeños y alcanzar una buena altura provocan que se expanda el volumen de almacenamiento. El trabajo de carga y descarga de pallets se ve optimizado gracias a los transelevadores.
Pallet Shuttle con lanzaderas
El rol esencial de las lanzaderas es movilizar los carros motorizados a lo largo del depósito para que estos sean capaces de ubicar los pallets en los espacios que se encuentren libres.
Una vez completada esa tarea, los carros vuelven a las lanzaderas hasta que se disponga otro movimiento.
Los movimientos son ordenados desde un sistema de gestión mediante el cual se organiza la logística.
Ofrecen beneficios muy similares a los que provee los transelevadores como el ahorro de tiempo en la entrada y la extracción de mercancías, la posibilidad de trabajar sin descansos, la seguridad que significa para los trabajadores al poder evitar las zonas de estanterías, y la reducción de los errores al ser posible la gestión automática.
Niveles de automatización
Cuando nos referimos a los almacenes automáticos y a la automatización en los procesos productivos, es fundamental que comprendamos que estos cambios se realizan gradualmente.
Las empresas cambian todo su sistema de producción o almacenamiento de un día para otro, por una cuestión de costos, lógicamente por el hecho de que cambiar requiere un gran esfuerzo.
Es por esto que existen distintos niveles de automatización, esto es empresas que han decidido dejar atrás completamente la actividad manual operaria de seres humanos y otras que realizan los cambios de forma más lenta.
Almacenes tradicionales o con baja automatización
En este tipo de almacenes la automatización aún no existe, o de existir es muy primitiva. Las órdenes que llevan adelante los procesos no se dan a través de un sistema de gestión, sino que son dadas por seres humanos.
Es común en estos almacenes que quienes trabajan allí deambulen por los pasillos ingresando y extrayendo mercadería de forma manual, o a través de herramientas como los clarks o montacargas. El rol del ser humano en el proceso de logística es central.
Automatización media
Aquí las empresas cuentan con un sistema de gestión que ordena a las máquinas u operarios de la planta o almacén cuáles son las tareas que deben llevar a cabo.
Las decisiones de los procesos a seguir están completamente automatizadas, mientras que las tareas pueden, en algunos casos, seguir realizándose de forma manual.
Automatización avanzada
La manera de almacenar que tendrán casi todas las empresas competitivas en un futuro cercano tiene que ver con la automatización avanzada. Ya no hay lugar, en este nivel de automatización, para operaciones manuales.
Los transelevadores, los transportadores, los sistemas Mini Load, el sistema Pallet Shuttle y toda la maquinaria similar toman el protagonismo de la realización de tareas. Los errores se reducen casi a cero, y los riesgos de trabajo disminuyen de manera considerable.
El almacén del futuro, que en una gran cantidad de empresas ya forma parte del presente, y en el cual las máquinas se encargan de realizar todo el trabajo.
Diferencias con un almacén tradicional
Los almacenes automáticos se diferencian de los almacenes tradicionales en los que son los seres humanos quienes realizan las tareas dentro del depósito.
Aunque por el alto costo que implica la instalación de un almacén automático, solo algunas empresas se pueden dar el lujo de contar con uno, la tendencia hace que cada vez sean más.
En un almacén tradicional, los operarios se encargan de llevar a cabo todos los procesos, lo que a comparación con sistemas automáticos produce grandes desventajas.
Hay mucho más riesgo para los empleados que se ven enfrentados a tareas difíciles, que requieren esfuerzo y concentración máxima, y la productividad es por lejos menor.
Esto último es por obvias razones, y es que aunque parezca difícil admitirlo, las máquinas son mucho más eficientes que los seres humanos.
Almacenes automatizados y la temperatura
Hemos mencionado que en los almacenes automatizados es posible almacenar todo tipo de mercaderías. Pues, los alimentos no son una excepción.
Existen almacenes específicamente diseñados para alimentos que requieran un cuidado especial y temperaturas adecuadas.
En algunos casos, los alimentos necesitan mantener cierto nivel de temperatura por debajo de los cero grados. Para estas ocasiones, los almacenes también son cámaras de congelación destinadas a preservar la calidad y estabilidad de los productos alimenticios.
Debe tenerse mucho cuidado a la hora de gestionar estos almacenes y realizar la manipulación de los alimentos debido a que la pérdida de la cadena de frío podría provocar que el alimento deba desecharse.
Si bien la prioridad de las empresas que venden alimentos congelados es mantener la calidad de los alimentos con el objetivo de cuidar a sus consumidores, otro desafío que preocupa es el del ahorro de energía.
Es por eso que se trabaja constantemente para tratar de reducir el consumo de este tipo de almacenes, así como también se trata de mejorar la eficiencia en el uso del espacio.
Estas cámaras suponen un gran beneficio para la calidad de trabajo de los operarios que ya no deben exponerse con tanta frecuencia a temperaturas extremas de frío.
Cómo influye la automatización en la productividad y en el empleo
Claro está que uno de los objetivos centrales de los almacenes automáticos es aumentar la productividad empresarial. No hay duda sobre eso.
Las máquinas no se enferman, ni se lastiman, ni necesitan descansar. Por lo que pueden trabajar jornadas completas, sin interrupciones y sin riesgos de incurrir en errores. También realizan las tareas mayor velocidad, y al no necesitar de grandes espacios para desplazarse logran que el espacio de los almacenes sea aumentado en gran medida.
No hay manera que un almacén tradicional donde operan seres humanos pueda competir en materia de productividad con un almacén automático. Este es el panorama en el que se encuentran las empresas hoy.
La implementación de almacenes automáticos no solo tiene ventajas en términos de eficiencia y productividad, sino que también puede alinearse con los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Por ejemplo, los sistemas de gestión logística automatizados pueden contribuir a la reducción de emisiones de carbono al optimizar el uso de energía y recursos, lo que se alinea con los objetivos de descarbonización. Además, la mejora en la seguridad laboral y la reducción de riesgos para los trabajadores en entornos automatizados pueden cumplir con los criterios sociales de una empresa. Por último, la transparencia y el buen gobierno corporativo en la implementación y gestión de estos sistemas también pueden fortalecer la credibilidad y reputación de una empresa desde una perspectiva de gobernanza.
La revolución tecnológica y la mecanización de los procesos es un hecho. De hecho, si hoy en día aún existen almacenes tradicionales es por el alto costo que implica desarrollar un depósito con maquinaria automática.
Sin embargo, en caso de que sea posible realizar la inversión inicial, a la larga termina siendo más rentable. ¿Por qué? Ya que el costo del trabajo se reduciría constantemente.
Por otro lado, también es cierto que la automatización influye en el empleo. Las máquinas reemplazan a los humanos en las tareas que llevan a cabo. Es decir, las tareas que antes eran realizadas en mayor medida por hombres y mujeres, poco a poco comienzan a ser realizadas por robots.
No es posible afirmar que la automatización reducirá la tasa de ocupación, porque puede que esta misma genere nuevos puestos de trabajo que cubran los que se pierden.
Además, como beneficio para los trabajadores, las máquinas realizan las tareas más complejas y que requieren mayor esfuerzo. Quizá, al ya no tener que realizar estas tareas, las personas podrían dedicarse a formar parte de procesos creativos o de trabajos más seguros y agradables.
Aunque también existe la posibilidad de que las máquinas reemplacen a los hombres y estos no encuentren un rol que ocupar en relación con el trabajo. Pues ese sería un problema que se presenta como uno de los mayores desafíos a futuro.
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