Según el ejecutivo de una importante aseguradora de la Argentina, Gabriel Bussola, el fraude dentro de esta industria se lleva 55 mil millones de pesos al año, una suma que despierta mucha preocupación.
El especialista en el rubro asegura que del total de las denuncias de siniestros que se presentan en el mercado asegurador, casi el 48% tiene alguna situación de fraude o de irregularidad, ya sea que haya un monto indemnizado por encima del valor o una acción mal intencionada.
En el resto del mundo, explica, el porcentaje de fraude “es mucho menor”. Por eso, piensa que es fundamental “trabajar profundamente sobre eso, ya que en épocas de crisis como las que estamos viviendo se agudizan tanto el delito como el fraude”.
Hablando desde su experiencia con su empresa, Bussola indica que hoy el mercado asegurador debe ir a fondo en su acción de detección de fraude. De hecho, reconoce en una entrevista con Forbes Argentina que no le interesa asumir el riesgo de que se piense que hay lentitud en el pago de siniestros o que no se quiere pagar lo que corresponde. “No es mi intención”, afirma.
En esa misma línea, subraya que no hay que correrse de la decisión de defender al actor de buena fe, porque en definitiva “es aportar y dejar una huella en el mercado asegurador argentino”.
La inflación agudiza el delito
El hecho de que haya tanta inflación en la Argentina, según Bussola, hace que se genere un aumento del delito, por la profundización de la crisis. Explica que se da un incremento natural del fraude y, a su vez, una guerra tarifaria. “Es un combo complicado si no actuás con responsabilidad y no tomás las decisiones correctas”.
“La oportunidad es gigante porque el que se adapte y el que se transforme, el que adecúe la operatoria de su empresa, tiene una oportunidad de crecer hasta lugares que nunca había imaginado”, concluye.
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