Un informe lanzado recientemente llamado Deep Tech, The New Wave, que ofrece un análisis exhaustivo del ecosistema de innovación deep tech en América Latina, destaca a la Argentina como una de las grandes protagonistas de este universo. Según el estudio, el país cuenta con el mayor número de startups de deep tech de la región, con un total de 103 empresas, lo que representa aproximadamente el 30% del total general. Además, estas compañías nacionales poseen un valor combinado de 1.900 millones de dólares, lo que representa una cuota significativa del 23% del valor total del ecosistema regional.
Deep tech convencionales y start ups
Ignacio Peña, autor del informe, explica la distinción entre las startups deep tech y las convencionales, señalando que las primeras se centran en la creación de nuevas tecnologías que permiten logros antes imposibles, en lugar de construir sobre capas tecnológicas ya existentes. Afirma en diálogo con Forbes Argentina: “Al hacerlo, aportan innovaciones de impacto global que reconfiguran los modelos de negocio, los riesgos y los plazos de maduración. Es notable ver a cientos de startups en América Latina impulsando este tipo de innovación pionera, algo sin precedentes en la región”.
Cómo pueden los países beneficiarse de la innovación tecnológica profunda
Peña hace hincapié en la oportunidad que tienen las empresas regionales de aprovechar estas tecnologías, crear exportaciones y abordar los retos educativos. Señala que, si bien Argentina exporta actualmente conocimientos por valor de 7.000 millones de dólares, hay margen para un mayor crecimiento, reduciendo los costos educativos y exportando productos intensivos en conocimiento.
El estudio examinó 340 startups de deep tech en 14 países de la región, centrándose en aquellas que han recibido inversiones institucionales. Estas startups recaudaron colectivamente 2.000 millones de dólares en financiación de 65 fondos especializados y aceleradoras. El ecosistema de deep tech en América Latina y el Caribe está valorado en 8.000 millones de dólares y sustenta más de 10.000 puestos de trabajo.
La idea de este estudio surgió hace dos años durante las conversaciones con los participantes en el proyecto, que reconocieron el enorme potencial del sector de la tecnología profunda. Peña recuerda en diálogo con Forbes Argentina: “El año pasado, revivimos la idea y formamos un grupo integrado por fondos de Argentina, Chile y Uruguay, que apoyaron la iniciativa. Más tarde se nos unió Deloitte. El objetivo era mostrar la próxima frontera, la próxima oportunidad significativa que prevemos en este sector”.
La importancia de la Ley de Emprendedores
Peña atribuye el progreso de Argentina en deep tech a la Ley de Emprendedores, que ha fomentado el espíritu emprendedor y ha establecido una infraestructura que reúne a científicos y profesionales de los negocios para transformar las ideas en startups escalables a nivel mundial. Por su parte, Mika Jenik, otra de las autoras del informe, destaca las fuertes conexiones internacionales que se han formado en el espacio de la deep tech. Se trata de alianzas con fondos internacionales que han facilitado las inversiones procedentes de diversas regiones, impulsando el crecimiento de muchas startups.
Peña explica que las deep techs representan un porcentaje relativamente pequeño del ecosistema latinoamericano de capital riesgo y, sin embargo, han demostrado una mayor resistencia en comparación con otros sectores. Su cuota de mercado dentro del ecosistema general de capital riesgo está aumentando, impulsada por el potencial transformador de las próximas tecnologías.
Jenik hace hincapié en la dinámica única de las inversiones en deep tech, que difieren de las de los fondos generalistas. Mientras que estos últimos experimentaron un descenso de sus rendimientos potenciales, la coautora señaló que las valoraciones de la deep tech no se vieron afectadas por las variables macroeconómicas actuales debido a su naturaleza transformadora.
Concluye haciendo hincapié en la necesidad de fondos especializados en el sector de la deep tech, destacando la exigencia de profesionales con la experiencia necesaria para comprender estas tecnologías, una característica de la que suelen carecer los fondos generalistas.
El informe también subraya el notable rendimiento de la mayor aceleradora de biotecnología del mundo, que hizo treinta inversiones en América Latina. De 2015 a 2023, logró un rendimiento bruto anual medio del 72%, el doble de la media mundial. Esto indica una mayor relación riesgo-rentabilidad debido al contexto único de la región, lo que señala una tendencia creciente de aumento de las inversiones en deep tech.