El impacto tecnológico en el sector logístico se profundizó notablemente en los últimos años, a raíz de la aparición de numerosas aplicaciones de delivery como Rappi, Globo o Pedidos Ya, y el boom del ecommerce, potenciado por la pandemia.
Y hablando de innovación y transformación, hoy mencionaremos una tecnología que cada vez es más utilizada por las compañías pertenecientes al mundo de la logística: nos referimos al RFID (Radio Frequency Identification o Identificación por Radio Frecuencia), que tal como lo definen expertos de logística argentinos, es una tecnología que transmite datos guardados en un microchip a través de señales de radio o electromagnéticas. Su tamaño permite utilizarlo en objetos, animales y hasta en personas.
La gran virtud que ofrece, según estos expertos en el tema, es la de poder identificar datos en tiempo real sin la necesidad de que haya una intervención humana. Esto, se traduce a muchos beneficios que son clave en la logística de hoy. Sobre todo, en materia de seguridad, tiempo y eficacia.
RFID: Su aplicación en la logística
Su mayor virtud – señalan – es la de simplificar la identificación, el rastreo y la gestión de productos sin la necesidad de intervención humana y a distancia. “No hace falta tener contacto físico para que emita señales”, apuntan.
También describen que es muy útil para el control y el almacenamiento de productos (dentro lo que es control del stock). De esta forma, se logra reducir el tiempo de atención al cliente y de operación. “La gran ventaja de estos chips es que pueden guardar indicadores importantes para su mejor conservación y un GPS para rastrear su ubicación”; añaden.
Otra ventaja competitiva del RFID es que, a diferencia del código de barras, el lector no necesita estar tan cerca para tomar los datos. Al mismo tiempo, el chip puede guardar y modificar datos. De hecho, los especialistas argentinos sostienen que, en los casos donde la habitación posee un sensor de temperatura, “el chip podría informar dicha temperatura dentro de intervalos preestablecidos para que sean captadas por un software”.
“El mismo rastreo y control de temperatura es posible en la producción y logística de los productos. Esto es de gran ayuda para garantizar el buen estado de los alimentos procesados que son perecibles”, añaden. Por último, en materia de seguridad, hacen mención a su uso en los aeropuertos. Por ejemplo, se utiliza para las valijas, así evitan riesgos de pérdidas, extravíos o atrasos.
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