La domótica está entre nosotros. Pero, ¿de qué se trata? El diccionario nos la presenta como el conjunto de sistemas que automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda, lo que haría que esta última se transforme en una “inteligente” y tecnológica.
El experto en domótica Joaquín Segundo Abuchid, fundador de una empresa líder del sector, dice que un hogar inteligente se adecúa a las costumbres y rutinas de quienes lo habitan (como al encender automáticamente algunas luces al anochecer y apagarlas al amanecer).
Christian, dueño de otra compañía que ofrece el servicio, describe a la domótica como el uso de la inteligencia artificial para aumentar en una casa la comodidad, la seguridad, el ahorro de energía y el esparcimiento, así como también facilitar el control de todos los artefactos interconectados desde dispositivos móviles (celulares y tabletas).
Nicolás Salvaneschi, gerente comercial de otra firma importante de esta industria, piensa a los hogares inteligentes como un conjunto de subsistemas integrados mediante una misma aplicación y que interactúan entre ellos.
Un negocio en auge
La domótica se está expandiendo en Argentina, sobre todo desde la pandemia. Christian se vale de estudios que avalan esta idea y de su propia experiencia, aunque desconoce si este crecimiento está causado por una suba de la demanda o por la adecuación de la oferta del sistema (lo que causa que el público objetivo se agrande y que lo que se ofrece sea más atractivo).
Abuchid aclara que el avance del sector existe a nivel global. Por ejemplo, en Estados Unidos las viviendas están siendo vendidas ya plenamente domotizadas. Al mismo tiempo, explica que ya no se cree que sea algo solamente para gente rica, porque se puede domotizar cualquier espacio al margen de su extensión y, además, no es tan caro como se cree y se puede hacer de forma gradual.
Salvaneschi muestra que se duplicaron las consultas y cotizaciones de su empresa de 2020 a 2021 dados el avance irrefrenable de la tecnología y porque el público sabe cada vez más sobre el tema. Además, la domótica va a tono con la comodidad que se demanda en un hogar (al poder controlar todo con dispositivos móviles), idea que se asentó fuertemente con la pandemia con la obligación de quedarse en la casa.
Cómo domotizar una vivienda
Abuchid acentúa en la necesidad de poseer servicios fijos de electricidad e internet, aunque no hace falta que sea demasiado rápido (pero sí que tenga buen wifi). Aún así, un gran planteo existente es cómo hacer un hogar inteligente en un edificio, donde hay interferencia de múltiples señales.
Salvaneschi, por su lado, pone el foco en que haya un sistema que pueda controlar los subsistemas dentro del espacio domotizado. También dice que el internet es imprescindible para controlar la vivienda remotamente, aunque dentro de ella es importante una buena red de datos interna.