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Qué es el Metaverso de las Cosas (MoT) y cuáles son sus campos de aplicación

Aún en fase embrionaria de desarrollo, el Metaverso de las Cosas (MoT) promete crear un “espacio virtual unificado” que abarque también el mundo físico, con nuevos niveles de interconexión e interactividad. Colaboración, educación, industria: múltiples aplicaciones que podrían beneficiarse de él

Publicado el 06 Jul 2023

Metaverso de los objetos (MoT)

Ahora parece claro que la Internet de las Cosas tiende cada vez más a alejarse de una generalidad quizá excesiva y a declinarse en formas nuevas y diferentes, específicas de los distintos ámbitos de uso. Así, a lo largo del tiempo, hemos hablado de IoT industrial, IoT subacuático, Internet de las cosas médico y hasta IoT ambiental. Actualmente, una de las nuevas adaptaciones y que estaremos mencionando hoy es el Metaverso de las Cosas (MoT).

Es decir, una combinación de los principios del IoT y los del Metaverso: un espacio de realidad virtual en el que interactúan objetos físicos, dispositivos y entidades digitales, creando una experiencia unificada e inmersiva; una convergencia entre los mundos físico y virtual. Un “espacio virtual unificado” que también abarca el mundo físico, con nuevos niveles de interconexión e interactividad.

Los objetos y dispositivos físicos conectados y equipados con sensores y actuadores generan datos en tiempo real y se comunican con el espacio virtual, dando lugar a representaciones digitales de objetos y entornos físicos sobre los que los usuarios pueden actuar.

Del mismo modo, los objetos y entidades virtuales, como los avatares controlados por el usuario, pueden desencadenar acciones en el mundo real, como encender las luces o ajustar la temperatura de una habitación.

El Metaverso de las Cosas (MoT), más allá del gemelo digital

Podríamos decir que el Metaverso de las Cosas (MoT) es, de hecho, una reproposición de los modelos de gemelos digitales dentro del Metaverso, que pueden adaptarse en función de diferentes necesidades, que van desde el mundo de la producción hasta el de la educación o incluso la sanidad.

Aunque todavía se encuentra en una fase embrionaria de desarrollo, el Metaverso de las Cosas hace un amplio uso de la realidad virtual y aumentada para ofrecer nuevas experiencias a los usuarios, mientras que el Internet de las Cosas se centra de forma más significativa en la recopilación de datos.

Y de hecho, la propia Internet de las Cosas es uno de los componentes, junto con la RA y la RV antes mencionadas, necesarios para la realización de un Metaverso de las Cosas.

Otros componentes incluyen, por supuesto, infraestructuras de conectividad robustas y fiables; una gran capacidad de procesamiento garantizada por la computación en nube y necesaria para realizar análisis en tiempo real y permitir procesos de toma de decisiones basados en datos; IA y aprendizaje automático para actividades de aprendizaje automático, para el desarrollo de algoritmos y modelos de análisis, para el desarrollo de asistentes virtuales y avatares inteligentes; componentes de seguridad y privacidad, incluidos Blockchain y libros de contabilidad distribuidos para el almacenamiento y la verificación de datos descentralizados y a prueba de manipulaciones, y para la gestión de identidades; interfaces de usuario y modelos de interacción que admitan controles basados en gestos, comandos de voz, retroalimentación háptica, etc.

Los campos de aplicación del Metaverso de las Cosas

Como ya se ha mencionado, el Metaverso de las Cosas se encuentra actualmente en una fase embrionaria de desarrollo. Sin embargo, está captando la atención de investigadores y analistas, que destacan sus aplicaciones y oportunidades y que lo convirtieron en protagonista de una concurrida keynote durante el último Mobile World Congress.

Comunicación, colaboración y productividad

Gracias a su capacidad para integrar a la perfección el mundo físico y el digital, el Metaverso de las Cosas (MoT) tiene el potencial de introducir nuevos elementos de innovación en la comunicación, la colaboración y la productividad.

En las actividades de comunicación y colaboración, por ejemplo, el Metaverso de las Cosas (MoT) permite crear entornos virtuales o espacios de trabajo virtuales inmersivos en los que los usuarios pueden interactuar como si estuvieran físicamente presentes: entornos personalizables e interactivos que pueden simular espacios físicos de oficina, ofreciendo funciones como pizarras compartidas, monitores virtuales y modelos interactivos en 3D.

Y no sólo eso.

La integración de dispositivos IoT dentro del Metaverso de las Cosas (MoT) permite una colaboración más inteligente: los sensores IoT integrados en objetos físicos pueden recopilar datos en tiempo real y proporcionar información contextual dentro del entorno virtual para tomar decisiones informadas, optimizar los procesos y simplificar los flujos de trabajo.

Educación y formación

En el mundo de la educación y la formación, el Metaverso de las Cosas (MoT) puede ofrecer experiencias de aprendizaje inmersivas e interactivas: gracias a la RV y la RA, los estudiantes pueden “entrar” en entornos simulados donde practicar, experimentar y colaborar. Se trata de una oportunidad especialmente interesante en el caso de equipos remotos o distribuidos, que pueden trabajar y aprender juntos de forma eficaz.

Análisis de datos

Hay otro ámbito en el MoT podría resultar útil y eficaz y se refiere a la visualización avanzada y el análisis de datos: la integración de la IA y la analítica en una TdM permite disponer de capacidades avanzadas de visualización y análisis de datos, lo que hace que la gestión de conjuntos de datos complejos, simulaciones y modelización sea más intuitiva e interactiva.

Sector industrial

En el sector industrial, donde la monitorización en tiempo real de equipos, procesos y recursos es importante, el MoT permite el control remoto de objetos físicos y entornos a través de dispositivos IoT, para facilitar las actividades de diagnóstico y las operaciones de mantenimiento incluso de forma remota.

El papel de la cadena de bloques

Es importante destacar que, para proporcionar interacciones seguras y confiables, el Metaverso de las Cosas puede aprovechar la tecnología de cadena de bloques y los libros de contabilidad distribuidos para asegurar mecanismos centralizados resistentes a la manipulación para transacciones, intercambio de datos y administración de identidades en todo el mundo dentro del entorno virtual.

En esta etapa de desarrollo, investigadores y analistas subrayan la importancia de acompañar la definición de tecnología y plataformas con consideraciones de carácter ético, social y de privacidacaded, para garantizar no solo la privacidad de los usuarios y la seguridad de los datos, sino también el desarrollo de un marco normativo. framework que promueve el uso responsable del Metaverso de la Cosas.

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Maria Teresa Della Mura

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