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Smart City – Tendencia 2022

Los centros urbanos de todo el mundo están adoptando tecnologías avanzadas, invirtiendo en Inteligencia Artificial, Cloud Computing, IoT y otras soluciones digitales, para evolucionar hacia ciudades cada vez más inteligentes.

Publicado el 19 Jul 2022

smart city

Introducción

Las ciudades y comunidades inteligentes se centran en la transformación digital para apoyar el desarrollo sostenible, mejorar la resiliencia, satisfacer las crecientes expectativas de los residentes y atraer inversiones, nuevos negocios y talento.

Se trata de una empresa compleja que implica cambios culturales y de procesos, nuevas relaciones, modelos de negocio y polìticas innovadoras. Estamos viendo un aumento de la inversión en inteligencia artificial, IoT (Internet de las cosas), cloud computing (computación en la nube), programas de colaboración y soluciones móviles que ofrecen beneficios claros y retorno de la inversión.

La administración de una Smart City puede contar con el uso de una gran cantidad de datos para intervenciones dirigidas y en tiempo real para facilitar una gestión de los recursos pùblicos de manera más eficiente y sostenible. En definitiva, una ciudad a medida de ciudadanos que utilice la tecnología para facilitar la vida de sus habitantes, proporcionando servicios de mayor calidad y de manera más eficiente. De hecho, el objectivo ùltimo es ayudar a reducir los costos operativos, mejorar la resiliencia y continuidad de los servicios al público para garantizar un de desarrollo económico, un compromiso cívico, la planificación y la administración urbana, la seguridad pública, el transporte, la energía y la infraestructura.

Smart City: tendencias 2022

En los últimos dos años de pandemia, las ciudades han implementado iniciativas para convertirse en lugares más sostenibles y justos para vivir. De heco se ha:

  • aumentado la inversión en infraestructura de bicicletas y vehículos eléctricos;
  • gestionado el transporte público de manera innovadora
  • contribuìdo a cerrar la brecha digital.

También en 2022, se espera que las ciudades continúen centrándose en este tipo de iniciativas, así como en la ciberseguridad, la infraestructura y la resiliencia climática, convirtiéndose cada vez más en Smart City. Con esto en mente, asistiremos a las siguientes tendencias:

  • Mayor uso de la tecnología y gestión de los datos recopilados para cerrar la brecha digital.
  • Gestión del tráfico con vistas a la gestión de los problemas medioambientales a través del aumento del uso de vehículos eléctricos y estaciones de cargay eliminación de los vehículos más contaminantes.
  • Movilidad más ágil y compartida gracias a una mayor difusión de: semáforos y farolas inteligentes; gestión de aparcamientos; optimización del transporte público.
  • Economía circular y modelo de residuo cero que implicará: reacondicionamiento de bienes de consumo, reciclaje de materiales y envases; regeneración y reparación de componentes, ampliación del ciclo de vida de los productos para reducir la cantidad de residuos; generación de biogás a partir de residuos agrícolas e industriales para obtener energía limpia y una reducción de emisiones.
  • Ciberseguridad vs ransomware cada vez más contra infraestructuras críticas, sistemas escolares y hospitalarios. Eso implicará: fortalecer las ciberdefensas en términos de protección de datos y back-up rutinarios del sistema; la necesidad de reforzar la sensibilización y la educación básica en materia de ciberseguridad; revisión de los planes de respuesta a incidentes cyber (i.e. disaster recovery plan).
  • Modernización de la experiencia ciudadana mediante el uso de las nuevas tecnologías con el fin de ofrecer nuevas soluciones de participación ciudadana y mejorar los servicios como las comunicaciones omnicanal y los datos personales recogidos para llevar a cabo actividades administrativas y sanitarias.
  • Infraestructura más resiliente y un mayor enfoque en la preparación para eventos disruptivos (es decir, desastres naturales, eventos climáticos y otras situaciones de crisis) invirtiendo en tecnología que pueda garantizar ciudades más eficientes y continuidad de servicios que también contemplen fuentes de energía alternativas o electricidad fuera de la red, generada localmente y almacenada.
  • Suministro de energía wireless en edificios para reducir los costos de cableado y mantenimiento, aprovechando los datos recopilados de hogares inteligentes y dispositivos personales en términos de calidad del aire, temperatura, consumo de recursos, salud y actividades en toda la ciudad, lo que permite un análisis simplificado y la optimización de los servicios.
  • Creación de hub/centros comunitarios digitales e innovadores para reconstruir el sentido de comunidad, el desarrollo de la fuerza laboral, el espíritu empresarial y el cambio y progreso social positivo.

Smart city en América Latina

Las iniciativas de smart city en América Latina, con demasiada frecuencia, se han visto eclipsadas por proyectos de alto perfil en América del Norte. Sin embargo, las iniciativas de Smart City ahora están ganando un nuevo vigor en toda América Latina.

En los últimos años, varias ciudades de América Latina han implementado tecnologías de smart city para mejorar la prestación de servicios y alcanzar los objetivos de sostenibilidad.

Brasil – Río de Janeiro – Ha lanzado el proyecto Smart Rio, que incluirá un programa para modernizar el sistema de alumbrado público de la ciudad que, una vez completado, debería mejorar la seguridad pública al reducir los accidentes de tráfico y la delincuencia vial.

El proyecto de alumbrado pùblico de Río también tendrá un impacto de gran alcance en la sostenibilidad, disminuyendo el consumo de energía hasta en un 60%, así como mitigando la contaminación lumínica.

Chile – Santiago de Chile – Es una de las ciudades más inteligentes de América Latina: buses y taxis eléctricos, instalaciones de carga, medidores de electricidad inteligentes o señales de mensaje variable en las carreteras.

Conjuntamente, los sensores en la ciudad son una herramienta fundamental para recopilar datos de todo tipo: desde el ruido, a la temperatura, a la calidad del aire o determinar cuándo es necesario regar un parque o jardín en particular. Esta información, por ejemplo, es crucial para iniciativas como Smartdrop, un sistema desarrollado por tres ingenieros chilenos que puede reducir el riego de los parques hasta en un 50%. Para evitar el desperdicio de este recurso único, se utilizan sensores e información de las estaciones meteorológicas cercanas. La humedad y la temperatura del suelo se controlan continuamente, lo que permite, por ejemplo, un riego más intenso en los días calurosos que en los días lluviosos.

Bolivia – La Paz – El teleférico de La Paz fue construido para superar los problemas de conformación del territorio y fomentar una movilidad más sostenible. De hecho, es la primera red de teleféricos en convertirse en el principal medio de movilidad pública en una gran ciudad. El proyecto recibió el World Smart City Award por su carácter innovador.

Colombia – Medellín y Bogotá – Estas ciudades han visto mejoras significativas en la calidad del aire y la reducción de emisiones al reemplazar las flotas de autobuses públicos tradicionales que funcionan con diesel con autobuses eléctricos. Ademas, en las dos ciudades se han instalado sensores que monitorean la precipitación, los niveles de agua y el movimiento del suelo para detectar áreas en riesgo de inundación.

En particular, en Medellín, se ha implementado un sistema de movilidad inteligente para frenar la congestión urbana y los accidentes. Se cuentan muchas cámaras, semáforos y autobuses con sensores para monitorear el tráfico. De esta forma es posible conocer el estado de las carreteras en cada momento y detectar accidentes que puedan afectar a la movilidad, para después informar a los conductores a través de paneles informativos de las mejores rutas.

México – Ciudad del México – En esta ciudad de América Latina se ha desarrollado una plataforma tecnológica para lograr una mayor eficiencia en la prestación y gestión de los servicios públicos de agua.

Desafíos para la realización de Smart City en América Latina

Las ventajas que ofrecen las iniciativas de Smart City en América Latina son obvias, pero a pesar de estas historias de éxito, los proyectos aún no están muy extendidos en la región ya que enfrentan la complejidad de colaborar con agencias gubernamentales y municipios para crear proyectos que presenten oportunidades atractivas para los inversores. Ademàs, los proyectos de Smart City generalmente requieren una inversión inicial sustancial que debe ser financiada por los gobiernos y, en última instancia, pagada por el público a través de impuestos o costos para el usuario final, o financiada con fondos privados. Las instituciones financieras internacionales de desarrollo y los bancos también pueden ofrecer préstamos, subvenciones y garantías a través de programas especializados centrados en la sostenibilidad urbana y ambiental. Lamentablemente, a menudo, el gobierno para construir y operar un servicio recupera su inversión transfiriendo costos al público a través de impuestos para los usuarios finales y los municipios – aunque la reducción de los costos operativos, a lo largo del tiempo, puede cubrir la inversión inicial – se encuentran a financiar la infraestructura de la Smart City con grandes sumas avanzadas antes de recuperar este desembolso inicial. Por lo tanto, en el entorno económico actual, cubrir los costos de financiamiento del proyecto con los impuestos o presupuestos existentes puede resultar problemático.

Smart City – España

España es uno de los países más responsables y concienciados de Europa. El Estado cuenta con el “Plan Nacional de Ciudades Inteligentes” dotado por más de 180 millones de euros. Ademas, 10 ciudades españolas están presentes en el “Cities in Motion Index” elaborado por el IESE Business School – Universidad de Navarra – donde se presentan a las mejores smart cities a nivel mundial.

Recientemente, la Comisión Europea ha anunciado la lista definitiva de ciudades de la Union Euròpea que participarán en la misión “100 climate-neutral and smart cities by 2030“, que incluye Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza.

Sigen unas de las smart city más representativas de España.

Barcelona – La ciudad se destaca por distintos proyectos en términos de Smart City, y precisamente:

  • Sistemas de transporte urbano – Se han introducido autobuses híbridos, paneles solares en las marquesinas de los autobuses y se han optimizado las rutas de la red de autobuses para poder realizar el 95% de los viajes con un máximo de un transbordo entre dos destinos en cualquier ciudad. Todo eso se ha realizado gracias a los big data y al análisis de la afluencia de usuarios y sus rutas.
  • Gestión de residuos – Se ha encorporado la tecnología digital de manera similar a Nueva York. Un sistema de contenedores con capacidad para generar un sistema de vacío permite la eliminación de malos olores y, al mismo tiempo, incorpora sensores de capacidad, disponibles en tiempo real, que se comunican con un sistema centralizado que permite optimizar cada día el tràfico de las rutas.
  • Sistema de alumbrado público inteligente – Se utilizan bombillas de bajo consumo y sensores que pueden medir la humedad, la temperatura, la contaminación del aire y la presencia de personas o ruido en toda la ciudad. La intensidad de la iluminación, de esta manera, se adapta de forma autónoma, reduciendo el consumo de energía y produciendo un ahorro directo en la factura energética.

Madrid – La capital se destaca por su protocolo anticontaminación y mobilidad sostenible gracias a varias líneas de autobuses recorridas por vehículos 100% eléctricos.

Madrid es referente por su zona de baja emisiones, atravez de un control exhaustivo de las emisiones y la circulación de los vehículos. Conjuntamente, se ha implementado una plataforma de atención ciudadana gracias a la cual se permite a cada ciudadano, desde su dispositivo móvil, notificar cualquier incidente en tiempo real. Actualmente, sigue el proceso de digitalización de la administración pùblica de la capital que fue premiada por la ONU por su plataforma digital de participación ciudadana.

Valencia – La ciudad disfruta una plataforma para los ciudadanos que quieren conocer con antelación los tramos de carretera en los que existe mayor tràfico, así como cualquier transporte público como transporte compartido que opere en la municipalidad de Valencia.

La ciudad también cuenta con un alumbrado inteligente, un sistema de gestión de ruido eficiente, sensores medioambientales y vehículos de limpieza sensorizados, convirtiendo el tratamiento de residuos más eficiente.

Sevilla – Numerosas son las medidas implementadas en esa ciudad para potenciar la sostenibilidad y el desarrollo tecnológico. En 2019 Sevilla fue pionera en Europa en poner en marcha un proyecto para controlar la multitud de personas durante la fiesta de Semana Santa utilizando cámaras de ultra definición, medidas de inteligencia artificial, GPS y luces graduables.

La ciudad se destaca tambièn por su movilidad urbana sostenible y dispone de restricciones por contaminación y está implicada en proyectos de ahorro energètico en edificios inteligentes y espacios públicos. Ademàs Sevilla está tratando de convertir la area de la Isla de la Cartuja en un modelo de ciudad en ecosistema abierto, digital, renovable y autosuficiente dentro del 2025.

Málaga – La ciudad està tratando de integrar las energías renovables en su red eléctrica para una mayor sostenibilidad y eficiencia energética. Conjuntamente, se han colocados contadores digitales y iluminación LED en el alumbrado público. En los últimos años, gracias a estos proyectos, la ciudad malagueña ha logrado un ahorro de energía del 25% y reducido por un 20% las emisiones de CO2.

Garantizar la resiliencia de la Smart City

Para que las Smart City sean realmente éxitosas y alcancen todo su potencial, es importante que quienes diseñan, desarrollan e implementan soluciones de Smart City gestionen correctamente el riesgo que, en el contexto de las Smart City, puede tener diversas declinaciones, tales como: riesgo operativo, financiero, técnico, contractual, legal, reputacional y político.

Un área de riesgo que cada vez cobra más importancia es la de la ciberseguridad y la privacidad. Hoy en dìa, abordar la ciberseguridad y la privacidad desde el diseño es fundamental para mitigar el riesgo y permitir el desarrollo exitoso de Smart City y sus beneficios para los ciudadanos.

Siguen algunos ejemplos de vulnerabilidades, amenazas y consecuencias en términos de ciberseguridad y privacidad relacionadas con las Smart City.

Vulnerabilidad

  • Falta de conocimiento de todos los dispositivos/recursos autorizados y no autorizados
  • Cifrado mal implementado o falta de cifrado
  • Incapacidad de utilizar patch o actualizar software/firmware
  • Uso de contraseñas de administrador predeterminadas
  • Susceptibilidad a los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS)
  • Falta de evaluación de seguridad y pruebas de código de software
  • Seguridad y capacitación inadecuadas sobre seguridad y privacidad
  • Prácticas de gestión de riesgos de la cadena de suministro débiles o inmaduras

Amenazas

  • Agentes estatales-nacionales (state-nation actors)
  • Delincuencia organizada y otros grupos delictivos
  • Grupos terroristas
  • Hacktivistas
  • Personas con información privilegiada/empleados (ya que sean culpables, no intencionales o negligentes)
  • Proveedores externos, proveedores de servicios, vendedores y socios (por ejemplo, riesgo de la cadena de suministro, interdependencia y riesgo de integración)
  • Otros hackers individuales o grupos de hackers
  • Desastres naturales y provocados por el hombre

Consecuencia

  • Interrupción de los servicios gubernamentales a los ciudadanos
  • Pérdida de datos o pérdida de información de identificación personal (PII) de los ciudadanos
  • Pérdidas o gastos financieros (por ejemplo, demandas, sanciones regulatorias, robo de fondos, costos de respuesta y reparación)
  • Probabilidad de eventos terroristas (físicos, digitales o combinados)
  • Degradación de la confianza en el gobierno y los servicios gubernamentales
  • Peligro para la salud o la seguridad públicas

De hecho, abordar e implementar la gestión de riesgos de ciberseguridad y privacidad de manera proactiva, y comunicar dichas prácticas, procesos y medidas de gestión de riesgos, puede ayudar a demostrar la responsabilidad pública, generar confianza en los ciudadanos, aumentar el apoyo público a programas y proyectos y, inclusive, acelerar el desarrollo y la implementación de capacidades de Smart City. Es importante comprender que la incapacidad de gestionar proactivamente los riesgos de ciberseguridad y privacidad puede compromitir los esfuerzos de Smart City y tener un impacto negativo en los mismos sistemas destinados a mejorar los servicios de la ciudad y los medios de vida de los ciudadanos.

Por lo tanto, hoy en dìa, es cada vez más necesario implementar los principios de Gestión de Riesgos, Continuidad de Negocio y Ciberseguridad de tal manera que se pueda gestionar adecuadamente las infraestructuras que utilizan la tecnología. Sólo así será posible garantizar:

  • mayor calidad y fiabilidad de los servicios inteligentes;
  • monitoreo continuo del contexto;
  • diseño de medidas de contraste;
  • difusión de una cultura digital y de ciberseguridad dirigida a prevenir, proteger y salvaguardar tanto los datos como los distintos actores implicados en posibles ciberataques.

Se trata, por lo tanto, de garantizar una resiliencia “urbana holística” en tèrminos de:

  • mejor funcionalidad de toda la ciudad;
  • adquisición efectiva de información;
  • reducción máxima de daños en caso de emergencia;
  • optimización de los tiempos de restauración y seguridad urbana;
  • una mejor “usabilidad” de los servicios; mayor atractivo de las inversiones
  • mayor asociación público-privada

Hay que recordar que la gestión de la Gestión de Riesgos, la Continuitad de Negocio, Ciberseguridad y la privacidad representa un camino sine die que implicará actualizaciones continuas a medida que avance la tecnología. Por lo tanto, se tratará de garantizar que la gestión de riesgos, la continuidad de negocio, la ciberseguridad y las capacidades y procesos de privacidad puedan apoyarse, mejorarse y madurarse según sea necesario.

Conclusiones

Las Smart City son la respuesta a la complejidad de los centros urbanos actuales y a los retos medioambientales y demográficos que van aumentando progresivamente. Actualmente, la Smart City ocupan solo alrededor del 3% de la superficie terrestre y, para 2050, están destinados a albergar a más de dos tercios de la población mundial, lo cual comporta importantes cuestiones sociales, ecológicas y económicas.

Los gestores políticos y administrativos, en futuro, tendrán que tomar conciencia de los retos diarios de una Smart City de tal manera de garantizar a sus habitantes no solo servicios de alta calidad sino también estándares de seguridad para protegerlos de desastres naturales, mal funcionamiento del sistema, errores humanos y ciberataques. De hecho, las Smart City tendrán que demostrar que gestionan los desafíos derivados del uso masivo de las tecnologías, implementando los principios de gestión de riesgos, continuidad del negocio y ciberseguridad para garantizar la calidad de vida, la creación de valor y las prácticas sostenibles.

Es decir, se trata de iniciar un camino – en el espíritu del “Renascimiento”- para una nueva calidad de vida y continuar el diseño y el camino sistemático de la digitalización y la innovación, tomando en cuenta las identidades culturales, dimensiones, vocaciones y características peculiares de las ciudades.

Para crear las Smart City será cada vez más necesario un enfoque acorde a un modelo mayoritariamente participativo ya que los actores son múltiples (tanto en lo público como en lo privado) y su interacción debe ser concertada y estimulada, creando sinergias que optimicen las inversiones. Cabe recordar que la evolución de nuestras ciudades hacia un modelo inteligente no puede separarse de un cambio profundo en el comportamiento de los individuos y, por lo tanto, resulta necesario y estrategico iniciar una actividad de comunicación y formación – estructurada y eficaz a diversos niveles – que pueda hacer que la población sea más consciente de los beneficios y oportunidades potenciales y capaz de disfrutar de los frutos.

Consultora de Continuidad de Negocio y Gestión de Riesgos

BCI Italy Chapter Deputy Leader/ ANRA ITALY Board Member /FERMA Digital Committee Member/ CLUSIT Italy Scientific Committee

(fuente de la imagen: https://tech.everyeye.it/)

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Federica Maria Rita Livelli
Federica Maria Rita Livelli

En posesión de la certificación de Continuidad de Negocio - AMBCI BCI, UK y CBCP DRI, USA, Risk Management FERMA Rimap, consultor de Business Continuity & Risk Management, realiza actividades de difusión y desarrollo de la cultura de resiliencia en diversas instituciones y universidades

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