Juan Pablo Bruzzo, CEO de Moni, habló en una entrevista con InnovaciónDigital360 sobre la importancia de las fintech en la Argentina, un país donde el acceso al crédito se ha caracterizado por ser históricamente limitado. En un contexto de alta inflación y salarios que no se ajustan como corresponden, el especialista afirmó que éstas pueden desempeñar un papel crucial manteniendo el consumo y permitiendo a las personas acceder a créditos de manera más sencilla y ágil.
Bruzzo destacó a lo largo de la entrevista que las fintech vinieron a eliminar las fricciones en el proceso de solicitud de préstamos, lo que ha beneficiado especialmente a la población de ingresos medios y bajos que, anteriormente, tenían dificultades para acceder al crédito. Estos avances en la inclusión financiera – deslizó- se han logrado mediante la digitalización y la adopción de modelos de riesgo más sofisticados que tienen en cuenta una amplia gama de variables para evaluar a los posibles clientes.
De todas formas, reconoció que aún el ratio crédito sobre el PIB en Argentina sigue siendo bajo en comparación con otros países. En ese sentido, señaló que las fintech aún tienen un gran potencial en áreas como los créditos hipotecarios y prendarios, donde pueden seguir contribuyendo a la formalización de la economía.
En Argentina, donde el acceso al crédito es limitado, empresas fintech como Moni están ofreciendo soluciones de financiación alternativas a segmentos anteriormente excluidos del sistema financiero tradicional. ¿Cómo ves el papel de las fintech no sólo para hacer frente a esta necesidad, sino también para contribuir a la recuperación económica general?
Bueno, creo que los originadores de crédito en general – más allá de las fintech-, en estas situaciones de alta inflación, por lo menos originadores de crédito enfocados en consumidores; ayudan a mantener el consumo. No me animaría a decir que ayudan a crecer la economía, pero sí ayudan a mantener el consumo porque, como sabemos, los sueldos no se ajustan todos los meses. Se ajustan cada tanto tiempo dependiendo la industria, dependiendo el tipo de empresa, etc. Con lo cual, se genera un desfasaje muy grande con la enorme inflación, que es mensual, y el poder adquisitivo. Entonces, muchas veces estos créditos al consumo de alguna forma suplen esa diferencia que se genera entre la capacidad de consumo, la capacidad de compra y la inflación entre cada uno de los aumentos de sueldo que los empleados o personas que trabajan independientemente, puedan estar percibiendo.
La pandemia ha acelerado la transformación digital en todos los sectores. ¿Cómo ha influido este cambio en el crecimiento del sector fintech y qué ventajas únicas ofrece en términos de inclusión financiera y accesibilidad?
Sí, en Argentina y en todo el mundo la pandemia aceleró la transformación digital en general y, en el caso del sector financiero, la utilización de los canales digitales para los distintos verticales que existen. Entonces, por suerte, como una contrapartida positiva de la pandemia y ante la imposibilidad de hacerlo de otra forma, una parte importante de la población se acostumbró a hacer pagos digitales. Muchos de ellos conocieron también la posibilidad de invertir su dinero y, obviamente, esto se vio exponenciado con el aumento de la inflación, donde es muy obvia la pérdida de valor del dinero.
Por lo tanto, estas alternativas simples de invertir y cubrir, por lo menos, una parte de esa devaluación, ha generado un cambio en los últimos pocos años. Esto también tiene que ver con el contexto propio de Argentina, obviamente la inflación, pero también con esta digitalización. Lo mismo para pedir préstamos, para sacar seguros, invertir en otro tipo de activos más de largo plazo.
Así que, estos cambios han venido para quedarse, porque claramente todo el mundo gana: desde el lado del consumidor, claramente genera menos fricción, es más simple, más fácil de comparar entre distintos proveedores; y del lado de los proveedores de las instituciones financieras, o las fintech o los proveedores no financieros de crédito, obviamente estos canales son más eficientes. No sólo en costos, también en identificar el cliente, personalizar la oferta. Permiten claramente dar muchísimo mejor servicio, más allá de bajar los costos comparado con tener cientos cientos o miles de sucursales para atender a los clientes.
La penetración del crédito como porcentaje del PIB en Argentina ha sido notablemente baja, sobre todo en comparación con otros países como Chile. ¿Cómo pueden contribuir las plataformas fintech a aumentar esta penetración e incorporar a más personas al ecosistema financiero formal?
Bueno, el vertical de lending fue la hipótesis inicial de Moni, claramente un innovador en la materia, donde se cambió todo el formato, todo el proceso de originación de crédito. Lo primero que nos planteamos cambiar en Moni y, justamente, es lo que hoy hace a la oferta específica de las fintech, es que el cliente no tuviera fricciones. Sobre todo el nuestro, que pertenece a la parte media y media baja de la pirámide socioeconómica, segmento que tiene muchísimo menos acceso o no tiene directamente acceso al crédito.
Habitualmente, hace un par de años, su única opción era ir a una sucursal para que ahí le digan qué oferta tenía. Probablemente, tenía que volver a esa sucursal con documentación, como extractos bancarios, recibos de sueldos y documentos similares y, con eso, le otorgaban un crédito, que muchas veces hasta se lo llevaba en efectivo. Y para pagar ese crédito también tenía que probablemente ir a las mismas sucursales de donde sacó el crédito o hacer pagos en efectivo en lugares como Pago Fácil o Rapipago.
¿Esta fue la gran oportunidad que vieron?
Entonces, el primer foco y la primera gran oportunidad que vimos, y creo que sin lugar a dudas fue un cambio muy exitoso, porque no solo fue empujado inicialmente por Moni sino que también después por las fintechs, fue esto de eliminar todas las fricciones que existían en todo el proceso de solicitar un préstamo o en todo el proceso de realizar el pago de las cuotas. Obviamente, todo eso digitalizándolo, haciéndolo 100% digital, pudiéndose hacer siempre desde el teléfono. Todo el mundo hoy tiene acceso al teléfono. Es la herramienta que le da poder y que empareja las posibilidades que permite la inclusión financiera. A su vez, este cambio logró forzar a que los bancos o instituciones financieras en general también cambiaron su proceso.
Otro elemento en el que también hicimos un gran cambio y, de vuelta, no me cabe dudas que Moni fue pionero en eso, fue el scoring.
¿Cómo sería eso?
Tiene que ver con cómo se scorea crediticiamente, cómo se analiza crediticiamente a los potenciales consumidores, a los potenciales clientes. El método tradicional en general solo tenía en cuenta la historia crediticia del cliente, que en muchos casos no tenía historia o no tenía suficiente historia, y si no, obviamente, procesos más a mano, más subjetivos, que toman más tiempo y son directamente lógicas heurísticas, que muchas veces dejan afuera, como pasaba, a gran parte de la población. Entonces, los modelos de riesgo que implementamos en Moni, son modelos de Machine Learning, donde toma en cuenta muchísimas variables.
¿Cuáles variables?
No solo las variables duras tradicionales (cuál es su ingreso estimado, si tiene créditos en otras instituciones, cuáles son esas instituciones), sino también variables que no son tan duras pero que sí son muy importantes para evaluar al cliente (desde el horario que se conecta, el tipo de dispositivo desde el que se conecta, cuánto tiempo tarda en hacer la aplicación, los errores que comete en el proceso de aplicación, relación con otras personas que han estado dentro de la plataforma, etc). Son variables que no se toman habitualmente en los modelos de riesgo tradicionales y que en nuestros modelos de riesgo aportan muchísimo valor. Y esa fue una forma de incluir un porcentaje muy importante a través de las fintech de personas que no tenían acceso al crédito.
¿Y hoy ya se observan los cambios?
Sí, en cuanto a lo que es crédito al consumo, creo que ha habido un cambio muy relevante, donde un porcentaje de la población que no tenía acceso a ese crédito -porque no se los scoreaba correctamente, porque se generaba una fricción muy grande poder sacar un préstamo, porque la oferta no era transparente o por todos estos cambios que han generado las fintech-, puede ahora acceder. Todavía hay muchísimo por hacer, pero es un gran paso.
De todas formas, el ratio crédito sobre PBI sigue siendo muy bajo en Argentina, comparado con obviamente la región y otros países más desarrollados. Esto volviendo a tu pregunta inicial. Pero es cierto, también, que ese número tiene incluido también los créditos a empresas y los créditos hipotecarios. Y en estos dos tipos de créditos, digamos, hipotecarios y prendarios, todavía no hay grandes jugadores relevantes en las fintechs.
¿Por qué?
Obviamente, el contexto macroeconómico no es el mejor para que las pymes tomen crédito, por las altas tasas que existen hoy, y, lo mismo para los créditos prendarios o hipotecarios; pero creo que todavía las fintechs, y en general, tenemos muchísimo para agregar valor ahí. Y ahí es donde los números totales son también más relevantes y donde este ratio puede modificarse sustancialmente.
Las aplicaciones fintech han experimentado un crecimiento sustancial en Argentina, lo que refleja un terreno fértil para la innovación. ¿Podrías explicarnos cómo las empresas fintech están aprovechando esta tendencia para ofrecer soluciones y servicios innovadores a la población desatendida?
Creo que todas las fintech, lo principal que estamos haciendo es pensar que no estamos inventando ningún producto, si no estamos cambiando la forma en que se ofrece y se distribuye ese producto. Claramente, para todos los productos financieros hay una parte importante de la población que está marginada por distintas razones y que no tiene acceso a esos servicios financieros.
Ya desarrollamos un poco en las preguntas anteriores el caso del crédito, pero podría darte un ejemplo con el ahorro. Yo ahí tengo una anécdota personal. Fue en prepandemia. Entro a la cuenta de mi mujer y veo que tenía hacia fin de mes como un sueldo disponible en su caja de ahorro. Le digo “¿pero por qué tenés tanta plata disponible?”, y me dice,“¿qué querés que haga? Es plata que este mes o el próximo la termino gastando”.
Mi mujer que trabaja en una multinacional, que tiene educación terciaria, no sabía que tenía una opción relativamente simple en donde, con un par de clics, podía poner ese dinero en un Fondo FIMA, y ese fondo por lo menos la iba a proteger parcialmente de la inflación.
Por su parte, Mercado Libre sacó un producto creo muy innovador y muy original, donde primero comunicó explícitamente a los clientes la posibilidad de que sus fondos disponibles le den una rentabilidad.
Entonces, primero está la comunicación. Y si bien ya existían fondos bastante simples como el fondo FIMA (Galicia), lo que Mercado Libre hizo fue darle una vuelta para que eso sea cien por ciento líquido y 7×24. Y realmente es un cambio muy grande: uno sabe que tiene el dinero puesto ahí, que le está dando cierta rentabilidad y en cualquier momento puede usarlo con la tarjeta prepaga, con un QR, etc. Entonces no necesariamente son cambios enormes, pero son cambios suficientemente grandes para que la cantidad de cuentas que existían con la capacidad de ahorro, y por un tema de un producto mucho más simple de usar con 100% de liquidez en cualquier momento.
Moni y otras plataformas fintech similares parecen dirigirse a la población no bancarizada o infrabancarizada, proporcionándoles herramientas para acceder a los servicios financieros cotidianos. ¿Cómo se equilibra en este contexto la innovación y la tecnología con la garantía de la seguridad y la privacidad de los datos financieros de los usuarios?
Todas las compañías hoy relevantes tienen información en bases de datos: información en bases de datos propias, en blockchain o servidores hosteados por la propia compañía o servidores cloud; pero hoy todas las compañías tienen información con distintos grados de criticidad. Todas las compañías tienen que tener los procesos y las políticas adecuadas para asegurar la privacidad de datos y todos los temas de seguridad. Esto queda a nivel cada una de las compañías, pero muchas veces existe o regulaciones -en el caso de los proveedores no financieros de crédito están empezando a aparecer algunas regulaciones que están hablando sobre el tema de seguridad y cómo manejar la seguridad y también la privacidad de los datos- , o auditorías que puede tener la empresa.
Y eso obviamente depende del tamaño de la organización, del nivel de madurez de la empresa y de la relevancia que la dé a este tipo de acciones. Para nosotros, en Moni, es sustancial y dedicamos muchísimos recursos a asegurar esto. Estamos dos veces por año haciendo tests de penetración. Tenemos auditorías externas de sistemas. Pero bueno, eso depende más de cada una de las compañías, más allá de que de a poco en el caso de los proveedores no financieros de crédito y también los PCPs, el Banco Central empieza a definir por lo menos algunos lineamientos a seguir. Cuestión que me parece muy importante para dar confianza a los consumidores y para asegurar que las compañías estén cumpliendo con todo lo que tengan que cumplir.
Al ofrecer crédito y servicios financieros a los desatendidos, las empresas de tecnología financiera pueden contribuir potencialmente a formalizar la economía. ¿Podrías compartir algunas ideas sobre cómo esta transición de la economía informal a la formal beneficia tanto a los individuos como al panorama económico en general?
Sí, definitivamente tanto el crédito otorgado por una fintech como los medios de pago digitales, claramente ayudan a la formalización de la economía. Gran parte de los originadores de crédito que no están en el sistema financiero regulados por el Banco Central, prestan o prestaban, en su mayoría, digamos, dinero en efectivo. Y el dinero en efectivo, obviamente, es casi la primer condición necesaria para generar una economía informal. Las fintech en general, desde el día uno lo que queríamos era eficientizar todo el proceso de solicitud, de entrega y de pago de un préstamo; y para eso claramente teníamos que ir por los canales digitales.
Teníamos que, de alguna forma, utilizar todas las autopistas que existen para que todos los movimientos sean digitales y no en efectivo. Y en esa línea fueron la gran mayoría de las fintechs. Con lo cual, es la forma de ayudar a que la economía vaya saliendo de una economía en negro y se direccione hacia una economía en blanco. En el caso de Moni, es muy natural que un cliente escanee un código QR para pagar algún producto y ese código QR, ese pago de ese producto, lo termine financiando.
Entonces algo que antes tal vez lo pagaba en efectivo, que probablemente el vendedor lo iba a recibir en efectivo y probablemente generaba que eso no se facture y que esa parte de esa transacción empiece a circular en la economía en negro, acá un cliente está pidiendo un préstamo y está haciendo un pago que se hace a través finalmente del sistema de transferencia 3.0 regulado por el Banco Central, y un pago que obviamente permite formalizar la economía.
La adopción de la tecnología financiera ha aumentado drásticamente, con un incremento significativo de la instalación de aplicaciones financieras. ¿Cómo creés que evolucionará esta tendencia en los próximos años y qué estrategias pensás que impulsarán el crecimiento y la adopción continuos de la tecnología financiera?
Creo que el crecimiento de las fintech y las finanzas en general basadas en soluciones tecnológicas pueden estar creciendo por tres razones principales. La primera es educación, comunicación. Claramente todo el mundo ya tiene un teléfono celular con cierta tecnología, con lo cual todo el mundo puede acceder, o casi toda la población, puede acceder a servicios financieros de calidad. No sólo las fintechs sino muchos bancos han mejorado muchísimo en esta línea. Pero todavía hay personas que no se sienten cómodos con la tecnología, que más allá de que hayan sido forzados por la pandemia a hacer sus primeras pruebas o han vuelto atrás o en su momento han sido ayudados por terceros. Con lo cual, el tema de comunicación siempre es muy importante.
Obviamente la parte más joven de la pirámide, que ya son nativos digitales, no tienen esta barrera. Pero siempre la comunicación ayuda, también ayuda a temas de comunicación de cómo evitar fraudes, cómo cuidar sus datos personales. Eso ayuda a que la experiencia finalmente termine siendo una experiencia excelente en todos los sentidos, en todos los aspectos, en todas las interacciones que se puede tener con este tipo de compañías.
El segundo punto es un tema de innovación. Como en algún momento muchos de los productores financieros ofrecidos por las fintechs eran disruptivos y hoy parecen más normales. De vuelta, no sólo hay distintas compañías del área fintech que lo ofrecen, sino también los bancos empezaron a ofrecer productos similares. También va a pasar con muchísimos otros nuevos productos que saldrán en el mercado en los próximos años. Para nombrar uno, inteligencia artificial todavía está en pañales todo lo que se puede mejorar la interacción del cliente desde justamente la atención al cliente, la personalización de los servicios adecuados que necesita, la predicción de lo que puede estar buscando y resolver el problema antes de que realmente tenga el problema, enviarle sugerencias de inversión, etcétera. Todavía estamos en una etapa muy muy inicial y hay muchísimo para aprovechar desde el lado, obviamente, de las compañías y del lado del consumidor.
Y tercero es la infraestructura. Mientras mejor teléfonos tengamos, mejor conexión tengamos, va a permitir que los servicios financieros a través de tecnología estén disponibles de la mejor forma en todo momento. Todo esto ya existe, ya está esta ruta, pero esta ruta con el tiempo se irá transformando en autopista de muchos carriles. Un ejemplo puede ser todo lo que sea NFC.
Hoy en Argentina están muy desplegados los pagos a través de QR que tiene su super lógica en mercados en desarrollo como el argentino, donde obviamente imprimir un QR es muchísimo más barato que alquilar un POS, pero es un primer paso. En algún momento los POS van a ser más baratos y sobre todo del lado del consumidor todos van a tener teléfonos que puedan tener la posibilidad de hacer NFC. Entonces, probablemente, en un futuro en vez de escanear un código QR simplemente se acerque el teléfono y se pague como pasa en otros países donde la base de teléfonos con esta capacidad tecnológica ya es muchísimo más grande
Con frecuencia se habla de la colaboración entre la tecnología financiera y las instituciones financieras tradicionales. ¿Cómo creés que estas colaboraciones darán forma al futuro de los servicios financieros, especialmente en el contexto de la promoción de la inclusión financiera y el apoyo al crecimiento económico?
Como todas las industrias, hay competencia entre los distintos jugadores y esa competencia puede tener más tensión, menos tensión, a veces puede ser una competencia más transparente, con reglas más claras y a veces con reglas menos claras; pero los competidores dentro de una industria pueden tener algunos objetivos en común. Y esos objetivos en común son las primeras iniciativas que hay que tomar para desarrollar en conjunto. Un ejemplo podría ser los fraudes digitales. Pensar cómo se puede trabajar en conjunto para primero educar, después evitar y después compartir información sobre fraudes que sean realizadas a través de la tecnología. Se podría en conjunto ayudar a desarrollar una identidad digital única que, obviamente, en algunos países más desarrollados sí existe y de alguna forma podría evitar muchos de estos fraudes
Artículo publicado originalmente en 06 Sep 2023